Por

Anónimo

marzo 2, 2025

401 Vistas

marzo 2, 2025

401 Vistas

De niño a mujer

5
(1)

Empezaré diciendo que con 18 años medía un metro ochenta y dos de altura y pesaba sobre los setenta y cinco kilos ya había tenido relaciones con algunas chicas y no se me daba mal en el sexo o eso creía yo.
En la discoteca que frecuentaba por aquel entonces solía ver a una chica que medía alrededor del 175 de altura con curvas un buen culazo y unas buenas tetas esta mujer digamos que era grande en todos los sentidos sin estar gorda.
Era muchísimos los que la pretendían pero a mí me parecía que a todos les daba calabazas mientras me hacía mis fantasías más lujuriosas.
No me di cuenta cuando al girarme tropecé con ella y derramé parte de mi bcrees, me quedé planchado me miraba sin decirme nada con un aire un tanto déspotado.
Llevaba una cerveza la mano ella y como gracia derramó parte sobre mí diciéndome al oído ahora estamos en paz.
Madre mía y yo que había pensado en ligarme aquella tía resulta que tenía más bien un carácter un poco ambiguo.
Al terminar la sesión de discoteca me quedé solo si los amigos y me dispuse a hacer autostop después de recoger los coches a la mayoría de chicas que hacía la autostop tuve la suerte de que paró uno a recogerme a mí mi gran sorpresa fue que al volante se encontraba aquella mujer.
Anda sube, me dijo, ya se te ha secado la ropa riéndose a lo que yo le contesté que la vi así y pregunté por la suya, sí claro mi ropa está seca aunque sí que estoy algo sudorosa y húmeda.
Sonreí yo también y comenzó el trayecto en el coche podía ver parte de sus muslos cubierto por aquellos panties de color negro.
Un poco más adelante me preguntó si yo conducía comentándole que sí pero que no tenía coche, ella entonces me dijo que posiblemente no estaría muy en buenas condiciones para conducir y que si yo lo estaba podía manejar su coche.
Guay pensé vale paramos aquí y hacemos el cambio, en aquel momento nos presentamos haciéndome saber que se llamaba Claudia tiró un poco más adelante y en un polígono industrial hizo el cambio, y algo más se quitó los pantimedias y los metió él la guantera del coche.
Y aunque no la vi pude sentir como con la puerta del coche del copiloto abierta orinaba allí mismo mientras yo permanecía inerte al volante de aquel coche.
Uff ya no aguantaba más estaba que me meaba toda.
Al entrar en el coche no pude por menos que fijarme en aquellas carnes ahora sin medias que se presumían muy sabrosas y llegué a ver parte de su braga, ella se percató y me comentó, anda que no pierdes ocasión para mirar.
Sentí en cierta medida que mi cara se había puesto roja y le contesté que si una mujer así estupenda no era para poder observarla.
No me gustan los salidos y machitos de eso hay de sobra me preguntó la edad diciéndome en seguir ahí a la suya y añadiendo que siempre se había dado cuenta que la solía observar.
A la vez su cuerpo su cara su personalidad momento en que me interrumpió para decirme que iba a saber yo o conocer de su personalidad.
Me comentó que le gustaba ser borde con los tíos y llevar la iniciativa en las relaciones marcando ella las pautas que le apeteciese.
Ingenuo yo con mis dieciocho añitos le dije que me parecía muy interesante y que no me importaría saber más de ella. Se rió con un tanto de descaro y continuamos el trayecto hasta lo que era la calle donde ella vivía.
Aparqué el coche y le preguntó si podía ir andando hasta mi casa desde allí contestándole yo que sí.
Seguimos un rato hablando en el coche pensando en qué como mínimo me llevaría un buen morreo.
Enseguida me hizo una pregunta que me dejó un tanto perplejo, tú no crees que soy demasiado mujer para ti
Yo le contesté que no lo sabía, eres celoso me soltó de repente, te puedo compartir con tu novio si quieres.
Muy gracioso el niño no tengo novio, me compartirías con otro, dudé en que contestar la pregunta me pareció un tanto absurda pero ella sin ninguna duda esperaba una respuesta.
Me imagino que te refieres hacer un trío, sí algo así podría ser me contestó Claudia.
En aquel momento levantó el culo del asiento y metiendo sus manos bajo su falda retiró un tanga de gran tamaño de tela muy fina, abre la boca.
Abrí la boca y pude sentir olor y sabor de aquella prenda cuando la introdujo en mi boca.
Mira hoy te llevas un gran premio mi lencería la puedes chupar hasta que vayas a casa y si te apetece probártela seguro que estarás muy mono con ella.
El fin de semana que viene me gustaría recuperarla limpia.
Juro que llegué hasta casa con aquella prenda en mi boca salivándola por el grado de excitación que llevaba con mi pene soltándolo líquido preseminal.
Cuando ya en mi cuarto me saqué aquella prenda pude ver el estado en que estaban parte húmedas por mí boca pero también apreciar aquella zona donde había estado en contacto con el coño de la mujer me las puse y me eché un monumental pajote corriéndome dentro de aquellas bragas para dejarlas completamente manchadas.
Después las lavé a mano en el lavabo y las puse a secar entre toallas en mi habitación.
La semana la pase mirando y observando aquellas bragas y cayó más de una paja eso sí ya no sobre aquella prenda .
El domingo lleve la prenda a la discoteca y enseguida pude observar a Claudia pero evidentemente no me acerqué a donde ella ella también se fijó en mí pero me ignoró sentía como me ardía aquella prenda en mi bolsillo por miedo a que en algún descuido la pudiese sacar sin querer.
Poco antes de cerrar la discoteca se acercó para decirme dónde tenía ubicado su coche y que ya lo conocía fuese hacia allí.
Claudia llegó y abriendo el coche se metió en el lado del anterior, sin ninguna preocupación de qué pudiese ver su ropa interior y para colmo la falda era más corta que la anterior.
Acto seguido se la escrito, te apetece probarlas acercándolas a mi cara pude sentir el aroma a coño y perfume estaba como hipnotizado y evidentemente acepté abriendo mi boca ella dio la vuelta a la braguita para depositar sobre mi lengua la zona que había estado en contacto con su coño, enseguida sentí aquel sabor fuerte a flujo vaginal mezclado con aquel sabor salado a orina.
Asiente con la cabeza, te gusta esto te pajeaste es el otro día con mis braguitas te las pusisteis seguro que sí te gustaría comerme el coño.
Con mi cabeza moviendo la de arriba abajo mi respuestas fueron sí a todo.
Igual eres un poco maricón si te pusiste mis braguitas, o te gusta que te humillen o tal vez.
Esta vez moví mis hombros como queriendo decir que no tenía respuesta.
La lleve hasta su casa y una vez allí le devolví el tanga de la semana anterior.
Sabes me gustaría verte en braguitas seguro que estás muy mono, esto mientras su mano flotaba y abultada bragueta.
No sé si por mí impasibilidad pero Claudia comenzó a frotar mi entrepierna sin retirarme el pantalón y buscando la dureza de mi pene mientras su lenguaje obsceno me calentaba más aún.
Me hizo saber que le apetecía sentir como me corría dentro de mis pantalones mientras casi no podía respirar por la nariz al tener mi boca llena con aquella Braga.
Su lenguaje era muy atrevido y salvaje y a mí se me hacía raro en la boca de una mujer.
Diez minutos después eyaculé sintiendo como llenaba mi slip de mi esperma.
Claudia se rió durante un buen rato comentándome que iba a ir más húmedo que ella a casa y mientras se ponía ante mi vista aquel tanga de la semana anterior sin ocultarme parte de aquel coñazo por su tamaño.
Estuve toda la semana usando la ropa interior de ella y el último día la lavé y preparé para entregársela.
El domingo como un ritual me acerqué hasta su coche y esperé que ella llegase, mi sorpresa fue que venía con un tipo y me aparté unos metros del coche para no molestarla.
Anda ven que te bajo, se montó al volante el hombre a su lado y yo atrás.
Enseguida el hombre deslizó su mano derecha sobre los pechos de esta mientras la morreaba para luego bajar su mano a la entrepierna aquello era un espectáculo que me estaba poniendo cachondo sin darme cuenta a pesar de ver la mujer de mis sueños con otro tipo.
El tipo la estaba masturbando por lo que podía intuir por sus movimientos y palabras y los gemidos de Claudia que tras unos minutos se corrió solamente.
El tipo había sacado sus grandes pechos del sujetador y los había estado chupeteando mientras su mano había masturbado fuertemente aquel inimaginable coño.
Bueno es mi turno comentó Claudia, imaginé que le iba a hacer una paja manualmente pero nada más lejos después del hombre desaprovecharse el pantalón y bagárselo hasta los tobillos junto con su slip esta comenzó.
Podía oír todos los sonidos que aquella boca hacía chupeteando aquella polla y como el hombre manejaba a Claudia la cabeza sujetándola por la coleta unos minutos después el hombre anunciaba su evidente corrida y esta en ningún momento paró hasta tragárselo todo.
El tipo se subió a los pantalones y como frase dejó, ha sido un placer guapa.
Aquel tipo tendría unos treinta y cinco años calculo yo y desde luego precisamente no era un modelo
Claudia en aquel momento me preguntó, te ha gustado, tu de unos segundos mi respuesta hasta que le contesté afirmativamente sí claro ha sido muy excitante de ver.
Como me masturbaba o como yo se la chupaba. Todo en general, todavía los pechos de aquella mujer estaban fuera del sujetador y ella permanecía con sus piernas bien abiertas en aquel coche olía a sexo y en aquel momento sentí por primera vez el aliento de Claudia en mi boca en un caliente beso que duró un rato mientras ella me restregaba su mano en mi entrepierna con la intención de que llegase a correrme, cosa que hice en pocos minutos.
Me ofreció sus maravillosos pechos para chupar sin importarme que hace un momento los había chupado otro hombre , ya inclina la copetamente el respaldo hacia atrás me invitó a comerme su coño pero sin retirar aquella Braga estaba encharcada y su sabor era fuerte y mi lengua hurgó y hurgó intentando recoger todos aquellos letales que me parecían de sabor fuerte.
Unos minutos después sentí aquel orgasmo y parte de cómo mojaba aquellas bragas entre risas, comentó que no estaría nada mal tener un novio como yo, sumiso, cornudo y maricón.
Como siempre aparcó el coche en su calle y me ofreció sus sucias bragas.
Estas estaban completamente encharcadas de flujo y mi saliva y como un ritual fui con ellas esta casa mientras sentía la humedad en mi bragueta de mi propia corrida.
Me acostumbré a usar la ropa interior de Claudia entre semana y me sentía más que bien había comido o por lo menos había degustado el nectar de aquel coño y aquellas gloriosas tetas añadiendo aquella boca que posiblemente tuviese todavía restos de leche.
Nunca me había echado tantas pajas en mi vida parecía un mono todo el día con la polla la mano y anhelaba volver a ver aquella mujer.
Para mi desilusión aquel domingo no la pude ver y el siguiente tampoco en mí había cierta desesperación y comencé a rondar la calle por donde vivía sin tener éxito ninguno.
Al mes coincidimos en la discoteca y sutilmente me mandó acercarme hacia ella.
Conversamos un rato y sugirió que nos alejemos hacia la barra del bar a tomar algo y hablar algo más tranquilos.
Crees que estás preparado para satisfacerme, crees que serías capaz de ser mi novio y dejar que otros disfrutasen de mi cuerpo, crees que dejarás que sea perversa contigo,serás obediente conmigo, si alguna de estas preguntas es un no dejaremos de vernos, piénsatelo mientras voy al baño.
Sin duda eran preguntas que tenían lo suyo diez minutos para pensar en aquellas contestaciones me salían dos afirmativas.
Hasta qué punto podía estar enganchado a aquella mujer.
Claudia regresó moviendo aquel cuerpo como si fuese una diva viniendo hacia mí segura de sí mismo en todos los sentidos, me cogió por la nuca dándome un espectacular morreo que sin duda fue la envidia de más de uno.
Qué cariño que me dices, puedo intentarlo????. Le contesté yo.
Se quedó callada sin duda me esperaba aquella respuesta y luego me confesó que era mejor que un no que era lo que esperaba.
La noche transcurrió entre besos y magreos a vista de todo el mundo sin cortarnos demasiado y después nos dirigimos al coche.
Donde seguimos la fiesta durante un buen rato pero marcando en todo momento las directrices Claudia.
A partir de ahora no te echarás una paja nunca si no estás conmigo y desde luego si me fallas lo dejamos automáticamente.
Comenzamos a salir juntos pero lo hacíamos en una población distinta a la que residíamos cambiamos de discoteca y comenzamos a ir a una donde la media edad era mayor siendo nosotros sin duda los más jóvenes y yo un auténtico yogurín.
Aquella noche por primera vez pude comerme aquel coño completamente y satisfacer aquella mujer con varios orgasmos, ella como premio me hizo la mamada de mi vida pero también por primera vez tuve que pasar lo que para ella era la primera prueba de mí entrega.
Después de correrme de aquella boca maravillosa, y si yo percatarme recibí un desagradable beso en la boca que llevaba mi propia leche enseguida sentía que el sabor y tragué la totalidad sin darle importancia.
Ella tampoco la dio dos fuimos cada uno a su casa y aquella noche analicé lo que había hecho por aquella mujer que metería hipnotizado.
Entre semana también nos veíamos y era tenerme todo el día caliente aunque yo si la solía satisfacer ella no así conmigo.
La primera vez que subía a su casa y follamos fue maravilloso aunque también descubrí que me tenía dominado al cien, primero recogí los restos de mi leche de aquel coño para luego hacerle por primera vez lo que se denomina beso negro.
Ya no se conformaba con que le comiese el coño sino que ahora también tenía que saborear aquel agujero, que le daba grandes placeres.
Nuestra relación a mí me parecía que iba muy bien, me había depilado la primera vez lo había hecho ella y ahora me había enseñado cómo hacerlo.
Mis piernas brazos espalda y cuerpo no tenían bello y ahora además había comenzado a depilarme aquellas zonas donde lo tenía asílas genitales y el ano.
También Claudia jugaba con mi agujerito además de con su lengua en ocasiones con un dedo, dándome un placer distinto.
Se aproximaban los carnavales y a Claudia le hacía ilusión que lo disfrutasemos a tope.
Mis padres iban fuera y desde luego nada me iba a sujetar en casa.
Hablando de los disfraces que podíamos llevar mi novia decidió por mí y quería que fuesemos de colegialas.
En principio me hizo gracia y acepté.
Los disfraces y los complementos estaban en casa de mi novia y aquel domingo por la tarde nos vestíamos en su casa.
Me quité la ropa y cuando me disponía ah vestirme Claudia me interrumpió, qué haces nena no pensarás llevar eso puesto debajo la falda, se refería a mi slip.
La miré un tanto incrédulo y me lo quité momento en que me pasó un tanga que en su parte delantera era semi transparente de color blanco a juego con un sujetador del mismo color que desde luego a Claudia le hizo mucha gracia.
Vas a ser la reina de la noche me comentó, aquella faldita plisada a cuadros aquellas medias de punto blancas hasta la rodilla una blusita con una pequeña corbata más la peluca rubia con dos coletas me dejaron completamente transformado, la guinda fue el toque final de maquillaje no puedo negar que mi polla metida en aquellas braguitas estaba en su esplendor.
Me sentía excitado de alguna manera aquello era nuevo para mí y desde luego sí que da una forma extraña de percibir las cosas.

Decidimos coger el transporte público para ir a los carnavales y llevar en bar disfrutar de aquella fiesta, por primera vez siendo mi novia Claudia do se cortaba ni media y se dio más de un morreo con algún que otro tío, incluso con una mujer.
El alcohol y la noche habían cambiado las formas de ver las cosas.
Estando bailando con dos tipos disfrazados de superhéroes ambos con antifaz Claudia prácticamente se colgaba del cuello de ambos alternando incluso sus bocas.
Para luego besar la mía, Claudia conversaba con los tipos y estos la tenían cogida de la cintura contra la pared metiendo la mano ya incluso debajo de su falda.
Claudia le preguntó si me lo estaba pasando bien contestándole yo que sí que si ella se lo pasaba bien yo también, añadió queme integrase en el grupo ya que éramos dos chicas con dos chicos.
Así que cumplí las órdenes de Claudia y comencé a integrarme mi gran sorpresa fue cuando uno de los tipos me preguntó mi nombre yo en mí ingenuidad le pregunté si quería saber mi nombre de chico o con el que me había bautizado mi novia, ahora eres una chica o sea que ese, Susana.
Pues encantado Susana, esto cogido desde la cintura acercando su boca hacia la mía para darnos un recíproco pico en los labios.
El otro hombre hizo lo mismo pero este apretó sus labios con algo más de ímpetu mientras sus manos habían apretado mis nalgas.
Fue una extraña sensación algo como un escalofrío recorrió mi cuerpo.
Claudia sugirió salida aquel bar para ir a otro donde el ambiente era como más oscuro y la música invitaba a pegar el cuerpo.
El primero de los tipos que lo había ves a mis labios se llamaba Alberto y el segundo Carlo.
No sé quién fueron los que hicieron los emparejamientos pero Carlos era mi pareja.
A medida que pasaba los minutos pude darme cuenta que este hombre cada vez me sobaba más, mientras Claudia me preguntaba si me sentí a gusto.
Yo le pregunté lo mismo, contestándome esta del acto que le gustaría pasar la noche los cuatro juntos.
Dándome en aquel momento un buen morreo en la boca, Carlo en aquel momento se acercó a nosotras, no me parece justo que os liéis entre vosotras y yo me quedé de mirón.
Claudia enseguida le replicó, nada ahí tienes a tú Susana.
Este me apartó y dejando mi espalda contra la pared comenzó a acariciarme por debajo de mi blusa buscando mi sostén mientras con la otra mano magreaba mi culo y su boca mordisqueaba mi cuello mientras la voz de Claudia a mi lado me susurraba…… Sí cariño déjate de llevar te sorprenderá el placer que podemos llevar.
La boca de Carlos llegó hasta la vía y mientras seguía susurrándome mi novia cosas al oído yo me había entregado a besarme con aquel hombre podía sentir aquel cuerpo pegado a mí metiendo mano por debajo de mi braguita y acariciando mis nalgas desnudas.
Mi novia hacía lo propio con su amigo mientras que Alberto también acariciaba mi culo sintiendo las manos de los dos machos profanar mi hombría.
Bueno bueno bueno esto parece que va bien. no chicos comentó Claudia momento en que se enzarzaba en un suculento beso con Carlo y Alberto ahora conmigo.
Estrellamente no me da asco incluso estaba excitado o podía decir que estaba excitada.
La noche ya transcurría en aquel plan el que el intercambio de besos entre los cuatro era constante y Claudia ya llevaba varios orgasmos por los meneos de aquellos hombres.
Que a más de uno no le pasaron desapercibidos.

Saliendo de aquel bar Carlos ya me llevaba de la cintura por la calle como si fuese una mujer por muy bien que estuviese maquillada y vestida mis andares no eran precisamente muy femeninos, te apetece que vayamos al hotel.
Mi respuesta fue bastante ingenua, tú y yo.
Tú y yo tu novia mi amigo ya sabes a seguir la fiesta.
Lo sé mi novia es la que decide, este se dirigió a ella y se lo preguntó.
Mi novia me cogió por la cintura teniendo ambos hombres una cada lado nosotras directamente me preguntó, cariño vamos con nuestros dos hombres a su hotel, lo sé lo que quieras tú contesté yo.
Estamos disfrutando y mejor ocasión que esta para que te entregues a mis caprichos y te hagan una mujer no vamos a tener.
Fuimos andando hasta el hotel en la recepción no había nadie y subimos hasta la habitación una habitación amplia confortable desde luego no era cualquier habitación.
Claudia y yo pasamos al baño donde nos duchamos ambas y nos cambiamos de ropa interior que llevábamos en una mochila cada una como si aquello estuviese programado.
me arregló mi peluca y un poco el maquillaje y salimos momento en que los hombres entraron hace lo mismo.
Primero salió Alberto un hombre alrededor de los cuarenta y cinco años con una toalla atada a la cintura este se le veía de hacer gimnasio cuerpo fibrado y metrosexual.
Cuando salió Carlo se podía apreciar algunos años más este salía completamente desnudo balanceando su verga y pelotas como si fuesen badajos de una campana.
Se colocó delante mía diciéndome, qué te parece Susana, a estas alturas creo que yo ya sabía a lo que me exponía y además con el convencimiento de que lo tenía que hacer Claudia ya había retirado la toalla de Alberto y estaba sacando punta aquella verga la tenía ya tiesa sobre 17 cm y un grosor medio.
Claudia me animo a que probase y como solía hacermelo a mí comencé a hacerlo yo a Carlos primero besé la punta de aquel capullo que dio un pequeño salto y luego fui besando hasta llegar a sus pelotas donde comencé a pasar mi lengua humedeciéndolas.
Seguí pasando mi lengua desde aquellas pelotas a la punta del lago donde ya comenzaba a vislumbrar aquel capullo escondido en aquel pellejo.
Mi lengua comenzaba a dar placer aquella verga humedeciendo con mi saliva toda su extensión.
Sentía como dentro de mis bragas mi polla estaba tiesa y aquello todavía me excitó más.
Me introduje todo la apoya la boca aunque cuando empezó a crecer casi la mitad salió de ella no me lo podía creer aquello era como un pepino o más bien como un calabacín no me diría menos de dieciocho centímetros y un grosor bastante acusado la cabeza de aquella polla brillaba por mi saliva y yo comencé un mapadón impresionante él mientras podía oír los sonidos que Claudia hacía con Alberto y los jadeos de este mezcalse con los de Carlo.
Los dos machos estaban follando a nuestras bocas y yo podía ver de reojo la cara de satisfacción que ponía mi novia fue Carlo el primero que empezó a correrse no me dio tiempo a retirarme y comenzó a expulsar una gran cantidad de leche mientras mi novia me decía que no me la tragase toda tragué parte de ella y el resto se lo entregué en una apasionado beso a Claudia cariño te quiero me encanta ya eres mujer ahora vamos a probar la de Alberto.
Ha habido me había gustado aquello o por lo menos no todo y comenzamos a hacerle una mamada a dos bocas a aquel hombre me daba cuenta que seguía con mí voy a empalmada mientras ahora sentía como Carlo jugueteaba en mí halo sintiendo como algún dedo había pasado mi esfínter.
Alberto echó una buena cantidad de leche que recogimos cada una en nuestras bocas tragando para luego terminar besándonos una a la otra.
Claudia ayudó a dilatar mi ano y a su vez a meterme aquel pollón mientras yo les decía que me iba a hacer mucho daño.
Fueron sobre diez minutos de preparación y luego una penetración lenta pausada donde me enseñaron a mantener el ritmo de la respiración para que no me doliese sentí como aquel pollón me habría en canal como sus pelotas chocaban contra las vías y poco a poco comenzaba a follarme mientras Claudia me alentaba fue Alberto el que me metió la polla en la boca y al ritmo de las embestidas de Carlo me tragaba la de Alberto.
Alberto comenzó a follarse a mi novia bien abierta de piernas y dándole buenos pollazos las embestidas de este sobre mi novia eran brutales mientras Carlo era un movimiento incesante suave de adentro hacia fuera lentamente una y otra vez Alberto derramó toda su leche en el coño de mi novia para luego darme a limpiar su verga que hice con consumo placer, saboreando no solo los restos de leche si no los maravillosos flujos de mi novia.
Joder nena joder me voy a correr te lo voy a echar todo en esa boquita que le encanta tragar leche.
Claudia se puso a la vía y este regó ambas bocas y caras donde luego nosotras limpiamos la cara a la una de la otra.
Fui a refrescarme un poco mi ano y darle buen lavado cuando regresé Carlo se la tenía clavada en el coño a Claudia mientras Alberto se la enfilaba por el culo.
Ves cariño estoy empalada completamente métemela en la boca así tengo tres pollas.
Mi polla en su boca no tardó mucho en correrse y como si de un autómata se tratase fui a poner mi boca para que derramase mi leche sobre la mía como un ritual me tragué hasta la última gota.
Veinte minutos teniendo orgasmos Claudia mientras yo besaba ambos hombres y chupeteaba las pelotas de estos.
Cambiaron un par de veces de postura para terminar llenándole el coño de leche Carlo y Alberto regar el exterior con la suya.
Claudia exprimió las últimas gotas de aquellas pollas mientras mi cometido era limpiar toda aquella lechada del interior y entrada del coño de mi novia.
Todavía antes amanecer fui follada por los dos hombres en una frenética follada alternándose ambos hombres mientras me comía el coño de mi adorable novia volviendo a regar el cuerpo de ésta y su correspondiente limpieza a correr a mi cargo. Este fue mi bautizo como hembra como sumisa como cornudo todo un reto para una relación.

¿Que te ha parecido este relato?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 5 / 5. Recuento de votos: 1

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este relato.

Deja un comentario

También te puede interesar

Isabel, te follaba una y otra vez 2/9

gungnir

06/02/2023

Isabel, te follaba una y otra vez 2/9

Doble trabajo

anonimo

22/01/2016

Doble trabajo

"Un poema de jodita"

anonimo

10/10/2013

"Un poema de jodita"
Scroll al inicio