tenia 14 años y estaba solo en mi casa cuando desperté en la mañana y sabiéndome solo me dirigí al refrigerador en truza al estar viendo que comer repentinamente me sentí invadido entre mis nalgas era el hocico de negro por instinto voltee y di una patada y voltee y al ver a negro comenzó a correr por toda la cocina como siempre me puse a jugar con el. pero esta vez era distinto ya que me tiraba mordidas y con gran velocidad me tomo de la truza y de un tirón me rompio de un costado la truza y por miedo me quede quieto pensé que lo había hecho enojar lentamente se acerco y comenzó a olerme yo no hacia nada y de repente me vuelve a tomar la truza y me lo rompe sentia sus jadeos en el culo y corrí al cuarto brinque ala cama pero el también no creía que negro me quisiera coger pero debo confesar que al arrancarme la truza me excite me quede quieto y acabo por quitarme lo que quedaba de truza y comenzó a darme lenguetazos en el culo que me quería morir después de cinco minutos se monto encima de mi y me buscaba el ano sin atinarle le ayude un poco y me lo clavo empezó a bombear con una velocidad increíble y repentinamente se detuvo nos quedamos quietos y sentí un dolor indescriptible sentí que me partían en dos me levante rápidamente adolorido y asustado por que me sangraba el ano y al ver a negro tenia una enorme bola del tamaño de una toronja y jamas volví. a jugar con un perro ni hacer nada raro. después el rasguñaba mi puerta y lloraba pero le deje bien claro que no mas