La sesión comienza al abrirle la puerta a mi Ama.

Ella llega a la habitación vestida con solo una gabardina blanca y zapatos negros de tacón. Su cabello impecable como siempre y con maquillaje muy suave resaltando solo sus hermosos ojos. La recibo solo usando una tanga y mi collar del cual cuelga la cadena que solo ella puede tomar. En cuanto cierro la puerta detrás de ella me pongo de rodillas para besar su mano y le ofrezco tomar su abrigo para colgarlo. Al quitárselo me permito admirar el corsé y minifalda que mi Ama lleva puesto debajo. Al colgar su abrigo nuevamente me pongo a sus pies ofreciéndole el mango de mi correa el cual ella toma con poco entusiasmo y acto seguido me propina una cachetada «Por que tardaste en abrirme»? Mi dueña llegó y ahora soy solo un objeto para complacerla.

Mi Ama camina inspeccionando el cuarto que tome para ella llevándome de la cadena. Yo camino en cuatro patas siguiendo a mi dueña viendo al piso, a donde pertenezco. Cuando termina su inspección se sienta en un sillón colocado junto a una mesa y cruza sus piernas. Inmediatamente comienzo a hacer mi labor, no necesito instrucciones ya que mi Ama me ha entrenado y se lo que tengo que hacer. Comienzo a lamer sus zapatos ya que a mi Señora le gusta que siempre estén relucientes. Lamo con detalle cada centímetro de su zapato izquierdo, ningún punto queda sucio, ni siquiera la suela. Mi Ama cambia la pierna y prosigo con mi tarea. Al terminar mi Señora me comenta que se siente cansada y que requiere un masaje. Camino de prisa en 4 patas hacia el escritorio donde se encuentra la crema que traje para la tarea. Regreso a donde mi Ama para comenzar a aliviar su pesar con un masaje. Me lleno las manos de crema y comienzo a acariciar con delicadeza y fuerza los perfectos pies de mi Señora, masajeo cada uno de sus dedos, cada comisura y enfatizo en la planta del pie, que es donde mi Señora suele tener malestar. Termino mi masaje solo hasta que mi Señora lo indica.

Mi Ama se levanta del sillón, toma el fuete que estaba en la mesa junto y comienza a golpear mi cuerpo. Golpea por que quiere, por que le gusta el sonido de mi piel siendo azotada, golpea por que si. Yo me quedo quieto recibiendo los golpes que merezco, por que soy solo una cosa, un objeto del cual mi Ama puede disponer cuando y para lo que ella desee. Cuando termina con los azotes prosigue a ponerse el arnés que adquirió para su perra y le pone el pene que ella escogió. La visión de mi Ama con el arnés crea una sensación en mi cuerpo que me hace estremecer y eriza mi piel. Se acerca a mi y dice «Sentada». Acto seguido comienza a golpear mi cara con su pene, cada vez mas fuerte. Yo la miro a los ojos ya que a ella le encanta ver mi rostro completo siendo golpeado de izquierda a derecha, una y otra vez. Ahora toma mi cabeza y la empuja de una hacia su pene haciendo que entre en mi boca. Me lastima un poco al entrar ya que su miembro golpea mis labios contra mis diente, pero eso a ella no le importa, me hace comermelo todo de una sola embestida. Hace esto tres veces, cada vez intentando meterlo en mi garganta mas profundo. Después lo saca y dice «Bésalo y lámelo como a mi me gusta». Comienzo a acariciar el pene de mi Ama con la lengua mientras mi ella de vez en vez me golpea con el fuete en el cuerpo dándome instrucciones precisas cuando cometo un error. «Saca mas la lengua», «Bésalo bien!», «Abre mas la boca», «Así perra».

Cuando mi Ama esta satisfecha me toma mis cabellos y me avienta hacia la mesa, «Ahora ponme el condón y ponte en la cama en cuatro». Obedezco. Pongo el preservativo en el pene de mi Señora, pongo lubricante en él y en mi ano y me pongo en 4 en la cama. Escucho el caminar lento de mi Señora hacia mi y siento su mano sobre mi espalda a la altura de mis hombros empujándome hacia abajo, hacia el colchon haciendo que mi cara quede pegada a la sabana. Siento como mi Señora juega alrededor de mi ano, Siento el pene de mi Ama preparandome para poseerme nuevamente. Mi ano palpita y la ansiedad de sentirla dentro nuevamente me hacen sentir volar. Mi Señora comienza a meter su pene lento, saboreando el momento, y yo solo puedo contener la excitación de estar a merced total de mi Señora. Mi Ama mete un poco mas el pene y cuando la punta, lo mas grueso, ha entrado toma con su mano mi cintura y empuja con toda su fuerza su cadera hacia mi. Siento como su gran pene entra de un solo golpe en mi ano hasta que el arnes choca con mis nalgas. El dolor es fuerte, es interno, en todo mi ser, pero el placer también lo es. Nuevamente soy de mi Ama en cuerpo y alma y le estoy dando lo que ella desea. Mi Ama comienza a bombear mi ano una y otra vez, con fuerza, con velocidad, al ritmo que ella desea. Ahora soy solo un ano para que ella juegue. Me empuja nuevamente con su mano hacia abajo, pero esta vez empuja mi cuerpo y hace que quede boca abajo tendido en la cama. Toma mis manos y las pone a los lados. Estoy totalmente tendido, solo levanto la cintura para poder recibir el pene de mi Señora. Ella me ensarta nuevamente y se inclina hacia el frente. Siento sus cabellos rozando mi espalda, su respiración en mi piel. Comienza a embestirme nuevamente, ahora con mas fuerza. «Te gusta perra?», «Esto es lo que querías?», «Eres una puta», «Mira como te entra todo putita!!». Mi Señora disfruta, se le escucha gozar jadeando cuando habla y en un punto, cuando las embestidas son con mas fuerza llega al clímax. Lo se por que se escucha su placer y al mismo tiempo entierra sus uñas en mi espalda y se detiene.

Mi Señora entonces se levanta de la cama y dice ‘Hoy te tengo una sorpresa fifi. Te has portado bien y como premio te permitiré complacer mi deseo… Sentada!». Me levanto de la cama e inmediatamente me pongo de rodillas, sentada, en el suelo. Mi Ama camina hacia la puerta, la abre y alcanzo a escuchar que dice algo. Segundos después un hombre cruza la puerta. Esta vestido de traje gris, zapatos negros, camisa blanca y lleva un antifaz negro. «fifi, el es Bruno y te va a coger».

Mi Ama toma de la mano al hombre y lo lleva hacia donde estoy poniéndolo justo frente a mi. «Ya practicaste conmigo, ahora chúpasela a él». Obedezco. Le quito el cinturón y desabrocho su pantalón mientras mi Ama toma asiento en el sillón. Abro el cierre y me percato que lleva una tanga negra y justo en ese momento mi Ama dice «Sírveme algo y ve de pié, no quiero que siendo tan idiota vayas a derramar algo». Me levanto y camino hacia la mesa de noche en donde tenía preparado de antemano una botella de vodka, hielos y un vaso, solo un vaso. Preparo la bebida y se la llevo presto a mi Ama. Espero a que la pruebe y dé su visto bueno. «Continua». Me camino hacia Bruno y antes de arrodillarme de nuevo escucho «Bésalo». Volteo a ver a Bruno, veo sus ojos a travéz de su antifaz y acerco mi rostro hacia él. Lo beso. El responde. Me excita. Lo tomo de la espalda y lo acerco hacia mi. Escucho una risa ligera de mi Señora. «Que puta eres. Que diría tu esposa si te viera… Quítale la camisa». Comienzo a desabotonarlo mientras le beso el cuello y él responde con lo mismo. «Besa su cuerpo como besas a tu esposa perra». Lleno de besos su torso, su pecho, lamo y chupo sus pezones. Bruno no dice nada, solo algunos gemidos, muy ligeros, audibles solo por mi. Mientras lo lleno de caricias veo de reojo su ingle y noto crecer su pene bajo la tanga. «Parece que a Bruno le gustas… Anda, dale gusto puta» Beso a Bruno en la boca nuevamente y meto mi mano derecha bajo su tanga, tomo su pene y empiezo a masajearlo mientras le bajo la tanga. Bruno responde a mis caricias con otro gemido, ahora mas fuerte, y un poco de humedad brotar de la punta. Me antoja. Me pongo de rodillas y me meto todo el pene de Bruno que puedo en mi boca. Es de tamaño muy similar al de mi Ama y puedo metérmelo todo. Bruno me toma de los cabellos y me indica el ritmo. Yo me lo saco de vez en cuando para lamerlo de principio a fin, para lamer sus huevos y besar su punta. De reojo veo como mi Ama me ve complacida llevando su mano hacia su entrepierna para tocarse sobre su ropa interior. Disfruto al máximo complacer a mi Señora. «Bruno recuestate en la cama bocarriba». Bruno camina y obedece a mi Señora. «Tú incada perra, vas a sentirme mientras se la chupas, como puta que eres». Me pongo en 4 para lamer a Bruno, que tiene una erección descomunal, mientras siento como mi Ama me ensarta de nuevo por detrás. El placer es aun mayor al sentir como choca su arnes con mis huevos colgando. Bruno me toma de los cabellos y hace que su pene llegue al fondo de mi garganta y más allá. Mi Señora para y dice «Ahora boca arriba. Tu Bruno ponte a su lado» Me recuesto boca arriba, abro mis piernas y levanto el culo lo mas que puedo para que mi Señora me pueda penetrar a gusto. Bruno se pone de rodillas al lado de mi cara, pone una almohada bajo mi cabeza y lleva su gran miembro hacia mi boca. Yo giro mi cara y comienzo a mamarlo nuevamente. Mi Señora dice «Mira como te encanta puta!!» y comienza a penetrarme con mas fuerza, yo solo grito con la boca llena de placer con cada embestida de mi Señora. Mi Señora me coge con todas sus fuerzas y nuevamente me siento volar al ver como disfruta mi Ama. «Yo creo que Bruno necesita algo mas para terminar, no crees fifi?» Mi Señora se levanta y dice «Ahora nos cambiamos». Bruno camina, se pone un condón y se posiciona frente a mi mientas mi Señora se coloca donde estaba Bruno. «Quiero ver como te la menten puta. Dale!» Bruno me empieza a penetrar y le resulta fácil ya que mi ano esta totalmente dilatado. Siento su carne latir dentro de mi mientras lamo a mi Señora. Esta vez ella no me mira a la cara, mira como desaparece el pene de Bruno una y otra vez dentro de mi. Bruno me embiste con placer y al poco tiempo da signos de acabar. Mi Señora lo detiene y le dice «En su cara Bruno». Bruno saca su pene de dentro de mí, se quita el condón y comienza a masturbarse al lado de mi rostro. Mi Señora toma mi cabeza y mete todo su pene en mi boca y bombea su miembro en mi garganta. No puedo ver a Bruno ya que mi Ama me tiene volteado hacia ella, pero por sus gemidos escucho que se esta viniendo. Siento su leche llenar mis cachetes, un poco en mis ojos y en mi pelo. Cuando termina mi Señora dice «Eso es todo Bruno» mientras sigue metiéndome fuerte su pene en mi boca. Escucho como Bruno solo toma su ropa del suelo y sale de la habitación. «Muy bien putita, aguantaste». Saca su pene de mi boca y comienza a untarlo con el semen que Bruno dejo en mi cara. «Límpialo» Mi Señora me hace lamerle el pene lleno de semen mientras toma con la mano lo que resta. «Toma». Mi Ama mete sus dedos llenos de leche en mi boca. Siento tanto placer en servir y complacer a mi Ama en su fantasía que lamo sus dedos como loco a lo que mi ama me responde con una cachetada «Ya, suficiente!!».

Mi ama se levanta de la cama. «Sentada!!» Yo me recompongo del placer, me levanto de la cama y me hinco al lado de mi Señora. «Ahora me voy a bañar y después me voy. Cuando salga quiero que limpies todo y te vayas a trabajar fifi. No quiero nada sucio, entendiste?. Mientras te quedas ahí pensando en lo afortunada que fuiste al participar en mi fantasía y en lo mucho que me debes por haberte dado placer que no te mereces. Eres una perra, pero de vez en cuanto te tengo que premiar». Mi Señora se mete a la regadera mientras yo permanezco en mi lugar. Escucho como sale del baño, se seca y se arregla un poco. «Mi abrigo». Camino en 4 patas hacia donde colgué el abrigo de mi Señora, lo tomo y se lo doy. Mi Ama me da una cachetada de regreso «Para que no me olvides fi» y mi Señora sale del cuarto.