El apetito sexual de los dos llegó a su clímax; y luego, dejamos de hacerlo en los 10 días siguientes, en que volvimos a ocuparnos de nuestros asuntos familiares, y negocios pendientes.

Después de ello, me percaté de que mi esposa se había tornado un poco seria, y muy misteriosa, y en los últimos tiempos, la vi muy interesada explorando pornografía en internet. Un día, que había llegado a casa, y no encontraba a Andrea por ningún lado, la encontré en la biblioteca concentrada en su laptop.

Al verme se sobresaltó, y quiso cerrar la tapa de la máquina.

– Espera, espera, le dije; porque cierras, ¿Qué me ocultas? Ella, incómoda, y algo avergonzada me dijo:

– �Nada, nada�, solo estoy mirando esto. Y �esto� era un título de imágenes de Google llamado: �Las vergas más grandes�

Yo, sorprendido, la interrogué: �¿qué sucede, acaso no te satisfago como varón? �No, no es eso� fue su respuesta. Yo, reaccioné de buen modo pensando: �después de todo lo que hemos compartido, no debo juzgarla, peor acusarla� Comprendí que debía comunicarme con Andrea, y debíamos hablar de nuestras nuevas expectativas sexuales.

– Mira, mi amor; le dije, yo soy tu marido, y soy también tu amigo, y por qué no decirlo, también soy tu cómplice. Nada puede estar oculto entre nosotros, quiero que confíes en mí, y me digas que está pasando por tu linda cabecita.

Ella sonrió complacida, y algo aliviada, pero parecía querer guardar cierto hermetismo respecto a algo. �¡¡Vamos!!� la animé, habla con confianza conmigo, nada me puede sorprender. Ella repuso con duda: �es�es que��Yo la interrumpí: �A ver, vamos desde el principio, tú te sorprendiste cuando te vi observando imágenes de vergas grandes en Google. ¿no es verdad? �si�es verdad� contestó ella. Entonces, acabemos con el misterio, ¿te interesan, te gustan las vergas grandes?, le pregunté sonriendo. Ella, sonriendo con cierto recato respondió: �Si, creo que sí�. Bien, si es así, solo debemos hablar sobre este tema, tranquila, háblame con palabras directas sobre aquello.

Mi esposa, al principio cabizbajo, y luego de modo más y más animado me confesó:

�Cuando hemos hablado entre amigas que tienen esposos de penes pequeños, yo siempre les he dicho que en el sexo el tamaño no debe tener mayor importancia, y como entre amigas hay pocos secretos, de hecho ellas saben que tú tienes un pene muy grande. Eso está muy claro para mí. Pero tú y yo sabemos que últimamente yo he pasado por algunas experiencias sexuales que�.�¡¡Andrea!!�, le interrumpí, �te ruego que hables de manera directa�.

Andrea, lanzando un suspiro dijo: �Esta bien. En los últimos tiempos he culiado con 9 hombres distintos; y aunque lo digo con cierto temor y vergüenza, debo confesarte que con todos ellos he disfrutado. Todos ellos han tenido vergas de distinto tamaño, pero no he podido sacarme de la cabeza el recuerdo de algunos de ellos. Uno de ellos es Simón, él fue el primero que me culió cuando me llevaste al burdel, el me enseñó a ser una mujer de la cama, y me reveló como hacer bien el trabajo, pero el modo como el me culió no he podido olvidarlo, era tan fuerte y poderoso, y su verga era muy grande. También me acuerdo del �colorado Jaime� ¡¡Huy, ese hombre!! Me tenía muertita de deseo, y fue tan erótico�me tomó mi mano, hiso que yo palpe y apriete su enorme verga, ¡¡Y de frente, debajo de la mesa!! estaba con tanto deseo que, el hizo que yo tenga un orgasmo delante de ti, sin que me la meta. ¡¡Y su verga!! Era gigantesca, me la metió de un solo empujón, casi me mata de dolor, pero después� fue tan rico. A todos ellos los recuerdo, pero lo que no se me sale de mi mente es cuando me culió el Negro Toro. ¡¡Mi amor, el Negro Toro!! Él fue un verdadero toro para mí, me culió con tanta gana y pasión, que me hiso decirle cosas que ni a ti te he dicho, estaba derretida, con el me sentí la puta más rica de todas. Pero lo que más recuerdo es la enorme verga que tenía, el me la metió tan fuerte y rico, que me dejó con ganas de�.con ganas de culiar con otro negro. ¿Ahora lo entiendes? Quiero que me culee un negro fuerte y macho, que tenga la verga más grande de todas. Los negros tienen fama de tener penes grandes, yo quiero ser penetrada por el negro más vergón de todos. Tengo ese deseo, no se me quita de la mente, por eso es que me encontraste mirando esas fotos en internet, también he visto en videos a negros con unas cosas tan grandes cogiéndose a unas chiquitas. Yo no soy chiquita, yo soy una hembra de verdad, estoy segura que va a gozar conmigo�

Yo quedé pensativo, y excitadísimo, pero le sonreí moviendo mi cabeza: �Eres la mujer más bella, ingenua, y puta que he visto, ¡¡y eres mi mujer!! Está bien, pero no será aquí en Guayaquil, iremos a Esmeraldas, la tierra de los negros, allí debe hallarse el negro que te va a romper, y partir en dos� ¡¡Locoooo!! Me dijo riéndose, y salió de la biblioteca contentísima.

Dos días después salimos de viaje a Esmeraldas, la Provincia del verdor, la temible tierra de barrios peligrosos de negros, como el Palmar, codesa, isla Piedad, todos ellos al margen derecho del rio esmeraldas. No llevé mi carro, lo más probable era que me lo roben.

Al llegar, nos dimos unas vueltas por el centro, nos hospedamos en un buen hotel, y salimos a buscar información. No podíamos llegar así nomás por esos sitios. Con unos dólares , nos ganamos la confianza de un negrito que se las sabía todas, él nos instruyó, nos enseñó todas las mañas y manías de los negros capos de los burdeles. Yo no iba a buscar por el centro, preguntando por un negro vergón, allí todos lo eran, quería el más vergón de todos para mi rica hembra, para mi dulce puta. Tampoco lo íbamos a encontrar en las calles, lo encontraríamos en un prostíbulo que me reservo su nombre, ubicado en la isla Piedad, a la orilla derecha del río Esmeraldas. Al final de la tarde regresamos al hotel, quedando a vernos con el negrito a una hora convenida, el sería nuestro acompañante, su nombre era Cirilo. Por otra parte, quería conversar bien con Andrea, y dejar todas las cosas en claro.

Ya en la habitación le dije: �Bien, aquí estamos, te ayudaré a cumplir tu fantasía, pero quiero dejar muy claro algunas cosas contigo, ¿ya? En primer lugar, al sitio al que iremos en la noche es muy peligroso, es un prostíbulo de negros, algunos de ellos de malos antecedentes, si vas vestida como puta como cuando estuviste en la 18, todos querrán culiarte allí mismo, ellos nunca habrán visto una prostituta como tú y lo más probable es que me maten para violarte entre 15 o 20 de ellos. Irás como una puta, pero vestida decentemente. No irás a estar nerviosa, ellos se darán cuenta y te buscarán para sacarte de allí. No coquetearás con nadie, tampoco estarás seria, solo normal. Y ahora lo más importante: El tipo que hemos elegido con Cirilo es el NEGRO PAMBELÉ, el más peligroso, temido, y fuerte. Él es el capo del sitio, y Cirilo le ha avisado que estaremos allí a las 10 de la noche, él nos espera. En cuanto a lo que te interesa y te quita el sueño, él tiene una larga fama como el negro más vergón de Esmeraldas, el si te va a hacer sentir de verdad lo que es el fierro. No te presentarás como mi esposa, yo soy tu chulo, tu proxeneta, tú eres una puta. Te traigo delante de el porque la mejor puta de Guayaquil, debe culiar con el varón más duro de Esmeraldas. Con el puedes portarte como quieras, siempre que seas cariñosa, te dejes tocar, Besar, y después culiar el tiempo que Pambelé quiera, y como él quiera.

Respecto a esto último, debo recordarte que yo; por un falso respeto, nunca te hice mamar la mi verga, ni te he penetrado por el culo, tampoco lo ha hecho nadie, ¿No es verdad? �No, nunca� dijo ella, con un tono que mostraba claramente lo asustada que estaba de todo lo que yo le estaba diciendo. �Ahora bien, debes de estar bien clara de que él te hará sexo oral, y tú a él. También te va a dar verga por el culo, cuando él quiera� Es decir, tienes que estar preparada, porque él te va a romper, tú lo quisiste, y vas a tener que afrontar por primera vez el sexo duro. De todos modos, te he comprado un comprimido de YUMBINA, un estimulante del deseo que le dan a las vacas, cuando las penetran los toros. Tiene la medida justa para ti, se te quitará el miedo, estarás bien arrecha, esperando que el negro te lleve a la cama. No sé si estarás sola con el, o si el permitirá que te acompañe, en todo caso el billete hace todo. También te he comprado esta crema de ANAL ESE, un producto que te va a dilatar el culo, para que puedas aceptar la vergota del negro. ¿Está claro?

Mi esposa quedó en silencio un momento, y luego salió con una frase, como esas que se le ocurren y me hacen reír. �¿Puedo arrepentirme y quedar en nada?

No, le dije riendo. (CONTINUARÁ� LA PRÓXIMA: EL NEGRO PANBELÉ)