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marzo 3, 2018

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Mi primer amante

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Hola, volví para contar más relatos. 

Este texto es la continuación de Super anal con mi profe y sus amigos.

En ese relato, les comenté que Sergio, el que tenía la verga más grande de los tres que me estaban cogiendo, me dio su correo electrónico para que le escriba y nos sigamos viendo a escondidas de Pablo, mi profe y novio…

Le escribí a Sergio en cuanto pude, le envié un mail diciéndole que me gustó mucho haber estado con él, que su verga me volvió loca esa noche y me gustaría volver a probarla. 

Pasaban los días y el no me contestaba, así que supuse que no quería saber nada más de mi, de repente, mientras estaba chateando con amigas, me llega un mail de él, con una foto de su gran verga, en el texto del mail me pasa su teléfono y me pide que lo llame.

Ese mismo día a la noche decidí llamarlo, me conto que no podía parar de pensar en mí y tenía muchas ganas de verme, le dije que yo también tenía ganas de verlo así que acordamos en vernos el fin de semana, ir a jugar al pool, luego a bailar y si la noche se prestaba ir a su departamento. 

El fin de semana llegó, nos encontramos en la plaza, el tenía coche así que apenas subimos nos dimos un beso en la boca. Yo llevaba puesto un vestido de esos que se usan sin sostén, una tanga chiquita, y sandalias. 

Fuimos a jugar al pool, el lugar estaba oscuro y había música fuerte, así que aprovechamos a besarnos con pasión. El aprovechaba a meter la mano bajo el vestido, y meterme los dedos en la conchita húmeda. Me hacía sentar en sus piernas y al oído me decía que no veía las hora de cogerme, fue ahí que dejamos el juego y nos fuimos directamente al departamento de él.

 Bajamos del auto, nos besábamos en el ascensor con mucha calentura, abrió la puerta y lo primero que hizo fue agarrarme fuerte de los pelos, escupirme la cara, darme una cachetada y tirarme al piso de manera muy agresiva, luego me grito, me dijo que no me moviera del piso mientras el cerraba la puerta y se desnudaba. 

Una vez desnudo, me levanto de los pelos y empezó a romper el vestido que llevaba puesto, mientras que hacía eso me escupía la cara y seguía pegándome, está vez además de recibir golpes en la cara, me pegaba en la cola y las tetas. 

Yo estaba asustada, pero no decía nada, igualmente toda esa situación de violencia me re calentaba. 

Me dejó solo con la tanga puesta, yo estaba toda colorada de tantas cachetadas y super mojada. 

Se fue a la cocina y trajo dos pepinos grandes, me obligó a ponerme de cuatro, me chupó el culo y luego sin aviso me metió uno de los dos pepinos en el culo, yo gritaba y trataba de escapar de la situación. Lo metía y sacaba cada vez más rápido y con fuerza, logro meterme todo el pepino adentro del culo. Yo estaba sorprendida, él no paraba de darme nalgadas y decirme que era una linda putita. 

Estuve como 5 minutos con el pepino adentro del culo, se me salió solo cuando se paró delante mío, me agarró de los pelos y empezó a pegarme en la cara con su verga dura y grande, luego la metió en mi boca, yo no podía respirar, sentía que me ahogaba, que iba a devolver. Al cabo de unos minutos, sacó la pija de mi boca, me agarró del cuello, me llevo a una pared, me dio la vuelta y metió la pija sin condon en mi culito. Me cogió bastante en esa posición, parecía que le gustaba, ya que con una mano me agarraba del cuello y con la otra de la cintura. Yo estaba que no daba más, todo lo que me hacía me dolía pero me encantaba. Antes de acabar en el culo, sacó la pija y me la metió en la boca. Yo trague todo el semen, no paraba de chuparsela. 

Una vez que acabó, me dijo que me masturbe hasta que yo también acabara. Lo hice y luego nos fuimos a bañar juntos. 

Salimos del baño y me invitó a su dormitorio, tenía una cama grande, así que nos acostamos desnudos. Dormimos un rato, yo me desperté antes que el, así que fui al baño. Al salir del baño justo me lo cruzó en la puerta y me pide que me meta a la ducha nuevamente, pensé que quería bañarse de nuevo, pues hacía mucho calor. 

Para mi sorpresa me pidió que se la mamara, yo por supuesto accedí y cuando se la estaba chupando empecé a sentir algo caliente, pensé que estaba acabando, pero no! El hijo de puta me estaba orinando en la boca, cuando me di cuenta él me agarró de los pelos y no dejo que me escapara, llegué a tragar pis y casi ahogarme. Sacó la verga y siguió orinandome en la cara y en todo el cuerpo. Yo no sabía si irme porque ya me parecía demasiado lo que me estaba haciendo o quedarme, pues todo eso me calentaba sobremanera. 

Luego de esa situación, nos bañamos nuevamente y mientras lo hacíamos me dio la vuelta, metio su verga en mi culo y comenzó a cogerme de nuevo, me encantaba que lo haga, lo hacía fuerte, me calentaba mucho que me coja y sentir el agua de la ducha. Le pedía desesperada que me la meta más fuerte, que me pegue, me re excitaba el dolor, hasta que me acabo en el culo, está vez luego se llenarme el culo de leche, me hizo pis adentro del culo. No saben el placer que se siente, no saben como yo estaba, derretida por esa pija, por el pis y la leche. Tenía esas tres cosas en mi culo, no daba más. Quería que además de eso me siga pegando y escupiendo, quería que me agarré más fuerte del cuello y que así sea toda la noche. El orgasmo que tuve en ese momento nunca antes lo había tenido, era chica, claro, pero podía jurar que como él nadie me iba a coger jamás en la vida. Termino de cogerme el culo y de tan alzada que estaba le chupe la pija un buen rato, hasta que se le quedó blanda. Salimos del baño y fuimos de nuevo al dormitorio, ahí nos acostamos un rato más.

A las dos o tres horas el me levanto con ganas de más, así que trajo 6 broches, o pinzas de esas que son para colgar la ropa, y me puso uno en cada pezón, a los demás me los puso en los labios de la vagina, dos de cada lado; ahí empezó a chuparme la conchita y meter la lengua. Yo estaba excitadisima, le pedía que me coja de una vez por todas. Entonces sacó los broches, agarró mi tanga la metió en mi concha y después metió su verga, estaba tan caliente que no me dolió, le pedí que se acueste boca arriba para subirme y cabalgar como una yegua puta sobre su gran pija. Empezó a morderme y pellizcarme los pezones. Me dolia, pero no podía pedirle que parara, mientras hacía eso me metía un dedo en el culo, se imaginan que yo quería morir ahí cabalgando. Terminamos juntos, por supuesta el me acabó adentro, no uso condón pero al otro día tome la píldora de emergencia.

Antes de irme de su casa me dijo que conmigo cumplió su fantasía, que estaba contento y no quería dejar de verme. Así que este iba a ser nuestro secreto. Yo le dije que cualquier fantasía que quiera cumplir, yo iba a estar disponible. 

Desde esa noche con Sergio nos vemos cada tanto y yo disfruto tanto que se saque las ganas conmigo… 


Relato editado el 04/03/2018

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2 respuestas

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