
Por
Anónimo
Soy la vaquita de mi pareja
Desde muy chica el consumir contenido xxx, me hizo excitarme con cosas mucho más explícitas, como el BDSM, el pet play y los juegos de poder. Al inicio me daba mucha pena contarle a mi pareja, sentía que me vería rara, que no lo entendería… pero con el tiempo, y después de muchas charlas llenas de confianza, terminé confesándole que me excitaba la idea de ser su mascota, su perra, su vaca, su propiedad. Para mi sorpresa, no solo no me juzgó… le encantó. Me pidió que me depilara completamente la puchita y usara la lencería de vaca que me compró, al llegar a casa y verme lista vi como se puso duro y me miraba con deseo.
— Hoy no eres mi niña, ni mi perrita. Hoy eres mi vaca. — Y como buena vaca… te quiero limpia, callada y lista para ser ordeñada. — Ponte en cuatro y muje por mí. Me puse en 4 y senti como me moje al sentirme su puta, se acerco y me dio varia nalgadas y luego apreto mis senos diciendo— Esta vaca tiene buena carne. — Mira cómo tiemblas solo porque sabes que vas a servir. — ¿Qué eres? -La vaca de papi le respondí. — ¿Y para qué sirves? -Para ser ordeñada y usada como te guste. — Abre bien las piernas, que necesito acceso a cada parte de mi animal. — Mira cómo se te mueve el trasero, parece que ruega por mi verga. Después de decir esto comenzo a meter sus dedos en mi puchita, primero 2 y asi siguio hasta meter 4. Empecé a gemir muy fuerte y el me azoto la pucha. —Las vacas no gimen mujen. Empece a mujir poniéndome cads vez mas mojada y de pronto senti como logro empezar a meterme su puño. — A ver si esta vaca da leche hoy… — Quiero que mojes el suelo si hace falta. — Si no muges fuerte, no te mereces que te ordeñe. Segui mujiendo mientras metia su puño dentro de mi y empezo a meter un plug en mi culo, solo podia mujir mas fuerte, sentia que iba a orinarme y entonces tuve uno de los orgasmos mas fuertes de mi vida, chorreaba como fuente y el se reía. — Que buena vaca, ahora vas a tener que seguir chupandomela hasta que consigas tu leche. Asi lo hice y pronto se vino sobre mi cara y pechos. Estoy fascinada con sus juegos, aunque me sigue dando vergüenza.
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.