Entre los amantes que tuve, uno me duró una noche, para ser sincera no dí más que para una noche, era un tano (descendiente de italianos) exquisito, bello, de esos que a uno le duele todo de mirarlo.

Lo ví y me ardió la piel, vamos a llamarlo Al, estábamos en una especie de fiesta que se sabía iba con todo en casa de una amiga, la familia se había ido de vacaciones, yo andaba tristona pues recien terminaba con otro tano ariano, ardiente, bello y de quien pude haberme enamorado, pero como dice el refrán «soldado que huye sirve para otra batalla!»

Pero la voluntad a los 25 años bien transitados no servía de mucho y me habían dicho que me llevaban a un amigo que me haría olvidar mi pena, suele suceder en esos casos que conoces al personaje y te cae mal o lo encuentras feo!

Nada de eso pasó, fué un flash enceguecedor, bailamos, él bebía la nada así que toda modosita tampoco bebí.

El baile a luces apagadas y con solo música lenta, levantó la pasión y algo más y empezó mi compañero de jolgorio a meter mano, era verano y yo andaba con una túnica de cuello chino; rarísimo yo sin escote!; y de un largo a medio muslo cuando sentí que mi falda subía y sus manos me agarraban las nalgas sobándolas y luego mi braga bikini estaba en medio de la pista de baile y los dedos de una mano explorando mi raja!

Como pude recogí la braga (hay que tener algo de respeto por los demás) y le dije que la iba a guardar, me habían designado un dormitorio con una cama de una plaza y hasta ahí fuí a dejarlo, cuando iba a salir me encontre en los brazos de Al y depronto sin mayores trámites los dos desnudos y trenzados las piernas, brazos y cuerpos en un preludio caliente a la penetración en sí.

Era temprano para estar ya en los hechos, pero así se dió y así se vivió, toda la noche me folló, parecía que hacía años que no tenía a una mujer a su disposición, y yo bien sabía que no era así. Venía saliendo de una ruptura al igual que yo. Tenía un falo muy bien dotado, 18 a 19 centímetros de largo por 3,5 de diámetro más o menos. A esas alturas de mi vida ya sabía casi medir exacto cada verga!

Las posiciones más increible las hicimos, la bailarina, el molino, la monta, la cortesana, la de la luna, la perrita, Las piernas a los hombros. Ufff ya ni recuerdo más, creo que sabía todas las posturas del kamasutra!!

Sexo por todos lados y de largo aliento, en cada follada ya a la mitad de la sesión, in mente yo solo rogaba que se corriera, pero tenía el hombre un dominio sobre su eyaculación que me dejó realmente agotada. Si paramos una hora en total de toda la noche, no fueron más, fue para beber un trago de agua y en otra para fumarnos ese cigarro que hace sencual el fumar, pero si bien se vino dentro de todas mis partes varias veces se reponía en lo que me demoraba en contar diez y seguíamos.

Por 12 horas estuvimos follando, o mejor dicho me estuvo follando!

A la mitad de la mañana del día siguiente me dijo que debía irse, que me llamaba para vernos esa noche o en la semana, yo dije que bien, pero cuando intenté levantarme ¡mis piernas no me sostenían!

Entre dos de mis amigas me ayudaron a llegar al baño y zambullirme en una tina templada, los músculos estaban casi sin fuerza, no había trocito de mi humanidad que no me doliera.

Me llamó muchas veces, para cerrar el capítulo con él, nos juntamos un día y le pregunté si había algún grado de compromiso más allá del sexo, fue muy honesto dijo que no, que no estaba preparado aún, que había disfrutado mucho conmigo y le gustaría repetirlo, pero ahí yo le dije que solo tenía sexo con quien fuese al menos pareja mía! Bailamos y me fue a dejar a la casa, me dió un beso de esos que casi me hace reconsiderar la medida, pero recordé mi triste figura al día siguiente de nuestra noche y me bajé de su auto sin mirar atrás!