Mi historia comienza cuando anteriormente me ascendieron de trabajo, empeze a trabajar con 3 mujeres más y mi jefa mujer en total éramos 5. nuestro departamento era conocido por el piso 7 y éramos el único departamento con puras mujeres todas eran de buen ver entre 24 a 29 años todas con buenos pechos y piernas torneadas inclusive cabe mencionar que la jefa siempre escocogia a su personal por sus habilidsdes y por su cuerpo, mi cubículo estaba enfrente al de la jefa y son todos de vidrio transparente, el trabajar con mujeres nos volvió descuidadas ya que al llevar faldas o minifaldas no tomábamos importancia en que entre nosotras nos veamos las bragas, o los pechos al agacharnos o por alguna otra situación. Conforme paso el tiempo empezó una competencia entre nosotras por vestir bien y más provocativas , empezamos a usar faldas más pequeñas, escotes muy pronunciados o en ocasiones al grado de usar blusas sin brasier, todos los días era muy común saber que tipo de ropa interior llevaba cada una, ya que por los cubículos y la mala postura al sentarse de todas dejaba ver las bragas, existen ocasiones en que las juntas generales con los demas departamentos todos los hombres nos miran y son cosas que en lo personal me prenden. El hecho de trabajar en una empresa y andar así vestida como puta en una oficina con mujeres no me prendía, lo que me prendía eran las miradas cuando un compañero subia a ver a la jefa y al pasar delante de nosotras nos miraba las piernas o los pechos, o cuando saliamos siempre habia compañeros abajo de las escaleras viendo nuestras bragas. Pero lo que más me morboso es que el vestirme a si y salir de la oficina y llegar a mi departamento me vean como una zorra ya que en ocasiones tengo que caminar unas 2 cuadras por qué entre semana cierran las calle para poner puestos.