Siempre me gusto Edith la esposa de mi amigo Miguel pero el dia que dimos una fiesta de aniversario me enloquecio con su vestido ajustado que resaltaba su culo redondito y sabroso, asi como sus deliciosa piernas. Me puso cachondo y pase volteando a verla cada vez que se sentaba o se ponia de espaldas. Ella se dio cuenta pero ya sabia que yo quería echármela desde hacia mucho tiempo y la verdad estaba acostumbrada a mis miradas y a mis sonrisas acosadoras. Por fin, sobre la medianoche, Miguel se sento con unos amigos a ver unos videos musicales y Edith salio a la terraza, cosa que aproveche para acercármele.

-¿Necesitas compañía?

-Como no te pongas con alguna impertinencia..

-¿Como qué por ejemplo?

-Ya sabes: cosas machistas e irrespetuosas hacia nuestro matrimonio.

-Anda sé sincera: te gusta sentirte deseada y que otros quieran encamarse contigo.

-Ya empezaste.

-Especialmente ese culito tan rico. ¿Sabes? Cuando lo penetre será una experiencia que jamas olvidaras nena.

-Estas borracho. Mejor voy con los demás.

Efectivamente me encontraba pasado de tragos pero no quise dejar pasar la oportunidad de dejarle claro las ganas que le tenia, asi que la tome del brazo antes de que se retirara.

-¿Es eso? ¿Preferirias que estuviera sobrio y te sedujera hasta partirte el culo como nunca te lo ha partido Miguel ni nadie?

-Ya quisieras. Solo a Miguel se lo he permitido y a nadie mas se lo permitiré, especialmente a un amigo tan falso y tan repugnante como tu.

-¿No me lo permitirías?

-Jamas en la vida y sabes que no tienes oportunidad alguna. Ahora suéltame que quiero que tu amigo Miguel me lleva ya a casa para penetrar todos mis orificios.

Se me paro la verga y me entraron unos celos incomprensibles al escucharla decir eso. Las solté y le adverti.

-¿Sabes? Queria hacerte disfrutar pero ya no: me asegurare de que te duela hasta hacerte sangrar ese culo nena. Es una promesa.

Durante los siguientes meses no volvi a ver a Edith. Crei que tendría problemas con Miguel pero el siguió viniendo con la misma regularidad de siempre y nunca tuvimos una platica al respecto, ni siquiera cuando estuvimos ambos ebrios. El tiempo paso y me resigne a que no se me haría pero un buen dia llego un amigo, profesor de la universidad y se puso a contarme de sus aventuras con las estudiantes. Me enseño algunas fotos y me dijo que la que mas le había gustado era una con boca de puta y culo perfecto a quien se la había follado varias veces. Me mostro una foto que le tomo mientras se la cojia por el culo y me gusto tanto que le dije que quería ver la carita de esa zorra tan rica. Disimule como pude pero casi me caigo del asombro. Mi amigo no se dio cuenta pero yo necesitaba robarle esas fotos de su teléfono. Era mi obsesivamente deseada Edith. Aproveche cuando fue al baño y logre pasar tres fotos calientes a mi teléfono incluyendo dos en que se reconocia claramente su carita de puta.

-¿Que tengo que hacer?

-Tu nada. Yo haría todo nena.

Estaban a punto de adquirir una casa inmensa y si yo lo arruinaba, de seguro Miguel echaría atrás en la empresa y posiblemente seria el fin de ese matrimonio.

-¿Y que garantía tengo de que no volveras con este asunto otro dia?

-Mi amor yo solo quiero partirte el culo hasta dejártelo como tubo de desague. Tienes mi palabra de caballero que después de esto no volveré a molestarte nunca mas. Ademas Marlon no sabe y si esto se prolongara, su matrimonio también correría peligro y yo no quiero que le ocurra eso a el ni a Miguel.

-Vaya: que gran amigo eres. Realmente me conmueves.

-¿Entonces? ¿Si o no?

-Ok. ¿Cómo hacemos?

-Ven a mi casa el martes. Y asegúrate de ponerte una falda bien finita y un hilo dental… que sea negro por favor. Yo me encargare del resto mi amor.

-No vuelvas a decirme �mi amor� y te garantizaras tener lo que quieres.

Me puse duro como piedra. Colgue, abri sus fotos y me hice un par de pajas imaginando que penetraba todos sus orificios.

Edith llego exactamente como quise. Le ofreci tequila y champagne peor no quiso nada. Entonces me puse a tocar sus senos y su conchita ella no reaccionaba entonces la bese pero no me respondio, asi que meti mi cabeza entre sus piernas y me puse a besar y a pasar la lengua encima de la tanguita. Al rato se la quite mientras mordisqueba sus piernas y me dedique a chuparle la panocha con toda gana. Cuando me di cuenta ella también estaba exitandose y s epuso a jadear como perra. Ahí, estaba, Edith la esposa de mi amigo Miguel empezando a retorcerse como puta y cayendo poco a poco en mis redes. La agarre de los muslos los levante y me le trepe hasta penetrar su conchita y me puse a darle cada vez con mas fuerza y la gran perra se retorcia como si estuviera cojiendo con Marlon o con quien sea pero no conmigo. Asi la tuve bien clavada y dándole como un loco en esa conchita hasta hacer que se viniera que era lo que yo quería. Continue dándole la agarre de los tobillos y la abri toda y ataque su panocha con mas y mas fuerza asi la tuve hasta que llego su segundo orgasmo y cayo exausta. Rapidamente me lavante la voltee y la puse de cuatro patitas.

-Ahora vas a ver lo que es bueno mi amor.

-No me digas asi.

-Claro mi amor te voy a partir ese culo tan rico ya veras mi amor.

La tome del cuello y la sostuve con fuerza mientras empece a meterle la verga en su orificio anal, asi sin trabajarlo ni nada, en seco.

-¡Aaaaaaaaaaaaaah! ¡Me lastimas! ¡No puedo respirar bien!

No me importaron sus ruegos me puse como un loco y le di por ese culo con todo lo que pude.

-¡Toma perra! ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma! ¡Sienteme donde te abro todo el culo.

Edith de verdad estaba asfixiándose las sostuve del cuello un poco mas y luego la solte para agarrarla de las caderas y poder mirar donde saltaban sus nalgas por mi arremetida yo sentia que mi verga en lugar de aflojarse se ponía mas y mas dura mientras yo sudaba como boxeador y ella gemia de dolor. Riquisimo. Lo mejor que me ha pasado en la vida. La agarre del cabello y segui dándole durísimo.

-¿No que no? ¿Quién era el que no iba a partirte todo ese culo zorra? ¡Ahora aguanta! Cuando sentí que Edith estaba por desvanecerse, le saque el pene la volvi a voltear y me coloque encima para seguir cogiéndola por la boca. Me movi como un animal y viole su boca creo que por mas de diez minutos y cuando crei que tendría que pajearmela para venirme, sentí la cosquillita y me puse como loco me sacudi mas y mas hasta llenarle toda la boca de leche.

-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaah.. ¡Que rico!

Lo mas rico del mundo. Jamas una dominación y una infidelidad habían sido tan exitantes y tan placenteras. Lo juro.