Era un día normal de escuela, iba en mi último año de preparatoria y estaba en la clase de la profesora que me había hecho la vida imposible los últimos 3años. Y bueno tiene sus razones ya que en varias ocasiones me ha pillado en situaciones un poco calientes por las cuales ya me han suspendido varias veces. Me siento en la parte de atrás junto a mi grupo de amigas, la profesora indica que nos levantemos todos, que hará revisión de uniformes, cuando llega mi turno.

Profesora: Vanesa, falda corta, camisa donde se marca el escote, medias cortas. Si mal no recuerdo ya le había llamado la atención por esto. 

Vanesa: Si hice las correcciones del uniforme.

Profesora: Pues no parece, pase adelante a buscar su reporte para que el director la firme.

Molesta camine hacia el escritorio, mientras todos mis compañeros me silvaban ya que mi corta falda dejaba ver mis nalgas de buen tamaño y redondas, y yo sonreía como una perra porque me encantaba esa atención. 

La profesora estaba hay extendiendo su mano con el reporte y lo tomé, saliendo de inmediato del salón de clases, dirigiendome a la oficina del director. 

Al llegar, su secretaria me anunció, al entrar note como me miro el director, que por cierto es bastante guapo, de unos 30 años, cuerpo deportivo, bonita sonrisa, ojos chocolates preciosos, y una buena estatura.

Vanesa: Buenas director. 

Director: Pasa pasa, toma asiento. 

Director: Que sucede que estas aquí 

Vanesa: Necesito que me firme este reporte ya que parece ser que la profesora de literatura dice que tengo el uniforme de manera incorrecta. 

Director: Ohh otro reporte, ya son 3 en esta semana, señorita Rodríguez.

Director: Me temo que por reglas de la escuela tendre que suspenderla lo que queda de la semana. 

Al escuchar eso, me dije a mi misma que no podía permitirlo, mamá me mataría y me enviaría a un internado y deberás no quería eso. Así que abrí mis piernas dejándole ver mi tanga roja y puse una de mis manos sobre mi muslo para subir un poco más mi falda. 

Vanesa: Director por favor no haga eso. 

Al terminar de decir esa frase, empeze a meter mis sobre la tanga y sobarme mi sexo con suavidad, me empeze a mojar como una puta, se sentía suave, y el director esta concentrado mirando como yo me automasturbaba para el. En un momento reaccionó, y con una voz como enojado y dura. 

Director : Señorita Rodríguez, póngase de pie que cree que hace. 

Me puse de pie al instante, el director se levantó de su silla, vi un gran bulto en su pantalón, su pene se veía grande, lo quería dentro de mi. Rodeo el escritorio, caminando hacia mi quedando justo detrás, puso su mano a un costado de mi rozando el bulto de su pene en mis nalgas descubiertas por la tanga que llevaba. 

Director: Que buena eres con esas manos, puedo intentarlo también? 

Sonreí y me di la vuelta, dándole vista total a mi escote, sentandome sobre el escritorio, abrí las piernas un poco, el sonrió y me agarro por los muslo abriendome más, subió mi falda hacia mi abdomen y bajo su mano, surrandola suavemente sobre mi sexo que está totalmente mojado, y yo gemia, porque lo hacía demasiado rico. 

Director : Vamos a hacerlo como yo quiera, harás lo que yo diga, nos vamos entendiendo? 

Yo asenti, no podía ni hablar por el placer que estaba sintiendo, me pidió que alzará mi cuerpo y bajo mi tanga, la puso sobre el escritorio me dijo que se la quedaría de recuerdo. Empezó a sobarme nuevamente, me metió uno de sus dedos suavemente y luego se agacho quedando justo al frente de mi sexo, mamandolo con gusto mientras metia su dedo, luego metio 2 y luego 3, fuertemente lo hacía, y yo gemia porque me gustaba, mamaba delicioso, se tragaba todo mis jugos y lo disfrutaba. 

Luego de ello paro, me dijo que no me moviera, vi que abría un cajon que había en el escritorio y saca de hay un vibrador y yo sin antes poder renegar lo puso en mi sexo haciendome gemir como nunca. 

Vanesa : Follame ya lo necesito dentro. 

Me agarra por el cabello bruscamente, diciéndome 

Director : Lo haremos como yo diga y punto.

Me hacia sufrir con cada segundo que pasaba y no me follaba, estaba mojada como nunca, quería ese pene. Paro y se sentó, me pidió que me desnudara lentamente para el. Lo hice quitando mi falda, dejando a la vista mi culo y vagina, me detuvo un instante para darme unas nalgadas, luego continúe con la camisa y el brasier dejando al aire mis cenos, que no dudo ni un segundo en chuparlos y morderlos. 

Director: Arrodillate YA. Quiero tu boca en mi verga. 

Vanesa: Si papi con gusto. 

Director: Eres una perra mi perra. 

Asenti, y comencé a bajar su cremallera, era gigante su verga, gruesa y gorda, que sentí miedo de no poder aguantarla dentro. 

Vanesa: No no puedo, es demasiado grande.

Director: Ya no puedes hecharte para atrás. 

Me tomo del cabello y la metió en mi boca, hice de todo para sacarla pero el no me lo permitía, me soltaba cuando escuchaba las arcadas, así estuvo durante buen rato hasta que eyaculo en mi boca dejándome toda la boca llena de semen. 

Director: Ponte de pie y parate de espaldas frente al escritorio. 

Vanesa: Para que, nunca me han metido una tan grande por atrás. No por favor.

Sin escuchar lo que dije, me ordenó lo primero otra vez y accedí, cumpliendo su petición. Se levantó y se puso detrás de mi, inclinandome hacia delante, dejando mi culo levantado justo a la altura de su pene, y empezó a Follarme, duro muy duro, yo ya lo estaba disfrutando aunque dolía y dolía mucho, me abrió más y me empezó a dar más duro, nalgueaba mi culo hasta dejarlo marcado con sus manos, y yo gritaba de placer, cuando ya iba a venirse me viró, tirando su semen sobre mi abdomen y este resbalaba hacia mi sexo, se sentía caliente. 

Director : Todo esto lo estas provocando tu, todo es por ti. 

Se pajeaba su verga con una mano y con la otra apretaba una de mis tetas. Se agacho a mamarme por última vez mi sexo y yo me retorcía de placer, seguido penetrandome la vagina como nunca, mientras me besaba la boca. Luego me dejó, y subió su pantalón, me nalgueo, diciendo que era una buena chica. Se dirigió a sentarse en su escritorio, tomó el reporte, lo arrugó y lanzó a la basura

Director : Dígale a la profesora de literatura que yo no veo ningún defecto en su uniforme. 

Yo sonreí, complacida, me vestí y me disponía a salir. 

Director : Trata que te envíen aqui con más reportes. 

Eso haré dije guillandole el ojo.