El cuerpo desnudo de Lidia sobre nuestra cama es un espectáculo realmente impresionante, yo estoy allí a su lado contemplándola, es difícil controlar mi ansiedad, no me canso de lamerla, sus gemidos me dicen lo bien que ella se siente.

Sus manos sujetan mi cabeza contra tus muslos, no quiero irme de ese rincón secreto, una mano tuya se extiende para recoger el vaso con el que hemos celebrado esta noche, saboreas aquel vino tinto y tu lengua saboreándose, le prohíbe a la mía que se detenga.

Un intercambio fugaz de nuestras miradas lo dice todo, cuán de prisa se está yendo el tiempo, entonces tus rodillas terminan de rendirse y dan paso a aquello que está volviéndote irracional; te imaginas siendo atacada por una serpiente de la que no deseas escapar, disfrutas al sentirla invadiéndote con su lengua letal.

Que pócima tan deliciosa la de aquel manantial, no me cansó de beberlo, es especial, �..solo para ti..� alcanzo a entenderte mientras giras tu cuerpo boca abajo para que termine de recorrerte.

Esa música..es mía�es mía, déjame escucharla me dices, mientras señalas tu Ipod; me reclino sobre el velador y subo un poquito el volumen, es Ana Belén, canta Derroche, no podías haber escogido mejor canción en este momento tan especial, bravo ¡!

Casi instintivamente te has reclinado y palmeas nuestra cama, es que ahora tu me quieres allí y yo no me hago esperar; tu me haces sentir el protagonista de aquella canción, la noche es testigo de aquella inmensa locura.

Me tienes allí y ahora eres tu quien busca saciar su sed, te pregunto si estas bién, no puedes responder, solo emites un ruido, un gemido inentendible pero expresivo que me deja saber que lo bién que te sientes.

Tu turno ha llegado ahora, me tienes a plenitud y te acomodas sobre mi, debo de calmarme; esto es demasiado placentero, no quiero ni debo apresurarme, siento tanta humedad tuya descansando ahora sobre mi vientre.

Te quiebras hacia atrás e inicias un ritmo cadencioso, me enloquece y aun mas cuando das cortos gritos una y otra vez, te desenfrenas más y más cada vez; estas corriendo, yo sé a donde quieres llegar y yo quiero alcanzarte allí.

Pasa el tiempo, no te cansas; me matas segundo a segundo, te reclinas sobre mí, a manera de descanso, nuestras bocas se succionan, nuestras lenguas se entrecruzan cual espadas sacándose filo entre ellas.

No entiendo lo que me dices, pero sé que estás por llegar, es tu aviso para que yo te reciba, agitas el ritmo, te meneas más y más, tu cabello se sacude sobre mi, es increíble y delicioso saberte así; ya viene !!, reclinas tu cabeza, abres tu boca y me muestras tu lengua que ansiosa busca la mía, eso nos vuelve mas que locos a los dos, muerdes mi lengua y solo la sueltas para poder gritar, es la antesala para un delicioso gemido saliendo desde el fondo de tus entrañas.

Wooow, que manera de llegar, gritos, abrazos sin freno, tus uñas en mis hombros, mientras en tu cabalgata dejas el último salto para que yo llegue a lo mas profundo de ti.

Lloras de la emoción, es un complemento que libera lo que habías guardado muy dentro de ti; después de eso, piquitos, caricias, abrazos, cansancio físico y mucha, mucha ternura.

La hora ha llegado, el tiempo no nos permite un momento más, un abrazo eterno que no queremos interrumpir, besos tiernos, aquellos que ya casi habíamos olvidado son el sello de un deseo mutuo de buscarnos otra vez, cuando será? Solo el destino lo sabrá

Tú sales en rumbo a tu casa y yo me quedo allí bebiendo del vino que se quedó en tu copa; te miro ir desde mi ventana y empiezo a esperar a que llegue de aquel día.