Por
Anónimo
El tatuador
Me llamo Anna. Soy de Jalisco, México. Soy morenita de cabello y ojos negros, mido 1.60, de facciones muy finitas en la cara que me hacen ver más chica. Siempre he sido delgada, de niña era muy flaquita y ahora que tengo 25 soy delgada y acinturada. No tengo senos grandes pero si buen culito paradito y redondo para compensar.
Un día me escape del colegio con un compañero que, según él, era muy cabron y bueno para coger. Como yo andaba caliente decidí darle su chance. Él sabía que su casa estaría sola esa mañana así que nos las ingeniamos y nos escapamos de la escuela.
El lunes no sabía por dónde empezar a cogerme a los machos de mi mamá pero igual no pude hacer mucho esa semana. Tenía varios trabajos de escuela y ya no podía no hacerlos porque si estaba en riesgo de reprobar materias.
Lo bueno fue que ese viernes salíamos a las 11am de la escuela. Le dije a mi mamá que no volvería hasta entrada la tarde porque iba a ir con una amiga a su casa a hacer trabajos. No era todo mentira si quede de verme con una amiga pero porque teníamos la idea de ir a hacernos perforaciones en los pezones jaja.
Pero cuando ya salimos mi amiga se rajó y no quiso ir. A mí me valio y yo me fui para el centro que es donde la mayoría de los lugares de tatuajes y perforaciones estaban. En Av. Hidalgo es donde están casi todas pero toda esa zona a los alrededores tiene lugares para tatuajes y perfos.
Fui al primer lugar donde mi amiga y yo habíamos pensado pero estaba algo lleno y al preguntar me pareció que estaba muy caro. Decidí darme la vuelta por otras calles y buscar otro lugar para comparar precios.
Camine unas cuadras y di en un local pequeño que vendía tenis y ropa. Estaba un señor gordo, prieto con lentes oscuros sentado en un balde. Estaba de playera polo, pantalón de mezclilla y tenis. Cuando pase frente a él me dijo: ¿Qué onda amiga que buscas? Aquí tenis, pantalones y blusas.
Me pare unos segundos a ver y le dije: No ahorita no gracias. ¿Oiga no sabe de algún lugar de perforaciones? Y me dijo: Simón aquí en el local de al lado haces eso mija. Le di las gracias y vi que en el lugar de la lado tenía una puerta de vidrio y el letreo de tatuajes y perforaciones.
Entre y estaba solo el lugar. Era un lugar pequeño y tenía una pequeña área de recepción con un par de sillas y estaba el mostrador donde exhibían todos los aretes que tenían. En las paredes varios cuadros con fotos de los tatuajes.
De la cortina de atrás del mostrador salió un señor. Bueno no estaba tan grande se veía en sus treintas. Pero me gustó mucho su aspecto. Un poco más alto que yo, muy morenote y todo cubierto de tatuajes. Estaba gordito pero se le veían brazos grandotes y fuertes. Estaba totalmente pelón y tenía tatuajes hasta en la cara y cráneo y un bigote delgado. Usaba lentes para ver pero de todas formas se veía bastante rudo como un cholo.
Lo primero que se me vino a la mente fue que este si era un macho que te pone una buena violada jaja. Para pronto me prendí mucho. Llevaba toda la semana sin atenderme la puchita así que pensé que era buen momento para darme cariño jaja.
Apoyo las manos en el mostrador y me miro de arriba abajo y me pregunto: Buenas, ¿Qué se te ofrece?
Me puse poquito nerviosa pero le expliqué que quería perforarme y me pregunto dónde y le dije bien feliz que los pezones. Me miro los pechos sin expresión y me dijo que estaba bien que el podía hacerlo. Pero le explique que no sabía si si me quedarían bien en mis pezones que si me podía dar su opinión antes.
Me dijo si pásate para acá atrás y puso en la puerta un letrero de ocupado. Lo seguí a la parte de atrás que era un cuarto donde había dos camillas, una pegada a una pared y la otra a la otra pared. Una era para los tatuajes y la otra para las perfos.
Me dijo: Necesito que te los descubras ¿va? Para poder checarlos. Yo traía la adrenalina y la calentura al cien. Me quite sin preocupación la blusa y el bra y quede parada frente de el descubierta.
Sin decir nada se acercó y empezó a tocarme los pechos cerrando los dedos en los pezones como haciendo pequeños pellizcos suaves. Empecé a respirar más fuerte de la excitación que me provocaba. Me dijo: Tengo que ponértelos duros para ver bien donde iría la perfo ¿va? Yo solo le sonreí y le dije que sí.
Me los jalo unos segundos hasta que si se pusieron bien duros y me dijo que si quería si se podía y me explico como lo haría. Mientras me explicaba no me soltaba los pechitos y me los sobaba aun. Yo solo lo veía y le asentía con la cabeza. Entonces me dijo: ¿Entonces sí? Solo le dije que sí que estaba bien.
Se volteo para buscar el material y en ese momento le dije: ¿Oye tú puedes perforar el clítoris? El solo volteo y me sonrió y me dijo: Pues claro morrita. Y le dije que estaba pensando en hacerlo también pero que no sabía si se vería bien. Y luego luego me dijo pues tendría que ver también para decirte.
Le dije que estaba bien y me desnude totalmente dejándome solo las calcetas. Me senté en la camilla y subí las dos piernas para abrirle toda mi rajita. Vi que se relamió los labios pero sin decir nada se acercó para inspeccionarme abriendo mis labios con la mano. Me dijo: También te lo tengo que poner durito para ver como iría la perfo ¿eh? Yo solo le asentí.
Empezó a acariciar mi clítoris y, como si fueran también los pezones, a apretarlo poquito y jalarlo. Lo hizo unos segundo y no pude evitar soltar un gemido. El volteo a verme con una sonrisa y yo también me rei y le dije perdón jaja. Me dijo: No está bien morrita es normal. ¿Se siente bien rico eda? Y le dije sonriendo que si. Y me dijo: Si, si estas toda mojada. Y apenas dijo eso me metió dos de sus dedotes gordos de golpe en mi puchita lo que me provoco que me enderezara de golpe y soltara otro gemido y me dio una risita de pena otra vez.
Se me quedo viendo directo a los ojos mientras metía y sacaba sus dedotes de mi hoyito y me decía: Ve que fácil te entran morrita. Como agua jaja. Yo respiraba agitada y gemía un poco. En eso me dijo: Ora si vas a sentir chingon morra. Y rápido se bajó el cierre del pantalón y se sacó su verga dura.
Se me mojo más la panochita solo de vérsela. Unos 17 cm de verga gorda, prieta con la cabeza bien redonda y rosa. Pero lo mejor era que tenía los injertos que se llaman las bolitas del placer. Tenía tres esferitas debajo de la piel en la parte de arriba del pene debajo de la cabeza de su vergota gorda.
No me dejo ni apreciarla bien cuando me la dejo ir de golpe hasta adentro de la puchita y solté un gemido casi grito y se puso a cogerme fuerte. La verdad si me lastimaba un poco pero también sentía demasiado rico así que daba gemidos entremezclados de placer y dolorcito rico.
El agitado me dijo: ¡Eso querías puta! ¡Quería verga la putita! ¿eda? Yo solo le gemía y le decía que sí. Me estuvo embistiendo así unos momentos y en eso me dijo: ¡Bájate y voltéate! Me baje y apoye mis antebrazos en la camilla para agacharme y pararle el culito.
Vi que rápido se quitó los tenis y los pantalones. También vi que agarro el celular y le dije que no que no tomara fotos ni nada pero me contesto: No, no mames solo le voy a mandar mensaje a una cita para que no llegue ahorita jaja. Mientras tecleaba en le cel me metió otra vez su vergota de golpe y se puso a bombearme.
Mientras yo gemía de gusto termino de mandar el mensaje y aventó el cel a la camilla. Me agarro de la cintura y empezó a darme a toda velocidad soltándome nalgadas y diciéndome que era una puta zorra y que me iba a dejar llena de mecos. Yo le decía gimiendo fuerte que me diera asi, duro. Y el obedecía.
Estuvimos varios minutos así bien entrados disfrutando la cogida. En algún punto hasta crei haber oído que alguien entraba y deje de gemir un momento para que no nos escucharan peor él me dijo: ¡No mames pendeja nadie entro jajaja! ¡Tú sigue gimiendo fuerte! ¡Que se note que te gusta mi verga cabrona! Y de nuevo me puse a gemir con ganas para que supiera como me traía loquita y en el cielo.
Después de varios minutos se detuvo y me saco la verga. Yo en ese momento ya estaba completamente acostada en la camilla y mis pies en el piso ya temblaban del par de orgasmos que me provoco. Él se puso al lado de mi cuerpo y cuando iba a levantar la cabeza para verlo puso su mando atrás de mi cabeza y me la bajo otra vez a la camilla y me dijo: ¡Espérate así quédate! Quédate así ¿eh? Y me soltó un par de nalgadas.
Se quedó sosteniéndome fuerte la cabeza con una mano y con la otra me tomo de un brazo y me los sostuvo detrás de la espalda. En ese momento si me asuste un poco porque no entendía por qué lo hacía pero en eso de repente sentí y una verga me penetraba de nuevo de un solo golpe hasta el fondo.
En ese momento si me saque de onda completamente, si veía que él estaba parado al lado mío sosteniéndome entonces quien me estaba penetrando. Empecé a decirle en voz alta: ¡HEY NO MAMES QUE PEDO! ¡QUE PASA! Y trate en vano de levantar la cabeza pero el cabron me sostenía fuerte y no me dejaba. Solo sentía las fuertes embestidas que sabe quién me daba.
El hijo de puta del tatuador solo re rio y me dijo: ¡No mames jajaja tú cállate y disfruta pendeja aquí te surtimos de verga jajajaja! Yo de nuevo trate de zafarme el brazo pero claro que no podía. Y escuche la voz del cabron que me violaba diciendo: ¡Ay sí! ¡A poco no te gusta mi verga pinche puta! Jajaja ¡Si estas toda mojaba no mames! Jajaja.
La verdad es que tenía razón. Yo solo quería saber quién era el que me estaba violando pero la verdad es que su verga se sentía igual o más rica que la del tatuador. También sospechaba que la tenía más grande y gorda.
Le grite al tatuador: ¡YA SUELTAME IDIOTA! Los dos se rieron y él me dijo: Te voy a soltar cabrona pero si gritas o algo te voy a tapar la boca ¿eh? Trate de contestarle que si pero cerré los aojos y al abrir la boca solo me salió un gemido del placer que sentía del cogidon que me estaban poniendo. Ambos rieron nuevamente y que me estaba violando le dijo: Ya suéltala wey yo aquí ya la agarro con la riata jajaja. Ambos rieron y por fin me soltó.
Por fin pude voltear, entre embestidas, a ver quién era. Me sorprendí un poco pero no me moleste para nada. El hijo de puta era el señor de la tiene de tenis que me había recomendado ahí. Cuando cruzamos miradas me sonrió y me dijo: ¿Si te gusta mi verga eda mamita? Mmm pinche culote que tienes. Jajaja.
Yo solo le puse cara como fingiendo molestia, le voltee la cara y me puse inevitablemente a gemir. No quería darle el gusto de que supiera que me gustaba pero era súper obvio que me estaba volviendo loca con su verga. Para ese momento ya la disfrutaba más que la del tatuador. También se sabía mover mucho mejor. Ese señor si era un verdadero cabron para coger.
El tatuador se subió a la camilla hincándose y ofreciéndome su verga a mamar diciéndome: Toma chúpamela ándale. Ya estaba tan prendida que se la agarre y se la empecé a jalar mientras le succionada la cabeza rosita. El señor que me cogía le dijo: ¿No que muy emputada la cabrona? Y Ambos se rieron y el tatuador le dijo: No mames si nomas se hace pendeja jajaja ¡Le encanta la verga a la culera jajaja!
Ya me valía madre lo que dijeran yo solo quería que no dejara de bombearme el cabron. Me provoco un par de orgasmos que me tenían las piernas temblando. De repente empezó a darme con más fuerza y respirando más fuerte diciéndome: ¡AY TE VA LA LECHE CABRONA! ¡AY TE VA! ¡AHHHHH PINCHE PUTA AHHHH! ¡PUTA AHHH! Me ensarto hasta el fondo mientras bombeaba toda su leche hasta el fondo de mi puchita. Yo me saque la otra verga de la boca para gemirle de placer mientras trataba de apretar más mi puchita para mi macho.
El tatuador se bajó de la camilla mientras el otro seguía pegado a mí hasta que dejo respirar agitado y me dejo adentro hasta la última gota. Supuse que el tatuador tomaría su lugar de nuevo para venirse el.
El señor me la saco por fin y admito que me sentí un poco triste porque me hubiera gustado unos minutos más tenerlo adentro. En eso el tatuador dijo: No mames pinche marrano cabron ya me la dejaste toda mequeada jajaja. A lo que el señor le contesto: Ahhh seas pinche mamon pendejo pues que esperabas jajaja. También te la deja ya toda aguada wey jajajaja. El tatuador también rio y yo seguía acostada sin poder moverme del placer jaja.
En eso sentí que el señor me agarro de las dos nalgas y me las abria lo más que podía y el tatuador dijo: Pos no hay pedo ya me la dejo bien babeada. Y en eso sentí que presionaba la cabeza de su verga en la entrada de mi ano. Me levante rápido y le grite: ¡NO ESPERATE POR AHÍ NO!
Ahora el cabron del señor recargo el peso de su cuerpo sobre mi espalada para que no pudiera levantarme mientras le ayudaba la tatuador sosteniendo mis nalgas lo más abierto que podía abriéndome el ano. El tatuador solo me dijo: Ni modo pendeja yo no uso hoyos todos mequeados y aguados jajaja. ¡Así que te la pelas! Y diciendo eso me la enterró un poco rápido y firme sin parar.
No pude evitar soltar un largo ¡AYYYYYYY! De dolor y hasta lagrimitas me salieron de los ojos. Pero me esforcé en no apretar mi ano para que no me doliera más. Cuando estuvo hasta el fondo paro unos segundos y le dijo al señor: ¡UFFFF Así si aprieta la puta jajajaja! El señor también se rio y por fin se quitó de encima de mí.
Me levante y volte a ver al tatuador con cara de dolor y lagrimitas. El pendejo me sonrió y empezó a meter y sacar algo lento. Con cada metida yo solo decía ¡AY! ¡AY! ¡AY! Y en eso me agarro de la cabeza el señor y me dirigió hacia su verga aun semi dura que meneaba con su otra mano diciéndome: Ira límpiamela con la boquita pa que dejes de chillar jajaja.
Hasta ese momento pude contemplar la verga que me había violado. Me sorprendía que un señor gordo, prieto y feo tuviera tan buen pedazo de carne. Debía medirle sus buenos 18 cm bien grueso y prietote con la cabezota negra de champiñón como me gustan. Estaba ligeramente curveada hacia abajo y tenía pelos negros en la base. Ya en ese momento estaba toda viscosa de mis fluidos mezclados con su leche todavía tibiecita.
Me la metí a la boca y me puse a limpiársela tratando de ignorar la incomodidad en mi ano. El mismo me dirija agarrándome de la cabeza. Le dijo al tatuador: Ya dale bien pinche puto ya no puede gritar jajaja. El otro también se rio y empezó a embestirme con más fuerza y velocidad.
De nuevo de inicio me dolió un poco pero la verdad es que en cuestión de menos de un minuto afloje ya bien mi anito y empecé a tener placer. Sentía con cada embestida como se me salía la lechita del señor de la puchita y se me balanceaba un momento para después caer al suelo o mis piernas.
El señor, en una de esas, llevo una mano a mi pucha para cachar el chorro de sus mecos espesos que me escurría de la rajita, y me los llevo a la boca. Yo me puse a lameros de su mano mientras gemía ahora del placer que sentía en mi ano ya acostumbrado a la verga del tatuador.
¡HIJA DE SU PUTA MADRE ESTA SI ES PUTA DE DEVERAS! JAJAJA. Le dijo al tatuador que me embestía cada vez con más ganas. Me estuvo culiando varios minutos en lo que me daban de comer lechita cuando por fin dijo: ¡AHÍ TE VA PUTA, AHÍ TE VA! ¡AHHHHGGGG! Y se me pego hasta lo más adentro que pudo en mi ano y me lo lleno de mecos calientitos.
Se aferró a mis nalgas unos momentos hasta que se vacío todo y por fin me saco su verga. Caí de rodillas por que las piernas ya no me aguantaban y estaba totalmente cansada. Todavía sentía cosquilleo de placer en la puchita.
Los dos parados, todos sudados y con las vergas colgando, se me quedaban viendo sonriendo como burlándose. Se volteo al señor y le dijo: Al principio toda paniquiada la morrita jajaja irala toda orgasmiada ahorita jajajaja. El otro también se rio. El tatuador volteo a verme y me dijo: ¡No sea pendeja morra! Si le dan verga pues ¡disfrútela! Jajajaja El chiste es que te quedes bien cogida jajaja. El otro también se reía y comenzó a ponerse la ropa y le dijo: Ay cabron ya me voy que cerré el local y tengo que abrirlo otra vez.
Se vistió, se despidió y se fue. El tatuador me indico donde estaba el baño. Me metí a componerme un poco. Todavía ahí me metí unos dedos en la puchita para saborear lo que aún me quedaba de leche. El tatuador me había prendido desde que lo vi pero la verdad es que la verga del señor es la que me dejo viendo estrellitas jajaja.
Salí ya vestida y todo y el tatuador me acompaño a la puerta y me dijo: Ya te la sabes mamita cuando quieras que te perforen duro aquí te hacemos el paro jajaja. Yo le sonreí y le di las gracias.
Pase frente al local del señor de los tenis otra vez y estaba atendiendo a un chavito. Me sonrio y le dije que luego volvía con él. Solo siguió sonriendo y me dijo aquí te espero.
Todavía era más temprano que la hora de comida cuando llegue a mi casa y no sabía si llegar o no pero nada más al acercarme vi el carro de un abogado que asesora a mi mamá de vez en cuando. Desde que vi el carro, y con lo que ya sabía, supe que estaban atendiendo a mi mamá jajaja.
Hice lo mío de asomarme por la ventana y mi mamá no me decepciono. Estaba en cuatro en el piso con el abogado, un tipo chaparrito, muy blanco y gordito, todo calvo y lampiño, dándole lo más recio que podía por atrás y mi mamá gozando rico la cogida.
La verdad es que me habían dado tan rico a mi esa mañana que no quise arruinar nada y deje a mi mamá disfrutar. Llame a otra amiga que vivía cerca y le dije que no quería estar en mi casa que si me invitaba a comer y me fui con ella dejando a mi mamá dejar disfrutar su cogida a gusto.


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