YO Y MIS VIEJITOS

Bueno yo vivo con mi madre y mis dos hermanas, una mayor que yo y otra menor que yo, mi padre supuestamente trabaja en el extranjero, eso dice mi madre, pero desde que tengo recuerdos nunca lo he visto. Desde que termine el colegio estuve de vaga en la casa pues no logre ingresar a la universidad y mi madre me dijo que tenía que hacer algo, sino estudiaba debería trabajar, pues me la pasaba en casa con las amigas y amigos o metida en el internet mirando cositas.

Hasta que un día mi mamá me dijo que desde el día siguiente iría a trabajar a una casa hogar para adultos ancianos, pues mi madre se conoce con muchas monjas que realizan estas labores y ellas necesitaban ayuda con los viejitos, yo no pude protestar mejor era aceptar, total era trabajar con viejitos.

Así llegue al hogar la hermana directora me presento con la hermana encargada de servir y ayudar a los ancianitos, me dijo que tenía que hacer, ayudarles a vestirse, ir al baño, comer, salir al patio, llevarlos a dormir etc. El primer día apoye en todo lo que me pidieron.

Al segundo día que llegue la hermana me envió que ayudara a la señora Enriqueta que era la encargada de bañar a los viejitos, llegue al gran baño, pues era grande en realidad había bañeras especiales para ancianos, sillas de baño,, mangueras y todo lo necesario, la seño me dijo que me pusiera una bata plástica, un gorro, unos guantes y unas botas y me enseño como debía bañar a los ancianos a los más viejitos en la bañera y a los más jóvenes en las sillas ella se especializaba en bañar a los varones, otras se encargaban de las mujeres, así que a mí me tocarían los viejitos varones, allí entraba uno por uno para que no se enfermaran, cuando yo entre había un viejito calatito a quien bañaba doña Enriqueta y le agarraba su pene, ella me dijo esto también tienes que lavar agarras así y les enjabonas de esta forma, desde el lunes tu sola harás esto porque yo salgo de vacaciones me dijo.

Pues yo quería agarrar penes, pero jóvenes y duros, pero ni modo tendría que contentarme con estos que ya no se levantaban, así empecé a bañar, enjabonar, afeitar, y lavar penes. La semana siguiente empecé sola, para sentirme más cómoda usaba un polo, un short y sandalias bajo la bata plástica verde, y empecé a bañar a los viejitos, solo que a mí se me metió en la cabeza hacer que los viejitos gozaran un poco más, comencé a jalarles sus penes con más frenesí de todos los que bañe el primer día quisieron despertar unos dos, pues se sentían que empezaron a tomar forma, pero no terminaron tal vez por el tiempo que tenía para bañarlos.

Al día siguiente hice lo mismo con todos, dos de los viejitos reaccionaron sus penes se volvieron duros y los viejitos se movían como queriendo coger a alguien sus rostros cambiaban de forma, se les escuchaba decir así, así, aunque no lo crean los viejitos dispararon su leche con fuerza, termine con la paja y los bañe, claro que les dije que no le dijeran a nadie y la próxima se los volvería hacer.

Así estuve esta semana pajeando a mis abuelos que pudieran aun levantar vuelo, a la semana siguiente, llego un nuevo abuelo un moreno de unos 70 y tantos, medio renegón que no quiso hacerse  bañar, hasta que lo dome y lo puse en la silla, pues cuando mire su pene este se veía grande así colgado con un poco de bello blanco, no sé qué me llevo primero a cogerlo y lavarlo antes que el resto del cuerpo, comencé a jalarlo y este respondió rápido creció de una manera impresionante, el viejo me miro y sonrió, era grande y gruesa, según lo pajeaba no sé qué me llevo pero puse mis labios encima de su glande no sé porque empecé a pasarle mi lengua y una cosa me llevo  a otra al poco rato tenía todo el pene que me podía caber en la boca, estaba lamiéndole el tronco la cabeza y mis manos se apoderaban de sus huevos, hasta que el viejo soltó toda su leche en mi boca y yo feliz recibía, él me dijo gracias amor, tiempo que nadie me sacaba la leche, ahora si ya me puedo morir, me repuse como pude y lo bañe lo más rápido que pude, advirtiéndole que no le avisara a nadie, luego llegaron los demás y ya no solo los pajeaba sino que los chupaba, logre revivir a dos que también dejaron su leche en mi boca.

Así estuve chupando pollas y tomando leche, ahora se me había cruzado la idea de perder mi virginidad con alguno de ellos, estuve pensando en eso, y también ya sabía con quién, seria con el viejito moreno, ese día planeado llegue al trabajo entre en los baños me fui a cambiar solo que esta vez me quite toda la ropa, me puse la bata sobre el cuerpo desnudo y las sandalias, llego el primer viejito a quien lo bañe, mi cabeza solo pensaba en el moreno fue el quinto en entrar, el mismo se desvistió y se sentó y yo le dije hoy tienes algo especial fui directo a su pene me lo puse en la boca, empezó a crecer dentro de mi boca, y mi garganta pues en estado flácido me lo metí todo esperando que creciera en mi boca y así paso sentía que me ahogaba que mi garganta se iba a romper igual mis labios se anchaban más hasta que lo saque y comencé a  lamerle y chuparle hasta que estaba duro, me levante la bata y me puse encima del pene apuntando a mi puchita, sentí el roce con mis labios vaginales, comencé a rozar  de adelante hacia atrás, cuando sentí que lograba entrar empuje y comencé a penetrarme, el me cogia de la cintura y yo hacia que el pene entrara mas, esto hizo que empezara a dolerme pero yo no quise retroceder continúe con metérmelo adentro sentí que algo se rompía y el dolor aumento pero así me lo metí todo me quede sentado sobre las piernas del moreno, después de un rato el moreno comenzó a moverse y empecé a sentir rico, y comencé a moverme de abajo hacia arriba cada vez más rápido, luego lo saque hay estaba su pene manchado de sangre, agarre la ducha lo limpie y me senté de espalda, enterrándome el pene de una sola y el viejito me cogió de las tetas, yo abrí la bata y él puso sus manos directo y jalo mis pezones, lo que no había previsto era que el viejito se iba a correr dentro de mí y yo con la calentura tampoco pensé en eso ya cuando sentí su leche en mi puchita, lo saque y lo limpie y lo bañe yo también me di un baño rápido le di un beso y le recordé que no dijera nada, me dijo gracias por el regalo. Ese día termine de bañar a todos de  forma normal posible, pues estaba preocupada de quedar embarazada, llegue a una farmacia y me dieron unas pastillas ya con eso quede tranquila para continuar con mi trabajo y seguir chupando y cogiendo a los viejitos que se pudiera esa semana abre cogido con unos 5 ancianos a los que se las puse dura y a mi negro también.

La semana que vino antes que dona Enriqueta regresara se me ocurrió perder mi virginidad anal y con quien con el moreno que era mi cómplice y que gracias a ello también le cambio el carácter ya no renegaba era el más feliz y alegre de la casa, el día que había decidido hacerlo espera a Genaro que así se llamaba mi amante llego se sentó, aunque yo previamente me había echado aceite de bebe que utilizaba para los ancianos en mi culo, pues con una jeringa me había llenado el ano de aceite para que no me doliera, cuando Genaro se sentó yo me desvestí me quite la bata, agarre su pene y me puse a chupar con todo cuando estuvo listo me la metí en mi puchita hasta sentirme lista, una vez lista le dije quiero que me lo metas en mi culo, abrí mis nalgas, puse mi hoyito encima de su pito sentía el roce de su pene en mi anito, empecé a empujar despacio este empezó resbalar pero según entraba también dolía, él me dijo despacio amor, así lo hice pero seguía doliendo pero yo seguía metiéndomelo más, hasta sentir sus huevos chocando con mi puchita así me quede un buen rato hasta que empecé el sube y baja poco a poco, pues dolía pero eso era lo que yo quería dejar de ser virgen anal, Genaro me dijo voy a terminar y le dije córrete en mi culo así lo hizo termino en mi culo yo lo saque pero antes que se bajara el pene de Genaro me lo metí unas tres veces más, me puse la bata y termine de bañarle, se sentía medio raro tener el culo abierto quería más ese día hice que dos ancianos más me metieran sus vergas en mi culo, al final me di un baño y termine mi trabajo.

A la semana siguiente cuando regreso doña Enriqueta los viejitos se volvieron rebeldes no querían que ella los bañase, solo se dejaban conmigo,  pero tampoco podía pajearlos, me miraban con odio por no hacérselos hasta mi negro se volvió rebelde, a la semana siguiente doña Enriqueta se fue a bañar señoras y yo me quede con los viejitos y volví a mis juegos y todos los viejitos volvieron a ser felices y yo también pues mis agujeros siempre paraban abiertos, pues era la puta de todos, hasta con mi periodo lo hacía, tengo 3 años trabajando aquí, me quisieron cambiar de puesto pero los ancianos no quisieron, hay días que no quiero hacerlo pero los viejitos molestan y ni modo tengo que hacerlo porque algunos hasta me chantajean, ahora mi madre me dice que lo deje pues como ya estoy estudiando, prefiere que me dedique a los estudios, a veces lo pienso pero tendría que dedicarme a ser puta para poder tener varios penes al día.