Hace un mes terminé con mi novia con la que llevaba 5 años, en realidad es que, aunque teniamos una excelente quimica sexual, había muchas cosas que no funcionaban y una de esas cosas eran sus celos; imaginaba cosas y se hacía ideas que la verdad no tenían sentido, la verdad nunca estuve con nadie más; pero debo confesar que en realidad no teníamos nada en común mas que, nuestra adicción al sexo, podíamos coger como conejos todo el día, pero nunca faltaban las discusiones de celos, a veces interminables…

En parte estoy contento con la decisión que he tomado, porque tanto reclamo termina fastidiandote, pero debo confesar que he estado caliente todo el día y muero de ganas. La verdad es que ella me ha buscado varias veces, y cada que me llama me punza la entrepierna y temo caer y contestarle y terminar en la cama revolcándonos. Aunque me encanta, sus celos hacen que sea imposible tener paz un instante y su desconfianza me desconcierta en muchos sentidos, por lo tanto me he mantenido firme y creo que debo seguir haciéndolo por mi propia salud mental.

Hace unos días, David, un amigo que conozco desde niños, me pidió asilo un par de semanas, pues ya tenía tiempo de continuos problemas con su esposa, con la cual llevaba muchos años y había decidido separarse definitivamente. 

Por obvias razones esa noche que llegó festejamos con una botella de tequila que traía en el poco equipaje que cargaba. El alcohol no es algo que consuma frecuentemente así que procuro tomarlo con precaución… pero, estando en mi casa, y compariendo con un amigo que conozco desde la adolescencia. ¿que podría pasar?. 

La noche fue muy divertida, mientras tomabamos el tequila y entre las risas y las anécdotas, olvidé por un momento la calentura, y así toda la tarde y mucha parte de la noche, se nos fué hablando de mil historias, hasta que nos servimos la última gota. Debo confesar que yo si me sentía bastante mareado, no suelo tomar alcohol, y menos tanto, y estaba tan cómodo tendido en el sofá que terminé quedándome dormido. No supe cuanto tiempo pasó que me quedé dormido, y mas o menos me acuerdo que estaba soñando que me encontraba a una amiga de la secundaria en una plaza llena de gente, y que así de pronto sin más, me abría el cierre, me bajaba los pantalones y me comenzaba a chupar así, en publico, frente a todos mirando, y yo aunque moría de pena, no podía hacerla parar porque era delicioso la manera en la que se lo devoraba, a la vez sabía que vendrían los policías a detenerrnos, pero la manera de chupar de esa niña (con la cual nunca estuve mas que ese día en mi sueño) hacía que no pudiera separarme de su boca. 

Dentro de mi sueño llegó un policía y de pronto me toma del brazo y despierto de un ligero brinco, y hago consciencia que la boca que me está provocando tanto placer no es la de mi amiga del sueño, sino la boca de David dándome un placer inmenso devorándose todo mi tronco completo hasta el fondo de su garganta. Su manera de comerse mi sexo era tan rica que decidí seguir haciendome el dormido mientras disfutaba su lengua retorciendose y lamiendome completito desde los huevos a la punta y después se lo metía hasta el fondo una y otra vez, rozando el glande hasta el fondo de la garganta. Sentía como chocaba su nariz contra mi vientre, lo cual me daba referencia que se lo comía todo, completito. <

Intenté aguantar lo mas que pude, pero su manera de mamarlo hacía que fuera una misión practicamente imposible de soportar durante mucho tiempo, y su lengua rozando incesantemente la punta de mi pene prensado por su boca succionando una y otra vez hicieron que me viniera aún queriendo soportar mas tiempo.  No hubo necesidad de limpiar nada, todo quedó en el fondo de su garganta directo, al finalizar sólo me subió el short y se fue a recostar al otro sillón como si nada después de haberme dado la mejor mamada de mi vida que no me imaginé que existiera.