Me deje seducir por un negro magnífico, a pesar de estar casada. Lo que nunca imaginé es que sería completamente dominada por el y el gran placer que me daba con su enorme y grueso pene.

Una tarde mientras me cogía mi hijo de 16 años llegó a casa y se desnudo y metió al natural a la piscina. Jhonny, mi amante me dijo que daría cualquier cosa por gozarse el lindo trasero de mi hijo. Tuve en ese momento un orgasmo tremendo y empece a volverme loca de lujuria con la idea de ver el bello y juvenil cuerpo de mi hijo rubio, bajo el viril, fuerte, y oscuro cuerpo de mi amante.

Así que empecé a trabajar a mi bello hijo y un mes después lo convencí de probar el sexo con otro hombre.

Jhonny fue muy sensual y tierno con mi hijo, y lo dilató sin premura. Mi hijo estaba muy excitado y temblaba de miedo y deseo cuando Jhonny se montó sobre él. Tomé la mano de Jean y el me la apretó. Le pedí que me mirara a los ojos y vi el momento en que perdió completamente su virilidad. Mi esposo estaba de viaje y al Jhonny acabar en el cuerpo de mi hijo, los bese a ambos y les dije que los dejaría solos para que se disfrutaran sin ninguna cohibición. Le dije a Jean: Mi vida, has todo lo que Jhonny te pida, ahora eres su hembra, ya nunca volverás a ser un hombre.

Oí toda la noche los gemidos de placer de mi hijo y mi amante y me masturbé imaginando lo que disfrutaban.

Desde ese día Jean duerme al menos una noche con Jhonny, quien lo ha ido feminizando y afeminando a voluntad, exhibiendolo publicamente como su hembrita, lo cual vuelve loco a mi hijo de deseo.