
Por
Anónimo
De Niña a Mujer
Mi Relato es un caso inusual que no me esperaba, Lizbeth, de tan solo once años de edad, una hermosa niña, de tex trigueña, cuerpo esbelto para su edad, ojos claros, cabellos negros, estatura a las de su edad, mis hijos, un poco adelantados a su edad, de trece y catorce años, traviesos y juguetones, con tantas pilatunas, que era cotidiano verlos abrasarse, en un grupo de infantes de niñas, niños y adolescentes infantes,, nada extraño, ella Lizbeth llegaba a nuestra vivienda, atraída por el juguete y en compañía de sus amiguitas, que en días calurosos, era común observarlas en trajes cortos, chores, ombligueras, y finos vestidos que al ser detallista se adherían a su naturalidad femenina,, su señora madre Susana, una mujer liberal de mente interactuábamos cuando nos encontrábamos en el supermercado, en la tienda, en el autobús, cuando llevábamos a los niños a su bus escolar, y ya tenía sensaciones de atracción que podía vislumbrar en su mirada, pues entrabamos en conversaciones un poco indecentes y de doble sentido que disfrutábamos al punto que bueno eso es otra historia,,,� ahora pasemos a Lizbeth, la dulce niña de once años hija de Susana y de Alberto, luego hermana de Carmen, Tulio y Alberto II de edades entre los trece, catorce y quince años; Lizbeth me causaba erotismo, y sensualidad, cuando la observaba en días calurosos en esos momentos que en detalle y que al punto que en algunos instantes sentía erecciones cuando la observaba jugando con sus amiguitos y mis hijos, una vez cuando regrese del trabajo a eso de las 5:00 pm, sorprendí a Ricardo mi hijo de catorce años, besándola, escuche el murmullo de los besos desde el cuarto de la lavadora automática y lentamente me acerque al punto que descubrí que mi hijo Ricardo, estaba iniciando a Lizbeth en el mundo de la lascivia, la abrazaba fuertemente y sus manos se deslizaban por sus finos senos, sus caderas, sus glúteos, e incluso tocaba su vagina y allí entrelazados en besos Ricardo le metió una de sus manos en la sudadera rosada de Lizbeth y la dirigió hacia la búsqueda del tesoro vaginal desde allí, cuando hallo lo que buscaba la niña acelero su respiración y lánguidamente emitió sonidos guturales lo que me indicaba que Ricardo haba accedido y traspasado con sus dedos la entrada vaginal de Lizbeth y la estaba penetrando con los dedos de su mano izquierda,, luego con su otra mano la dirigió a su pene que lo revelo, y con su voz al oído como indicándole instrucciones Lizbeth comenzó a masturbarlo hasta que Ricardo exclamo un gemido acorde a la habitación y lanzo un chorro de semen en la mano de Lizbeth, fue allí donde presencie una de las iniciativas sexuales de mi Hijo con los albores de una gran mujercita; en días pasados mi esposa Lizeth me dice que encontró revistas y CDS con temas porno y de entre sus comentarios mi querida esposa me insinúa que de ese material porno que encontró debajo de la cama de mi Hijo Ricardo guardo uno para aprender cositas diferentes juntos,, a lo que le inferí que estaba totalmente de acuerdo,, (Nuestro matrimonio algo típico de muchos,, sumido en la rutina y la monotonía en el tedio y sin diferencias,,, y vaya que error),,, una vez Lizbeth se me acerca a mi escritorio cuando redactaba un diagnostico para un posicionamiento Marketing de la línea de unos productos comerciales y me pregunta en curiosidad que era lo que hacía,, tomándola y colocándola en mis piernas, luego explicándole, que al son de la música de bachata ella comenzó a mover al contorno de las notas musicales, lentamente fue deslizándose hasta que se situó en el centro de mi engranaje masculino,, ella ya a su edad, experimentaba sensaciones excitante y químicas,, pues cuando dejaba fluir su son musical al compas del movimiento sus manos para no perder el equilibrio se posaban en mi pantalón sobre mi enorme herramienta que estaba contenida sobre dos capas de espesor en tela la del pantalón y la del pantaloncillo, ella lo notaba, y cuando al deslizarse encajo sobre el centro sintió algo duro,, que le revelo la risa, de lo que le cuestione y me respondió, que había algo duro que se levantaba debajo de ella, y le respondí que era natural que un hombre guste de una mujer y que sucedan cosas como las de esa dureza,, ella sin mediar palabra alguna continuo con su movimiento rítmico en un vaivén que yo le facilitaba muy lentamente con la fuerza de mi virilidad peneal, luego de unos dos minutos, le pregunte si estaba cómoda y que si quería irse a jugar con los otros niños lo que me respondió que no y que quería quedarse ahí toda la tarde, ese momento fue allí, donde comencé lentamente a acariciarle su cabello, su bello cuello, un beso en su mejilla, luego otro en la oreja, luego otro en la nuca, luego con una de mis manos, lentamente comencé a acariciar sus piernas, y luego pase a sus glúteos,, que luego lentamente, le fui levantando su vestido adornado de encajes, ella, sin molestarse, suavemente y percibiendo mis suaves caricias, poco a poco me fue permitiendo al abrir lentamente al compas del movimiento de mi mano en la búsqueda de su sexo, me fue aceptando abriendo sus piernas hasta el punto cuando pude palpar sus tanguitas, de ello, Susana en las compras que realizaba con Alberto le compraba tanguitas y ropa interior sensual, que mas tarde ella misma Susana me rebelo, como parte de innovar y de permitirle según ella de que Lizbeth estuviera en la actualidad de la moda y que le gustaba tanto como ella Susana lo disfrutaba al usar estas prendas de lencería,, que luego compartía con Alberto y le enseñaba por su propio criterio a que Alberto es un hombre clásico, modesto, sobrio, soberbio con esta clase de prendas, Susana me relataba que para que accediera ella misma organizaba una exhibición familiar de las marquillas de ropa y antes de lucirlas al publico lo enseñaba Alberto, quien decidía si continuaba su uso o lo rechazaba, y bueno ya era normal modelar para los hombres de la casa estas lencerías,, que no pasaban más de un si me gusta ò un no lo apruebo,, (Ya pueden ustedes imaginarse el modo de vida de familia y familiar de Lizbeth) luego cuando mi mano estaba en el sexo de Lizbeth acariciando lentamente allí me contuve y solo me limite a que ella sintiera mi henchido pene, una herramienta enorme con un radio de grosor en radianes a 5 cms de longitud circunferencial y de un tamaño de 24 cms de longitud sin vello púbico (Me afeito mi pene y pelvis y bolas), fue así mi primer acercamiento sexual, minutos antes mi esposa Lizeth había ingresado al hall de la biblioteca y nos había observado y con una expresión de aceptación cuando a Lizbeth la tenía en mis piernas y ella se columpiaba al compas de la música, ¡se entretienen juntos, no hagan más que perder el tiempo! y salió,,, de allí. Ahora retornando, el día sábado, Lizbeth estaba en la casa con mis hijos y yo en el dormitorio, ellos jugaban al cazador de gatos y ratones, luego de las dos de la tarde decidieron bañarse todos juntos con la manguera en el patio de la casa, y continuar con el juego de gatos y ratones mojados, ¡un juego que en mi edad nunca lo había oído¡, a Susana, le coqueteaba con la hija, y ella me continuaba con el coqueteo, una vez le insinué que la hija Lizbeth y Carmen igual de hermosa a ella con la madurez de las dos estaría dispuesto a ser tutor y maestro sexual, (¡ella Susana, en tono risueño, me contesta eso si Alberto te deja¡), Yo estaba en pantaloneta corta, mi esposa, había salido con un grupo de amigas y de tarde regresaba, estaba yo con ellos, unas veces me acercaba a la ventana para observar que estaba haciendo y me deleitaba observando a Lizbeth mojada, ella para no mojarse la ropa se había quedado en ropa interior, Alberto, la tomaba con en sus brazos y le detalle que estaba en erección, pero veía como lo disfrutaba Lizbeth, luego Salí a donde estaban ellos, Lizbeth se me acerco y me pregunta que estaba haciendo y le manifesté que estaba en el dormitorio descansando viendo televisión, ella me dijo que quería ir a la habitación, le respondí que continuara jugando con ellos, a las escondidas, y que en un momento podía visitarme en la habitación que era su decisión, luego organice para facilitarle la escapada a Lizbeth el juego de las escondidas,, del tesoro, y escondí varios objetos en toda la casa e incluso a fuera de ella les entregue mapas de recorrido, como un INDIANA JONES, y les seleccione en grupo de dos, quedándome yo y Lizbeth, luego ellos iniciaron, la búsqueda, subí a mi habitación, y le dije a Lizbeth donde estaba los tesoros, para que los encontrara sola,, al cabo de diez minutos, ella subió a mi habitación, aun en ropa interior,, ya las gotas de Rocio se habían secado por el aire, Ricardo, que venía lentamente siguiéndola se oculto cuando vio que ella ingreso a la habitación y luego gateando Ricardo ingresa sin darnos cuenta, observando que, ella Lizbeth ingresa y le pregunte, tan rápido acabaste, ella sonríe y me dice no venía a buscar algo aquí,, un tesoro, le respondí, ohhh, soy el pirata y tengo muchas rutas ocultas para otros tesoros, ella sonríe, y me levante, le dije, ven y la abrase, luego, nos quedamos mirando, y lentamente le dije en son de juego que pasaría si te beso, hay, fue la mano, la cabeza, la espalda, ya estaba erecto, pero me contenía, luego el ombliguito, la espalda, la pierna, los glúteos, la colita, luego la puse en la cama y le bese su sexo cubierto en la tanguita que alcanzaba a introducirse en su cola húmeda por el jugueteo, luego lentamente le pase mi lengua desde la tanga a su vello sexo, me levante y le dije, ve,, que estoy caliente, antes de que entremos a buscar otro tesoro mayor,, ella se levanto y me dijo enséñame ese tesoro mayor, le dije, ven y te sientas, aquí para que lo sientas, ello lo hizo sin mediar palabra y se poso colocándome su culito en tanga sobre mi enorme herramienta contenida en mis bóxer y pantaloneta,, ella lo apretujo al sentarse con su culo y dijo, oh, que tesoro es este, puedo verlo,, yo le dije,, no por ahora, entonces ella, se me abalanza, hacia mi girando lo que me llevo de espaldas a la cama y en un rápido movimiento de travesura me bajo la pantaloneta y mis interiores y a la luz salió mi enorme pollon moreno, yo trate de guardarlo, pero ella me detuvo la mano, y me dijo, que grande,, puedo tocarlo, yo le dije, está bien, pero no le digas nada a Alberto, ni a Susana ni a Lizeth, fue allí, cuando comencé a explicarle como debía de acariciar el pene hasta que recordé la paja que Lizbeth le hizo a Ricardo mi hijo en aquel cuarto, luego ella lo llevo sin mediar palabra alguna a su boca y comenzó a succionarlo, una y otra vez abría lo que más podía su boquita para atragantarse con mi pene, succionaba tan rico que era necesario que parara porque se prendida a chupar solo en la punta, que es el lugar más sensible del hombre en el pene en el glande, uhhh que rico, lo hacía, luego la tome y la puse boca arriba y le dije déjame hacer lo mismo, le baje lentamente su ropa interior y comencé a lamer e introducir mi lengua en aquellos tiernos pliegues de carne vaginal, sus labios, lo separaba con tanta delicadeza, lamiendo una y otra vez su afloral clítoris, luego introducía un dedo en su cavidad vaginal hasta que este desaparecía por completo, preparándola para que recibiera mi enorme polla, luego dos deditos, una y otra vez hasta el fondo, podía notar que su himen tenía una estructura particular que es elástico porque a pesar de haber colocado mi dos dedos índice y pulgar al fondo no se rasgo,, luego la coloque boca abajo y comencé a lamer su orificio anal, pasaba mi lengua alrededor de su esfínter anal y la oía gemir de gusto, la acariciaba con una mano en el recorrido de su ano hasta la entrada de su pubis, allí boca abajo, luego humedecí en sus jugos vaginales un dedo y coloque mi boca en su vagina succionándole ese delicioso pan carnal y con mi dedo meñique humedecido lo introduje en el año virginal lentamente el dedo fue desapareciendo hasta el tope de mi mano, al comienzo trata de esquivarme con su colita, pero luego la oía gemir pues le succionaba su vagina y la lamia mientras que en el otro agujero lo trabajaba con mi dedo meñique dilatándolo, luego nuevamente humedecí el dedo índice en sus fluidos vaginales que comenzaban a salir, y lo lleve nuevamente a su ano, le dije, Lizbeth abre tu colita, ella con una de sus manos, separo uno de sus glúteos, e inicie a explorar con ese dedito su esfínter anal, hasta sumergirlo por completo, luego le pregunte si continuaba con lo que hacia ella me respondía con un movimiento de su cabecita que si, cerca de unos minutos comencé a percibir contorciones y movimientos rápidos como si estuviera enculada al tiempo de una doble penetración y le oía exclamar con quejidos y guturales sonidos en ese momento comprendí que había llegado a un orgasmo en tan solo cinco minutos de haber iniciado el acto a lo que al instante introduje un segundo dedo en su orificio anal, que ella aprisionando mi mano hacia su colita y su vientre hacia mi boca, derramo fluidos vaginales que se entremezclaban con mi saliva, luego le dije, que si quería sentir mi herramienta en uno de sus huequitos, ella me dijo con su cabecita que sí, me coloque boca arriba, para que ella misma lo introdujera en su cavidad intima, ella se subió y lentamente lo tomo, y lo llevo a su ruta caliente y poco a poco comenzó sin ayuda, ella solicita a introducirlo, sola, sin ayuda, poco a poco mi glande se fue introduciendo hasta que esa enorme herramienta de las proporciones que les revele de mi intimidad, fue sumergiéndose con sonidos guturales de placer, en su interior femenino, estaba siendo clavada, penetrada. Cogida, quedando tan solo un segmento de quince centímetros fuera de sí un tallo erecto donde solo se había comido un segmento de 9 centímetros de toda mi longitud, y desde allí, quedo contenida sintiéndolo allí sembrado en su vagina, unos dos minutos quedo quieta, con los ojos semi cerrados, concentrada, y luego comenzó a moverse en un contoneo rítmico de adelante hacia atrás y luego de arriba hacia abajo, sin ayuda, sin sostenerla, sin apretarla, ella misma se trabajaba con mi herramienta ese orificio delicioso vaginal, luego cambiamos de posición, quedando en la del misionero, luego de lado, luego sentados al punto que era ella con tal frenesí que al fin tan solo un segmento de cinco centímetros quedaba por fuera porque el resto lo devoraba todo su conchita, uhh, luego me baje, y me fui al cajón de las cosas intimas que están bajo llave de mi Lizeth, allí saque un tarro de gel estimulante y lubricante para relaciones intimas, con las cuales varias veces le infería partiéndole el culo a mi Mujer Lizeth, pero que rogadera a mi esposa (por eso el matrimonio es monótono y aburrido con Lizeth ), es así que puse mi polla en la boca de Lizbeth y ella continuo succionando le pregunte que como estaba de magnifico, excitante a divertido y de mejor a lo máximo me respondió que en lo máximo, luego la puse boca abajo y tome un poco de lubricante importado, le fui lubricando su cavidad anal, lentamente, con el dedo índice al punto que quedo con tan desliz, que era tan suave por el lubricante que pude introducir dos dedos inmediatos en su esfínter anal dilatado, le dije que iba a colocar toda mi herramienta en su culito, que si la quería sentir, trabajándole el culo, y me dijo que si con su cabecita, moviéndola de arriba para abajo, le dije que se separara las nalgas,, y lo hizo, luego apunte ese mástil, enorme que tengo, y la coloque en medio de sus nalgas, apreté sus dos nalgas mi pene, lo pajee con sus nalgas, y le dije que ella misma me pajeara el pene con sus nalgas que lo hizo, y luego le dije nuevamente ábrete el culo para mi, y poco a poco mi pene lubricado con el lubricante fue accediendo a su ano, fue ingresando, ya había transcurrido cerca de sesenta y cinco minutos de sexo, y aun apenas le estaba alcanzando su culo, lentamente se hundió mi enorme polla peneal, al punto que solo le deje por voluntad la mitad de mi pene fuera,, y deje que disfrutara con la otra mitad en su culo, embestida tras embestida, suaves movimientos, ella me apretaba la espalda, los glúteos, le preguntaba si le estaba gustando me respondió con voz entre cortada y respiración acelerada que si,, luego la puse boca arriba y con mi otra mano le introduje dos dedos en su vagina ella comenzó a contornearse y nuevamente sentí que era otro de sus múltiples orgasmo de los ya catorce orgasmo que le llevaba ene l conteo, luego la separe de mi herramienta me coloque nuevamente boca arriba, y le dije ahora hazlo tu pero desde el culito,, entonces ella, se poso encima tomo el pene lo lubrico y suavemente lo fue introduciendo en su culito, hasta que quedo ensartada, en su totalidad, allí lentamente se movía, disfrutándolo, al punto que lo dejo quieto por casi dos minutos sintiéndolo en su cavidad anal, y luego inicio ella misma el martilleo de arriba hacia abajo con lujuria y complacencia,, los sonidos del chasquidos que producían al contacto de mi pene en su ano, y sus nalgas con mi pene, bolas, pubis, le estaba abriendo el culo, algo que era su primer vez y que disfrutaría en adelante,, a escondidas,,, luego de un momento apareció Ricardo, sudoroso del armario, entonces quede estupefacto,, pero ella Lizbeth con su ternura, sonrió, y le invite a que se integrara a la fiesta, así fue que Ricardo puso en práctica lo aprendido en sus revistas y CD-ROM porno, que sin más palabras, a Lizbeth, esa niña convertida ahora en mujer habían transcurrido ya ochenta y cinco minutos y fue allí, donde Lizbeth probo su primera relación sexual, su relación anal, y su primera cogida doble, porque a Ricardo, le enseñe a coger allí mismo entre los dos padre e hijo a la vecinita Lizbeth por delante y por detrás al tiempo,, explotando en un mar intenso de orgasmo múltiples y quedando extenuada por semejante clavada con sus orificios dilatados, por nuestros penes.
Historia real, sucedió, en un lugar de Portugal España- 100 %
Nota: No me gustan las bebes, pero de este caso, fue algo improvisado que a cualquiera le puede pasar que no sufra de impotencia.
Luego nos bañamos, todo juntos en la ducha, a ella la enjabonamos, todita, la vestimos, y preparamos unos ricos y nutritivos emparedados de carne, jamón, pollo, queso, triplemente hasta quedar saciados, los tres,, a eso de las 6:10 pm, llego Susana, casi al tiempo con Lizeth, salimos todos a recibirlas en la puerta, nos preguntaron como la habíamos pasado, les dije que exhaustos de todo el día en el juego, le pregunto Lizeth a Lizbeth como la había pasado ella dijo lo máximo,, y soltó la risa jajajajajaj, ellas quedaron sorprendidas de ver la complacencia de Lizbeth y Susana salió para su casa,, desde ese día, Ricardo la jode por todos sus orificios, de vez en cuando ella me pide sexo, a lo que acepto con la condición de que este Ricardo, para que el aprenda de esas artes, en ella, y el lubricante, una vez Lizeth me hizo el reclamo de porque se estaba agotando cuando no lo usábamos desde hace rato, a lo que le explique con astucia que era el calor que lo secaba, jajajaja, lo cual no es pero el calor sexual con Lizbeth esa niña a mujer,,
2 respuestas
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