
Por
Anónimo
Cronicas de una Ninfómana.
Muchos se preguntan que hace una ninfomana para escoger a sus presas. Por allá en la primera decada de los dosmiles, era muy comun los chats hot. Era muy fácil encontrar quien quisiera una sexcam, pero también tenías que ser hábil para evitar escuincles morbosos.
Yo tenía mi técnica, por el chat preguntaba gustos, fetiches, tamaño del miembro, y no porque eso importara sino porque a ellos les importaba, siempre les preguntaba su país. Y así quedaban clasificados, por pais, tamaño y fetiches. Y ya dependiendo de que traía ganas era a quien contestaba. Rara vez llegué a atender a personas mayores de 45, en aquel entonces muchos no sabian usar internet, asi que la media era entre los 20 y los 40. Era divertido, porque previamente ya sabia sus gustos, sus ángulos favoritos y hasta las frases para empezar.
Todos se iban felices y satisfechos, siempre con ganas de otra oportunidad, pero rara vez repetia persona. A menos que fuera gracioso o me contara un chiste todo rancio. A veces reir era dificil para mi, ya que poco a poco me hundia en una depresión, como les conté anteriormente mi pareja de ese entonces era muy mojigato, decia que una relacion no debía basarse en el sexo, mientras yo sentia un fuego uterino tan severo que a veces me tenia que salir de la oficina a masturbarme en el baño, regresaba agitada y mas caliente. Y así, estaba hundida en un ciclo.
Poco tiempo después me entere que mi pareja siempre me era infiel en sus viajes de trabajo y yo me sentia tan sola y poco valorada, le daba toda clasede aventuras pero el me negaba el sexo. Es parádojico pero la vida es impredescible nunca enderaza jorobados.
Así que un día decidí llevar mi ninfomania a otro nivel y ahora buscar a alguien físico, dejar lo virtual de lado. Y ahí es donde empieza otra historia.
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