Espero como siempre la llegada de mi amado marido, es guapo (para mí), alto, moreno, cara varonil, ojos de noche oscura, estamos casados hace tres años luego de un tormentoso noviazgo desde la facultad donde era profesos ayudante de una cátedra de mi carrera, así nos conocimos, yo atractiva, sexy, no bonita pero con un cuerpo deseable había tenido mis experiencias sexuales desde joven, sí, soy una mujer que ama el sexo.

Nuestra primera vez fue excelente pero luego no me habló por varios días, yo pensé que no había resultado de su gusto y ya!

Un día llegué a mi departamento, yo era de provincia, y allí estaba esperándome, Lo invité a entrar y sin preámbulos me desnudó en la sala de estar e hizo lo propio y fue un sexo fantástico que me sacó varios orgasmos. Al venirse él se quedó así un rato, silencioso, luego me dijo:

«¿Por qué no me dijiste que eras una puta?»

Me despegué de su cuerpo y lo miré furiosa.

«No soy puta!»

«No eras virgen!»

«No, y ¿cuántas vírgenes pueden haber a mi edad? Me gusta follar sí, pero no cobro, ni voy por ahí de cama en cama de cualquiera! Idiota!» y con la mayor dignidad me quise vestir, pero lo impidió y llevándome a la cama me dijo que por esa noche iba a ser suya!

Eso ocurrió muchas veces, hasta que un día me dijo que estaba enamorado y quería casarse, vino toda la parafernalia que eso conlleva y ya fuimos marido y mujer

Y aquí estamos, él me ha dicho que lo que le eleva su deseo es verme deseada por otros, hasta ahí bien, salíamos yo con transparencias y minis, o calzas pegadas a mi cuerpo e íbamos a bailar en lugares atestados, no faltaba el que me daba un agarrón en el culo o que me acercaba su paquete por atrás, de ahí a casa y sexo genial! Pero desde hace un año, tras una fuerte discusión y amenaza de abandonarme me ha transformado en la puta de su peña de amigos, solo sexo oral y manoseos mientras el me folla, he aceptado porque estoy loca, loca de amor por él.

Nunca me advierte cuando, solo llega y me dice:

«Prepárate, vas a putear»

Y vamos a un departamento donde ya se han juntado los demás, son 5 íntimos y comparten una vez a la semana a sus mujeres como a mí, unos tragos antes de iniciar la función y a la acción, de cada uno debo beber su leche, cada uno me babea las tetas, me meten dedos en el agujero que no usa mi marido y gozamos todos!

Mientras no se le ocurra hacerme follar con desconocidos…