Por

Anónimo

febrero 2, 2025

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Despertar bisexual

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Yo tenía veinticinco años en aquel momento sin novia y vivía en un pequeño piso propio que por supuesto estaba pagando de ahí que aprovechase los trabajos de extra en el restaurante. 

Un ochenta y dos alturas setenta y cinco kilos de peso sin vello corporal y por aquel entonces ya me depilaba completamente por morbo placer gusto que una novia me había acostumbrado. 

Era bastante suelto en general aunque en ocasiones algo tímido también muy morboso y fácil de fantasear y por supuesto curioso en el sexo.

En el restaurante trabajaba por las noches por las mañanas descansaban y las tardes en ocasiones me iba a la playa o al monte a practicar el nudismo cuando podía por lo que tenía un cuerpo bastante moreno y sin marcas como era el mes de agosto estaba de vacaciones en mi trabajo habitual. 

Era sábado noche y comencé a atender una mesa poco antes de que se cerrase la cocina, la chica o la preciosidad un cuerpo pequeño alrededor de un metro cincuenta y cinco de altura y con poco peso a destacar unas buenas tetas piel canela, tenía un top rojo de tiras en el que se le marcaba no solamente el pezón sino la forma de sus aureolas siendo muy morboso y llamativo, una mini minifalda que se entraba enseñaba casi al completo sus muslos y dejaba muy poco para la imaginación unas sandalias con cordones hasta la pantorrilla con algo de tacón una sonrisa extraordinaria simpática guapa una melena un poquito más abajo de los hombros de color azabache. 

Solamente verla se me ponía dura imaginándome mil y un guarrerías con ella. 

El tipo medía algo más que ella alrededor de un metro setenta fuerte llevaba una camiseta sin mangas que hacía destacar sus bíceps y abdominales el tipo desde luego practicaba algún tipo de deporte también muy simpático y agradable diría que también atractivo con un pantalón corto. 

Ambos llevaban una maleta cada uno enseguida me dieron las explicaciones de que se habían quedado sin ningún tipo de alojamiento y qué tendrían que pasar la noche en el coche de alquiler pensando que al día siguiente pudiesen tener más suerte en encontrar algún lugar. 

Como era la última mesa que me quedaba de vez en cuando conversaba con ellos aconsejado en el sitio donde ir y que visitar aunque ellos ya venían en cierta medida con las ideas claras. 

En una de esas ocasiones que la mujer fue al baño pude ver zarandearse aquella minifalda que duras penas tapaba el final de su culo y no pude evitar observarla aunque con poco disimulo aquel chico se dio cuenta. No sabría decir a ciencia cierta que las tenían pero calculo que entre cuarenta y cuarenta y cinco años. 

Al acercarme a la mesa el chico me hizo un comentario que me dejó rojo como un tomate, de verdad que está muy buena mi mujer por fuera y por dentro, yo con la voz temblorosa le dije que tenía una bonita mujer, el añadió que lo sabía y que estaba orgulloso de ello. 

A final de la cena me preguntaron algún lugar para echar una copa y yo como tenía que terminar de recoger les invité a una pidiéndoles que guardasen el secreto. 

Me pidieron ron cierta marca específica y enseguida supuse que eran venezolados confirmándomelo ellos de vez en cuando mientras terminaba de recoger conversaba algo con ellos hasta que yo terminé mi trabajo y ellos hicieron lo mismo con sus Cubas libres. 

Antes de despedirnos se presentaron ella se llamaba Carla y el Emiliano curiosamente ambos lo hicieron con dos besos. 

Insistieron en que me fuese a tomar con ellos algo pero les dije que anhelaba una ducha e irme a la cama, entre risas ambos comentaron que seguramente me esperasen en casa contestando yo qué más quisiera así yo fui para mi casa imaginando que ellos o a tomar una copa o dormir en el coche. 

No voy a negar que aquella noche en mi cama me eché una buena paja pensando en Carla y dormir como un bebé. 

Al día siguiente todo transcurrió normal hasta que poco antes del cierre de la cocina vino la pareja otra vez a cenar nos saludamos cordialmente al igual que el día anterior al despedirnos con sendos besos como si fuésemos grandes amigos y una vez cogía la comanda las conversaciones y otras corriendo entre risas. 

Me comentaban que estaban agotados que a pesar de haberse tirado parte del día a la playa en el coche no habían descansado suficientemente y que no era lo mismo ducharse en las duchas de una playa o con las comodidades de un hotel. 

Esta vez Carla llevaba una camisa anudada que justo tapaba su pecho y como el día anterior una buena minifalda él iba padecido al día anterior con una camiseta y pantalón corto. 

Al final como la noche anterior tomaron una consumición que abonaron con la cena sin que yo les invitase, como era domingo yo ya no tenía tanta prisa ya que el lunes libraba a pesar de que el el restaurante está abierto así que tomamos una copa fuera de mi trabajo.

Algo que no te dejaba de sorprender era que constantemente la pareja se besaba y tenían una atracción mutua dejándote con las ganas de disfrutar de aquella mujer. 

Tanto Carla como Emiliano sabían que mi mirada se perdía en aquel escote y en aquel precioso culo cuando se separaba para ir a algún sitio, Emiliano en una de estas me soltó ¡ te la voy a tener que prestar un rato! Seguido de una buena carcajada. 

Tragué saliva no supe que contestarle y creo que me puse rojo bermellón, cuando regresó Carla este le comentó sin ningún miramiento que los dos la habíamos comido el culo con la mirada mientras le daba un sutil beso en los labios y ella mostraba su mejor sonrisa. 

En varias ocasiones Carla soltó como anhelaba una buena ducha y tumbarse en una cama. 

Aquello era una invitación a que diese yo un paso o simplemente era mi imaginación, desde luego no lo tenía muy claro tampoco tenía gran experiencia en la vida y una cosa era fantasear y otra muy distinta estar en el centro de una pareja. 

La noche comenzaba a alargarse eran las tres de la mañana cuando habíamos tomado el cuarto combinado y yo ya me sentía un tanto mareado así que comenté que sería buen momento para la ducha e irme a la cama, Carla enseguida me apunto a las dos cosas comentó entre risas que secundamos tanto Emilio como yo, añadiendo este que a él tampoco le importaría ducha y cama. 

En aquel momento no sé si era el alcohol el que hablaba o el calentón que yo tenía por mi fantasía pero solté la bomba, bueno. ….. yo tengo una habitación libre que no uso y podíais daros una ducha no sé que me da que tengáis que volver a dormir en el coche. 

Emiliano me contestó de verdad en serio lo dices contestando yo que sí Carla me dio un pico agarrándome de mi cara y dándome las gracias mientras que le metía la lengua hasta la campanilla a su marido. 

Como si fuésemos tres grandes amigos fuimos los tres hacia mi casa yendo Carla en el medio y cogiéndolos a ambos hombres por la cintura mientras que su marido iba tocándole el culo a gusto y yo la sujetaba de la cintura. 

Las muestras de cariño entre la pareja eran evidentes y cuanto menos llamativas. 

Una vez en casa les designé la habitación libre y donde tenían uno de los baños yéndome yo a el mío de mi habitación. 

Me dio una ducha rápida y estaba la cocina preparando la última copa cuando llegó Carla con un mini tanga como única prenda y volvió a darme un beso en los labios quedándome yo con ganas de mucho más. 

Llovió a puesto un pantalón de deporte y cuando llegó Emilio llevaba puesto un slip blanco bastante escueto en el que se marcaba su paquete. 

Emilio delante mía pegó un morreo a su mujer mientras sobaba su trasero y amasaba sus grandes tetas, Carla comentó entonces qué me iban a poner los dientes largos, el marido al instante contestó, que no sea por mí que se quede con las ganas. 

En aquel momento sentí como Carla pegaba a su cuerpo a mi espalda y comenzaba a acariciarme mi pecho mientras yo terminaba de preparar aquellos combinados su mano bajó hasta mientras pierna sintiendo yo como mi verga estaba completamente empalmada. 

Emiliano en seguida me comentó que una forma de agradecerme la ducha y la cama era que disfrutase de una velada de sexo, yo no pude contestar porque enseguida Carla comenzó a bajar mi pantalón de deporte dejando mi polla de dieciséis centímetros al aire y dirigiéndonos al salón con los combinados yo era el único que se encontraba completamente pelotas. 

Una vez allí Emiliano dejó al descubierto también su verga a destacar una polla de unos diecisiete centímetros más o menos pero gruesa un color oscuro las grandes pelotas y con el bello recortado pero no depilado al cien. 

Carla se puso de rodillas y comenzó a mamármela cosa que me dejó casi petrificado mientras su marido sentado a la mía acaricia a mi pierna y en aquel momento agarró mi verga y la aldeaba para dar golpes en la cara de la mujer. 

Era la primera vez que un tío me agarraba la polla pero para dársela a su mujer que no paraba de pasar la lengua por ella y por mis pelotas. 

Después de cinco minutos la mujer fue subiendo por mi cuerpo mientras humedecía mi tripa mi pecho hasta llegar a mi boca sintiendo que Emiliano también estaba succionándome mi otro pezón mientras continuaba dándome la lengua con la mujer no sé en qué momento ya que estaba con los ojos cerrados fue en el que sentí como la cara del hombre rozaba la mía y su lengua entraba en mi boca abrí los ojos y pude ver como ambos jugueteaban con su lengua en mi boca dejándome yo hacer y a su vez actuando con ambos. 

Era la primera vez que me besaba con un hombre y el absoluto me había parecido desagradable ya que entre medio estaba aquella diosa. 

Emiliano me ofreció degustar aquel coñito que fui descubriendo según bajaba aquel minúsculo tanga tenía un pequeño mechón negro azabache por encima de su rajita y aquel coño completamente abierto y depilado en donde destacaba un color rojizo ya que el clítoris de buen tamaño enseguida conseguí un orgasmo de la mujer , mientras sentía como Emiliano meneaba mi polla y justo cuando la mujer comenzaba a sentir su segundo orgasmo la boca de este engullía mi verga. 

Suspiré profundamente era algo que nunca me había hecho un hombre pero aún así sentía un gran placer y continué mientras aquella boca y aquella lengua chupaba mi polla mis huevos e incluso la sentí en mi ojete aquello me animó a hacer lo propio con la mujer cosa que ya había practicado alguna otra vez con alguna chica. 

Los jadeos de ella los pequeños gritos y mi respiración agitada mientras yo y Emiliano chupábamos y soy el chamoteo consiguieron que la mujer tuviese su tercer orgasmo. 

Momento que pidió ser follada con casi desesperación en aquel momento se la clavó hasta los mismísimos huevos su marido comenzando un mete saca profundo mientras yo por petición de este ponía mi culo en la cara de ella y este se agachaba para continuar con su mamada podía sentir la lengua de ella titinear en mi ojete y como aspiraba mi polla como si quisiera sacar las entrañas por ella. 

La mujer consiguió otro orgasmo momento en que se me invitó a follarla así que colocándose ella de a cuatro comencé a follarla desde atrás mientras ella chupaba el vergón de su marido no tardé en darle otro orgasmo y por sus contracciones vaginales conseguí el mío llenándoselo de mi leche. 

Chupa cariño chupa chupa quiero otro quiero otro ante mi sorpresa el marido limpio mi polla y acto seguido tomando la boca arriba le comió el coño entero y con ello toda mi crema y acto seguido se la clavó hasta los mismísimos huevos comenzados la a follar de nuevo. 

Yo comencé a comerme sus tetas y mientras pellizcaba su otro pezón así hasta que consiguió otro orgasmo momento en que esta se levantó y comenzó a mamarle apoya a Emiliano, lo hacía suavemente pausadamente degustándose en cada movimiento mi polla estaba dura igual igual y ahora alternaba ambas y Emiliano también comenzó a ayudarle a la mujer hacerme aquella lenta mamada. 

Carla en aquel momento me sugirió que le ayudase con la de Emiliano, no supe decir que no los dos sentados en la cama y el de pie alternóbamos y compartíamos aquel pollón como si fuese la de un Dios entrelazando nuestras lenguas y succionando aquel pollón anunciaba su eminente corrida Carla ansiaba aquel néctar mientras yo no sabía cómo colocarme, con la boca abierta y su lengua fuera pude ver como comenzaba depositar aquella blanca leche y espesa que empezó a tragar y sin tiempo a reaccionar como traspasaba mis labios aquella gruesa polla y también depositaba aquel néctar blanco que no superar bombeando varias veces para luego este mismo comenzar amor realme mientras su mujer terminaba de recoger las últimas gotas. 

Mi sabor de boca no era ni mucho menos agradable por lo que me parecía a mí pero la pareja lo atenuó con besos muy húmedos comenzando a jugar pasando el combinado de boca en boca la mujer era la que más desataba estaba y nos puso a los dos hombres de a cuatro para comenzar a comernos los culos. 

Luego Emiliano también comenzó a hacer lo propio con el mío sintiendo ahora dos lenguas que cada cual intentaba profundizar más en aquel agujero. 

Esta enseguida me propuso ser follado comentando que yo nunca había probado ella me dijo que los dos lo habían probado por el culo y que yo podría hacerlo con los dos si quisiera. 

Comenté que eran demasiadas emociones para el primer día así que nos dispusimos a echar otro polvo a tres como parte de magia Emiliano encajó su polla en mi boca y se colocó para que quedásemos en posición 69 sintiendo yo automáticamente como mi culo quedaba más expuesto de la cuenta y Carla aprovechaba para meter primero algún dedo y luego un dildo de mediano tamaño no pude aguantar mucho más y avisé al hombre que me iba a correr y este sin retirarse sacó hasta la última gota de mi leche que compartió con Carla y esta a su vez escupió sobre mi boca tragando yo como si lo hubiese hecho toda la vida. 

Ahora en posición 69 podía sentir como las pelotas de Emiliano rozaba mi cara mientras los jugos de Carla se dejaban caer por mi boca y esta mamaba mi polla casi con desesperación durante 10 minutos poco más o menos la folló bruscamente consiguiendo ella un par de orgasmos más y yo el premio de un buen chorro de su corrida que enseguida se mezclo con la de Emiliano restregando esta su coño para que lo limpiase y por último introduciendo aquel pollón en mi boca para que terminase sacando hasta la última gota. 

Terminamos el combinado y entre besos y algo más decidimos ir a la cama. 

Yo me fui a la mía y ellos a su cuarto todavía pude oírles como disfrutaban de otro buen polvo y cuando me estaba quedando dormido la visita de Carla a mi habitación para decirme que dormiría conmigo no sin antes hacerme limpiar su coño con la preñada de Emiliano. 

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