De ser una joven soltera por años pasé a tener dos parejas y un ayudante sexual, uno no puede ir por la vida como un muerto de hambre no señores uno debe compartir y más cuando lo encuentras todo así no sea en la misma persona. Mis parejas son tan diferentes y a la vez tan parecidos para fijarse en mí. Atenea es el amor, la ternura y la total comprensión, ella y yo tenemos la relación más hermosa y estable pero es una mujer y así la ame ese amor está prohibido ante los ojos del mundo, tal vez les parezca increíble pero la amo más de lo que se puede expresar, no existe manera humanamente posible para demostrar lo que ella significa para mí.

Emir es el hombre más perfecto del mundo a veces un poco bobo tal vez de-pistado pero me ama con su vida, el es la estabilidad, la confianza y el respeto. Pocos hombres son capaces de amar y respetar a una mujer, con el tengo una vida cómoda y tranquila aparentemente la vida perfecta pero todos sabemos que la perfección no existe pero de algo estoy segura y es que tengo la vida ideal.

Por otro lado está Leo, no somos nada o al menos lo que tenemos no tiene nombre pero el es la pasión, la lujuria y sobretodo el peligro. con el solo hay una fuerte atracción y un gusto insaciable por el sexo, puedo decir que es mí polvo favorito. Leo y yo nos conocemos de toda la vida y cuando les digo esto es por que nos conocemos desde niños, nunca pasó nada hasta mis dieciocho que no recuerdo como ni porqué pero nos besamos, ese beso me supo a nada por o que durante años le fui indiferente. cada quién siguió su camino pero aquí estamos…

Estoy entre tres personas a las que no quiero herir pero mí parte egoísta no deja escapar, de amar amo a Atenea ella es la luz de mí vida, de querer puedo decir que quiero a Emir el me mantiene los pies en la tierra y Leo que les puedo decir el solo sirve para darme placer. Yo sé que eso no está bien pero si ellos son felices y me hacen feliz todo está bien, llegará el momento en el que me tocará elegir pero mientras eso pasa yo seguiré disfrutando del amor los lujos y los placeres de la vida, al final la felicidad no es completa y la vida se compone de pequeños momentos de felicidad.

Yo no soy perfecta y aunque estoy haciendo algo malo no soy una mala persona, todos hacemos cosas de las que no podemos sentirnos orgullosos y es normal siempre pecamos de una u otra manera, soy de las que digo que cada quién viva y haga lo que quiera sin hacerle daño a nadie solo le pido al cielo que este lío no pase a mayores, soy promiscua y lo acepto más nadie puede juzgarme, todos llevamos una cruz y cada quién lidia con la suya como puede.

El sexo con Atenea es divertido y satisfactorio, en la cama somos una los limites no existen y los orgasmos son intensos como aguacero en temporada de huracanes, la verdad es que no hay manera de aburrirnos, siempre estamos hablando y planeando un futuro que es incierto. Con Emir solo hablamos de la familia, el trabajo ya parecemos un matrimonio de años y a penas estamos comprometidos, en la cama que les puedo decir pudiera ser mejor pero no me quejo al menos se esfuerza. Y Leo bueno ese niño nada el solo sirve para coger y rico que lo hace pues no tendría algo serio con el ni volviendo a nacer, el no es hombre para mí ni yo soy mujer para el, como dice el dicho filo con filo no corta pero pasar el rato está más que bien.

Nada dura para siempre y mientras dure estos serán los mejores años de mí vida.