Hola como están! Mi nombre real es Maria Laura. Soy argentina, empresaria, divorciada hace tres años y tengo 45 años. Todo cambió y para bien. Finalizó mi duelo y mi anorgasmia. Resulta que hace unas noches, en ocasión de acompañar a una íntima amiga de la infancia a un evento empresarial en un importante hotel de Puerto Madero, (luego tarde descubrí el porqué del evento) mi vida femenina giró 360 grados. Apenas llegamos al hotel en taxi pagado por sabe quién, fuimos directo a la recepción del evento.

Nos enfrentó un muy amable hombre que conocía a Vicky, éste nos dijo que teníamos asignada la mesa 1. Allí fuimos. Era una mesa redonda para 8 comensales. Repentinamente, se apagaron las luces y comenzó una música de los años 50 a todo trapo,  invitando al baile. Nos miramos con mi amiga…y salimos las dos a bailar. Repentinamente, no vimos separadas ambas por dos hombres desconocidos (para mí); los cuales comenzaron a bailar con nosotras. Aparecieron personas por doquier. Mi bailarín se presentó como Omar. Era un muy apuesto y perfumado hombre de unos 50 años. Me dijo que yo iba a ser su acompañante durante toda la velada y que él me había elegido. Yo sorprendida y sin entender mucho todavía. Nos fuimos a la mesa 1. Ya plenamente con sus 8 comensales, como así también el resto del salón a pleno.

En un momento presentí, que éramos unas trescientas personas. Omar me invitó con una copa de champagne. Mientras lo deleitaba, Omar me comentó que él había organizado el evento porque había sido nombrado el CEO de una importante empresa farmacéutica internacional. Así las cosas, pensé la noche estaba en pañales. Disfruté una deliciosa cena, buen vino, riquísimos dulces. Cuando todo apuntaba a retirarme, me dijo, no María Laura, quiero que me acompañes el resto de la noche. Busqué como loca a mi amiga; había desaparecido (luego supe con quién). No dudé un instante. Me dije Laura estás sola y Omar es un tipo muy guapo.

Salimos al lobby del hotel, saludo a unas personas y, me condujo al estacionamiento. Subimos a un flamante auto Mercedes Benz. Allí mismo y sin chistar, en la oscuridad de la noche y del estacionamiento, comenzó a besarme en la boca y a pasar su lengua en mi cuello. No me resistí, sinceramente. Comencé a acompañar su actitud muy intensamente por mi parte también. Sus manos estaban ya en mi entre pierna, excitándome mucho, cada vez más y más. Locamente caliente, aflojé su cinturón y su bragueta, así expuse una hermosa pija ya endurecida; a la cual me puse a disfrutar. Deliciosa sabía en mi boca. Mi lengua jugaba con su cabecita loca. Sus manos puestas por detrás de mi cabeza, con fuertes pero delicados movimientos me llevaban a sentir que estaba siendo cogida por mi boca.  En un momento, me dijo vayamos a mi departamento a pasar el resto de la noche. Así llegamos a uno de los más importantes edificios de Puerto Madero. El Chateau.

Subimos a su departamento, casi el último piso. Me quedé impactada al entrar y poder ver el balcón terraza que tenía, y con una noche estrellada y despejada, se podía ver la costa de Uruguay. Me puse cómoda en un sillón. Omar puso música muy apropiada para el momento, la cual acompañó con champagne francés. Junto a mí, continuamos lo ya iniciado en el auto. Nuevamente continué disfrutando de su lengua y sus labios; ya recorriendo más intensamente mi cuerpo. Poco a poco me fue desvistiendo. Sus dedos se ubicaron por debajo de mi colaless, primero introduciéndolos en mi vagina. Me excitaba mucho. Por momento, me ponía sus dedos húmedos por mi propia secreción vaginal en mi boca.

Estaba loca de tenerlo dentro de mí. Rápidamente, me puse a disfrutar su pija. Ambos ya estábamos desnudos en un amplio y confortable sillón. Sus besos en mis pechos eran cada vez más intensos, como así también, comenzó a darme besos en mi cola, introduciendo su lengua, una y varias veces.  Lo deseaba infinitamente. Jamás había asistido a tal momento de plenitud sexual. Agachada en perrito y chupándole su sabrosa pija, comencé a sentir que unos dedos muy delicados y húmedos se introducían en mi cola, de manera repetida. Giré mi cuello, y me día cuenta que éramos tres. Adrián, fue mi otro macho esa noche. De repente, todo giró 360 grados.

Pasé de ser una desdichada divorciada, a una mujer participando de un trío jamás pensado. Adrián, rápidamente de los dedos pasó a introducirme su pija muy cautelosamente en mi culito (virgen hasta ese día). Loca, loca y puta, muy puta me sentía y me hacían sentir Omar y Adrián. Que hermosura fue para mí, sentir esa pija dentro de mi culo. Un poco de leve dolor inicial, a la plenitud del goce. Omar me alzó en sus brazos y besándome en la boca me llevó a su dormitorio. Amplio y hermoso para un trio. Aquí los roles cambiaron. Ya en la cama, me penetró Adrián por mi concha y Omar por mi culo. Que sublime excitación, me sentía como una protagonista de un video porno, disfrutando y alcanzando orgasmos jamás encontrados. Sentía como Omar y Adrián derramaban su leche dentro mío….deseando también que acabaran ambos en mi cara, boca.

Al rato, como el ave Fénix apareció Vicky, desnuda ofreciéndome su concha para que se la chupara. Así fue como me inicié en la rutina lésbica. Mi lengua se introducía en su concha de manera frenética, saboreando tan rico manjar femenino. Se rotó lentamente, mientras yo estaba siendo cogida por dos machos bravíos, y me ofreció su cola, la cual comencé yo también a disfrutar con mi lengua y mis dedos. Tras lo cual, terminamos disfrutando los cuatro; todos entregados y donde todo era válido, nada prohibido……………………….!!! ¡¡Así, desapareció mi duelo y he podido comenzar una nueva vida como una adulta y exitosa mujer!! También, con dos nuevos amigos varones Omar y Adrián, a los cuales seguiré siéndoles una caliente y fervorosa mujer en el sexo…………!