Por

Anónimo

noviembre 23, 2023

1076 Vistas

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Los jefes

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Por aquel entonces tenía ligues pero nada serio, ya había tenido mis incursiones en el sexo bisexual y evidentemente me gustaba así como la práctica de usar lencería incluso travestirme completamente. 

El matrimonio era muy agradable tanto físicamente como en el trato y me sentía muy agradecido en todos los sentidos. 

La mujer sobre el uno setenta de altura con un cuerpo muy agradecido culazo y algo ancho en caderas pelo color caoba largo unos ojos muy profundos boca muy sensual unos generosos pechos. 

El hombre poco más alto que ella delgado pero abogadoso que ella pelo canoso delgado y fibroso. 

A la hora del cierre normalmente las conversaciones tanto como el hombre con la mujer se Iván muchas veces por si tenía novia amiga y poco más que mi vida privada que yo contestaba con total soltura sin preocuparme en absoluto de si había segundas intenciones. 

A los dos meses y medio más o menos cuando cerraba con ella la cosa se ponía excitante para mí, ya llevaba un tiempo que me agradaba como mujer y solía fijarme en sus meneos a la hora de barrer o fregar o incluso cargando las cámaras frigoríficas, yo creo que ella se daba cuenta y lo hacía todavía más a propósito, llegando a ponerse más cómoda de ropa por consiguiente más provocadora. 

Fue una noche en concreto en que a última hora cuando la puerta del bar ya estaba cerrada se cambió y se puso un vestido sin sujetador que dejaba a las claras sus pechos bien expuestos, mis ojos no paraban de mirar aquellos suculentos pechos que ella exhibía, hasta que cruzando las miradas ella se rió diciéndome que si me gustaban sujetándolas con ambas manos. 

Tierra trágame pensé me puse colorado y volví la cabeza para no contestar mientras ella se acercó tras de mí me volvió a hacer la pregunta. 

Al volverme le dije que sí que tenía un bonito cuerpo y que estaba muy bien para su edad contestándome ella que casi podía ser mi madre. 

Me siento muy halagada no sabía que producía ese efecto en ti, y me parece muy interesante. 

Yo enseguida le dije que una cosa es que me llamase la atención y otra engañar a su marido ya que me parecía una bellísima persona. 

Seguimos recogiendo el bar y a la hora de salir ella besó mis labios tiernamente haciendo yo lo mismo. 

Aquella noche no pasa absolutamente nada más y yo me fui con un calentón de narices a casa sin saber exactamente por qué había correspondido su beso y si lo había hecho bien o había metido la pata hasta el fondo. 

Al día siguiente entre antes de que llegase ella compartiendo parte del turno con su marido que evidentemente estaba tan agradable y bromista como siempre, cuando llegó su mujer se dieron el beso habitual, y para mi sorpresa cuando él se dirigía al almacén hizo lo propio conmigo quedándome yo completamente paralizado. 

El turno de trabajo fue realmente duro ya que ella no perdía ocasión para rozar su cuerpo con el mío o tocarme el culo añadiendo miradas y algún que otro beso furtivo. 

Cuando cerramos y empezamos a recoger la mujer fue el tema sexual como te gustan las mujeres que te gusta hacer con ellas si tenía mucha experiencia, contestaba con monosílabos intentando casi escurrir el bulto pero a la vez con una gran excitación por todo aquello más saber que ella se había vuelto a poner el vestido dos del día anterior para provocarme. 

Cuando ya estaba todo recogido y fui al almacén a recoger mis pertenencias ella se quitó el vestido por la cabeza quedándose en frente de mí pude contemplar aquel cuerpo cubierto por unas braguitas blancas, el bulto en mis pantalones se hacía evidente y estaba quieto como si me habrían plantado allí mismo llegando ella hasta mí me dijo. Jefa_ bueno ahora las puedes ver completamente qué te parecen te gustan quieres tocarlas. 

Yo_ me gustan mucho me encantaría tocarlas pero creo que sería una traición hacia tu marido. 

Jefa_ qué chico más modosito y se rió. 

Dio un paso más al frente y sus labios se juntaron los míos y su lengua entró a mi boca momento en que ya perdí la noción de lo que estaba haciendo y empecé a besarla con auténtico frenesí durante varios minutos acaricié aquel cuerpo mientras los entregamos saliva mutuamente. 

Jefa_ por qué no te quitas la ropa hace calor. 

En aquel momento había perdido cualquier tipo de resistencia y me desnudé completamente dejándome simplemente las deportivas. 

Me acerqué a ella y agachándome fui bajando aquellas braguitas apareciendo va ante mí un apetecible coñito depilado muy brillante por la humedad que destilaba unos grandes labios vaginales y un abultado clítoris mirándole a los ojos y en aquella misma posición empecé a besar sus inglés para llegar a su apetitoso coño que bese y empecé a lamer sacando sus primeros suspiros hasta que sentándose en una silla abrió sus piernas para mostrarme todo aquel manjar que deguste durante un buen rato hasta conseguir un orgasmo que me llenó la cara de flujo completamente. 

Jefa_ bueno hasta aquí hemos llegado vístete. 

Salimos del local sin cruzar una palabra más que el buenas noches. 

Al día siguiente no sabía si mirarle a la cara a mi jefe y él como siempre tan simpático y bromista hasta que llegó su mujer y se marchó. 

Mi jefa no se mostró como el día anterior sino como siempre discreta y provocándome lo justo con alguna bromita y poco más. 

A la hora del cierre todo transcurrió de lo más normal y cada uno a su casa. 

Dos días de fiesta y cambio de turno coincidiendo con el cierre y mi jefe. 

Todo transcurría normal hasta que terminamos de hacer todos los trabajos. 

Momento en que mi jefe se fue al almacén y pude oír como se estaba dando una ducha, bueno jefe hasta mañana me voy. 

Jefe_ espera un momento. 

Los cinco minutos que esperé a que saliese la ducha se me hicieron eternos pensando por qué me había hecho esperar, pero me quedé de una sola pieza cuando apareció secándose la cabeza con una toalla y mostrándome su cuerpo al desnudo, me gire por educación. 

Jefe_ no has visto nunca a un tío desnudo. 

Yo_ sí claro alguno he visto. 

Jefe_ pues entonces no te des la vuelta…………… bueno me tienes que contar algo. 

Yo me puse rojo tragué saliva no sabía dónde meterme de mis ojos salían lágrimas, mi jefa la había contado lo que había pasado evidentemente o por lo menos eso es lo que parecía, me quedé callado sin saber que decir. 

Jefe_ no seas tan tímido ahora, creo  que me porto bien contigo y el sueldo no está mal. 

Yo_ sí sí sí te portas muy bien conmigo y el suelo está bien. 

Jefe_ entonces qué pasó el otro día. 

Yo_ lo siento muchísimo perdí la cabeza e hice algo que no debía hacer lo siento lo siento de verdad no debió pasar nada es que su mujer. ……. se quedó en bragas y. . 

En ese momento me cortó.

Jefe_ en ese momento me soltó de repente un tortazo que aunque no fue demasiado fuerte me dolió por quién me lo daba añadiendo que estas insinuando que mi mujer es la que te ah provocado. 

Yo_ no no.. ….no supongo que fui yo que perdí los papeles y se me nubló la mente. 

Jefe_ entonces por lo que yo entiendo es todo culpa tuya no. 

Yo_ sí claro no tiene la culpa a tu mujer. 

Mi jefe se sentó en la misma silla que unos días antes se había sentado a su mujer y abriendo sus piernas completamente se recostó en el respaldo yo miraba tanto sus ojos como su verga, pensando que de alguna manera este posiblemente pretendía que yo le hiciese sexo oral aquella polla ocultaba el capullo y estaba completamente depilada. 

Fueron solamente unos segundos en los que pensando aquello hoy la voz de mi jefe que me sonó completamente distinta. 

Jefe_ bueno a ver como se te nubla la vista y a ver lo que sabes hacer. 

Todo esto lo dijo moviendo su mirada hacia su entrepierna yo estaba paralizado y no le contesté. 

Jefe_ además por lo que yo sé te quitaste toda la ropa o sea que desnúdate completamente. O si lo prefieres deja las llaves del bar y preséntame una carta de renuncia a tu trabajo. 

Era ya todo un chantaje en toda regla ya que estaba con un préstamo y el trabajo lo necesitaba sin contestarle me desnudé completamente y me acerqué hacia dónde se encontraba él y poniéndome de rodillas empecé a pasar la lengua primero por sus testículos subiendo por aquel falo hasta descubrir con mi boca su capullo y ver como aquella verga empezaba a crecer dentro de mi boca y sacando la pude ver un brillante y cabezón capullo. 

Mientras tanto mi jefe empezaba a suspirar y a tener la respiración más agitada mientras me decía que lo hacía muy bien que estaba claro que era un auténtico chupapollas, yo seguía con mi felación haciendo que se sintiese lo más satisfecho posible. 

Jefe_ mira por donde que me va a comer la polla todos los días en diferentes turnos, ya veo que no es la primera que te comes y que te gusta hacerlo. …… verdad? 

Yo_ sí claro jefe haré lo que me diga y sí ya había probado otras pollas. 

Mis palabras debieron alentarle porque me sujetó por la cabeza y moviendo sus caderas empezó a hacer movimientos para follar mi boca dándome auténticos pollazos que me hacían tener arcadas hasta que parándose sentí un torrente de espesa leche caliente que tuve que tragar hasta la última gota mientras que él bufaba como un toro y me alentaba a no dejar caer una sola gota. 

Después de aquello él se vistió y yo hice lo mismo saliendo los dos por la puerta y despidiéndonos con un buenas noches. 

Los siguientes días y semanas transcurrieron todos los días haciéndole una mamada y terminando de eyacular en mi boca, daba igual el turno que tuviese. 

Mientras que con mi jefa, las cosas transcurrían digamos que normales si no fuese por que ella sabía lo que todos los días yo hacía con su marido y me preguntaba sobre si me gustaba. 

Yo evidentemente contestaba que sí y ella me decía que siguiese por ese camino. 

Pero a la vez ella también me solía preguntar sobre mi bisexualidad y experiencias teniendo conversaciones las noches en que cerrábamos juntos en las que yo le contaba mis íntimos secretos, ella seguía siguiéndose cambiándose delante mía y mostrándome su cuerpo más de un día simplemente con unas braguitas pero sin llegar a ofrecerme su sabroso y húmedo coño. 

Jefa_ seguro que estás muy sexy con ropa interior femenina y vestida de putita colegiala. 

Bueno ya sabes que es algo que hago en la intimidad. 

Llegando las fiestas de carnavales mi jefa me propuso que fuese a trabajar vestida de colegiala uno de los días y por supuesto con lencería femenina por debajo. 

La propuesta me pareció más que excitante pero lo de llevar lencería ya me parecía un tanto arriesgado pero accedí a la proposición. 

Para mi sorpresa la ropa peluca y calzado me lo compró mi jefa comentándome que sería una sorpresa para su marido. 

El día señalado fui con un nerviosismo total hacía bastante fresco pero aún así fui contorneado mi cuerpo desde el coche hasta mi trabajo cuando entré estaban ambos ya que siendo días especiales íbamos a hacer algún turno los tres juntos. 

La pareja me piropeó haciendo comentarios sobre lo sexy que estaba y levantando la falda Comprobar la lencería que llevaba estando el bar todavía cerrado fue mi jefa la que delante de su marido me metió la lengua hasta la campanilla dejando bello hacer y cruzando la mía con la suya. 

Jefe_ ya me estáis engañando de nuevo ven aquí putita. 

Cuando me gire mi jefe me dio un morreo de campeonato cosa que también me sorprendió mientras se soltaba el cinturón y bajaba la cremallera para bajarse los pantalones y mostrarme su verga ya semi erecta. 

Jefe_ enséñale a tu jefa cómo te gusta comer verga. 

Yo sintiéndome como una auténtica puta le contesté que sí y agachándome me puse a comerme la verga con auténtica gula durante unos minutos hasta que este me dijo que parase. 

El turno transcurrió bastante excitante ya que cuando los clientes no veían tanto el hombre como la mujer me sobaba del culo por mi corta falda y de vez en cuando me hacían ir al almacén para que dos besásemos e incluso practicase sexo oral tanto a uno como al otro y para mi sorpresa mi jefa debajo del vestido que llevaba de India no llevaba bragas al igual que mi jefe llevando un traje de escocés tenía su verga completamente liberada. 

Ya la tarde me fui yo un rato a casa cuando volví se fue mi jefe y viniendo este se ausentó mi jefa así hasta el cierre. 

A última hora en el bar quedaron dos hombres mi jefe y yo. 

Mientras estaban tomando un último trago nosotros íbamos adelantando trabajos con las persianas bajadas y las cortinas corridas. 

Estos clientes yo no los conocía pero mi jefe parecía que sí ya que de vez en cuando delante de ellos apretaba mis nalgas por debajo de mi falda y haciendo el comentario sobre el culito que tenía. 

A su vez los dos hombres asentían y comentaban que estaría para comérselo. 

Jefe_ toda a su tiempo yo todavía no lo he estrenado. 

Los dos hombres se fueron para el almacén mientras yo mirando a mi jefe comprendí que aquella noche seguramente  ocurría algo distinto al habitual. 

Mi jefe se arrimó a mí dándome su boca entregándome yo a los caprichos de él mientras me sobaba y me acariciaba el culo así estuvimos unos instantes luego me dijo que estos eran unos amigos y que tenía que portarme como una auténtica putita ya que a ellos me tenía que entregar. 

Me quedé sin palabras mirándole a la cara mientras me hacía la mimosa besando sus labios, pude musitarle que le pertenecía y que haría lo que quisieras conmigo. 

Fuimos al almacén donde había inflada una colchoneta y los dos hombres estaban sentados allí recién duchados y completamente desnudos mientras se tocaba el sus vergas pollas más o menos sobre diecisiete centímetros ambas con bastante grosor al igual que la de mi jefe. 

Mientras mi jefe se desnudaba para dirigirse a la ducha me  invitó a complacer a sus amigos estos rondaban también los cincuenta años uno de ellos tenía auténticas pintas de chulo mientras el otro era más normal se les veía personas cultas y de posición elegantes cuando me acerque a la colchoneta fue el más chulo el que cogiéndome por la nuca me incrustó la lengua hasta la garganta y estrujaba mi culo mientras compartía saliva con él. 

Mi mano fue dirigida hacia la verga del otro hombre para que la sintiese dura y palpitante mientras el que me besaba ya buscaba mi entrepierna por dentro las braguitas. 

Fue el turno del otro amigo el de besarme mientras ahora su amigo deslizaba mis braguitas para dejar mi culo al aire y amasarlo con ambas manos. 

Los dos hombres sentados en la colchoneta me ofrecieron sus vergas para que alternarse con mi boca cosa que hice durante un cuarto de hora mientras mi jefe sentado en la silla de siempre se tocaba su verga luego fue mi turno ya sin mis braguitas uno se dedicaba a comer ver mi polla ya bien crecida mientras el otro hurgaba en mi agujero con su lengua cosa que me citó muchísimo y hacía que de mi boca saliesen pequeños gemidos. 

Colocada de a cuatro fue mi jefe el que untando un poco de lubricante apoyó su verga en mi esfínter y empezó a presionar  enseguida sentí como aquel gordo capullo traspasaba el umbral de mi esfínter y sin detenerse como sus pelotas tocaron las mías parándose un instante hasta coger aire para empezar a meterla y sacarla y subir el ritmo cada vez más mientras los otros dos hombres me daban sus vergas alternativamente así durante diez minutos aproximadamente hasta que mi jefe bufando como un auténtico toro la sacó dejándome un gran vacío que ocupó rápidamente el más chulo de los dos mientras me tragaba toda la lechada de mí jefe atracantándome con su verga hasta que exprimió la última gota. 

Ahora seguía chupando la verga del otro amigo mientras el chulito embestia con fuerzas sujetándome por las caderas y alardeando que me estaba haciendo mujer sus embestidas se iban acelerando a medida que sus palabras eran más lascivas y ofensivas hacia mí llegandome a excitarme por el mero hecho de estar complaciendo a tres machos. 

Enseguida empezó a sentir la respiración más agitada de el que me estaba dando por el culo avisándome que me lo iba a meter todo en la boca hasta que sintiendo el gran vacío que su polla dejó mi culo y ocupándola a su compañero la trajo hasta mi cara donde apuntando a mi boca abierta empezó a echar los primeros chorros salpicando mi cara y entrando alguno en mi boca para luego recogiendo aquella leche de mi propia cara con su boca fundirnos en un beso largo y profundo mientras seguía sintiendo las embestidas con dureza. 

Pocos minutos después este también abandonaba mi ya adolorido culo para haciendo lo mismo que su amigo regarme la cara y llenarme con su leche y su polla mi boca para luego de la misma manera fundirnos en un apasionado beso de leche. 

La noche terminó ahí ya que al día siguiente era otro día de trabajo, yo salí por ahí todavía un par de horas para ver el ambiente llegando a casa y quitándome aquella ropa y pegándome la buena ducha me sentí más que satisfecha masturbándome hasta correrme y bebiéndome mi propio esperma. 

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Una respuesta

  1. helenx

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