Llevaba el tercer año de colegio y todos los martes iba a una casa de cita por un polvo. Mi prima Graciela lo sabia y otros primos mas. Graciela siempre estaba despierta cada vez que yo regresaba de la casa de cita. Entraba al cuarto donde ella estaba en la cama con su pijama y camiseta de dormir (sin brazier porque se notaban sus pezones erectos). A veces le miraba la colita y su tangita puesta en ella. siempre estaba un libro con ella y me decia «Muy feliz primo?» sabia que se referia a que yo regresaba de la casa de cita. Solo me sonrio con ella y nada mas, pero su Mirada no se desprendia del zipper de mi pantalon. Sin mas que decir solo le decia a ella que pasara buenas noches. A veces estaba boca abajo y le miraba su nalgas bien formadas y me retiraba. Un martes yo no tenia dinero para ir a la casa de citas y me enojaba tanto que no hablaba con nadie. Mi prima me miraba de reojo y entendia el por qué de mi enojo. Eran las nueve de la noche y llegue a donde estaba mi prima y me preguntaba si estaba enojado. Le conteste que no, pero para que no supiera la razon mas sin embargo ella ya los sospechaba «Cuanto me gustaria ayudarte primo, pero que puedo hacer para ayudarte?». Senti que la berga se me paraba casi de inmediato al escuchar las palabras de mi prima. Ella estaba boca abajo y le quede mirado sus nalgas y le decia «Tu me puedes ayudar en algo prima, pero todo esta en que tu aceptes» Mi prima me preguntaba «Cómo». Le explique como hacer y ella se quedaba para decirme «ay no primo…como va ser». Todo mimososo le decia «Solo va ser por un ratito para que se me quite el malestar» Me contesto que no. Me puse de pie y ella noto como tenia de parada la pija dentro del pantalon y le decia buenas noches. Mi prima me decia que regresara despues de la una de la madrugada cuando todo mundo durmiera. Ahi estaba puntual encima de las nalgas de mi prima y la acariciaba hasta que nos llegamos a besar. Le baje su pijamas y del boxer me sacaba la berga para ponersela en la raja de su culo y sus nalgas duras. No se la podia meter y me decia que le dolia. Le meti el dedo en el culo y me decia «No! que asco». le dilataba el ano y cuando trate de meterle la cabeza de mi pija con la punta fue lo suficiente para que el resto de la berga se la metia poco a poco, pero ella seguia pataleando e implorandome a que se la sacara…mas se la meti hasta quedar comodo y cogermela. Despues iba casi todas las noches a cogerme a mi prima por el culito hum muy rico!. Nos graduamos y ella ingresaba al ejercito, pero siempre en comunicacion conmigo hasta que se caso. Diez años mas tarde me visito en una semana de vacaciones de ella y me invitaba a una cabaña a las orillas del mar. ahi completamos todo lo que teniamo que haber terminado años atras…por la panocha y por el culo. Hasta el dia de hoy han sido las mejores vacaciones de mi vida con Graciela mi prima.