Comenzamos a trabajar juntos, en tareas administrativas, ella tenía 21 años, era vírgen, alquilamos juntos, dormíamos en habitaciones separadas. Ese dá Angélica finalizó su jornada tres horas antes, estaba agotada, pas´a saludarme cuando se retiraba, a travéz de su blusa se notaba sus pezones duros, posé mis labios en uno de ellos, ella quedó paralizada, en broma le dije, que durmiera sólo con una remera, sin corpiños, ni bombacha, porque esa noche iba a ser mía. Terminé mi turno a las 12 de la noche, cansado, ingresé a mi cuarto, me desvestí, e ingresé a la ducha, no tená intenciones de cenar, cuando vuelvo hacia mi habitación, la puerta del cuarto de mi amiga estaba entreabierta, ella estaba dormida tenía puesta una remera, que se había subido y dejaba ver su escaso vello pubiano. Mi pene endureció, ingresé a su dormitorio, me arrodille al lado de su cama, y comencé a lamerle el clítoris,ella se retorcía de placer, en un instante sentí su sémen caliente en mi boca, subí su remera, sus pechos estaban duros, los besé con pasión, abrí sus piernas y comencé a jugar con mi pene, no lograba penetrarla, algo me detenía, alcanzaba a ingresar el glande y sentía una menbrana que me frenaba, hasta me causaba dolor. Decidí seguir con mi lengua, ella gemía, seguía dormida, en un determinado momento toma mi pene, se lo coloca, siento el tope, me toma de la cintura y levanta la suya hacia arriba con violencia, sentí un ardor en mi pene, que ingresó en forma violenta, sentí que su interior se rajaba y un líquido caliente chorreaba sobre mis testículos, me pidio que no acabara adentro, que lo hiciera en su boca, cuando se la introduje, se asustó, miró la sábana y un inmenso manchón de sangre y sémen adornaba la misma. Me acusó de haberla desvirgado dormida, fue tan hermoso, que al despertar ella me montó a mi, se la introdujo en la cola y me hizo sangrar, roja de sangre se la introduje en la vagina, y deposité toda mi leche.Ese día no fuimos a trabajar, hicimos el amor toda la mañana. En tres meses vamos a ser papas.