
Por
Anónimo
mis fantasías realizadas 6 (Swinger)
Daniel era otro amigo con derecho que tuve, el me dijo un día después de unas horas desenfrenadas, que si quería ser su pareja para hacer swinger, porque él quería hacer eso.
Yo acepte con curiosidad y excitación, esa fantasía la tenía latente, pero a mí, no me gustaba realizarla con una pareja que yo quisiera, si no con alguien que solo fuera pura atracción sexual.
Y él era perfecto para eso. Así que él empezó a buscar parejas que nos gustaran a ambos (a él que le gustara la mujer y a mí el hombre, porque no soy bisexual).
A la semana de vernos, me llamó para decirme que había encontrado una pareja ya madura, y que esta pareja quería conocernos, citarnos para platicar y ver si éramos lo que ellos estaban buscando; así que nos citamos un viernes a las diez de la noche en un parque muy famoso de de la ciudad; yo iba con Daniel en su carro, y la pareja en otro, ellos se estacionaron enfrente de nuestro carro, se bajaron los hombres a platicar, y al poco rato Daniel regresó diciéndome que el hombre quería que nos dividiéramos un rato, que yo me fuera con él y que su esposa se fuera con Daniel.
Me estaba poniendo caliente, así que baje del carro, y me fui al asiento delantero del otro carro, mientras que la esposa de el señor se metía en el carro de Daniel, en cuanto me subí me saludo el hombre: hola, mi nombre es Alejandro, tengo 53 años y hasta ahí te puedo decir de mi vida, como veraz respetamos la privacidad de los demás y si quieres contarme algo no te preocupes que no saldrá de mí, se que tienes 20 años, estas muy rica y apetecible. Yo le sonreí, y le dije que si ,tenía 20 años, estudiaba psicología.
Mientras le contestabas las preguntas que me hacía arrancó el carro y me llevó a otro parque mucho más oscuro y menos transitado. Ahí hiso para atrás los asientos y me empezó a comer a besos, diciéndome lo rica que estaba y que me quería tener empinadita en su cama mientras mi pareja penetraba a su esposa, me metía mano debajo de mi falda tocando mi tanguita mojada por sus movimientos, su perfume me mataba, erizaba cada punta de mi piel, su voz rasposa rozándome la oreja mientras me besaba, yo le tocaba ese pene que estaba erecto y bien durito para mí, me pidió que se lo sacara y se la mamara, y eso hice bien obediente, la tenia gorda y grande, el glande bien hinchadito soltando juguito para mí, me incline hacia él y me la metí a la boca, estaba gruesa, me costaba metérmela a la boca, eso me mojaba pensando en cómo iba a gemir riquísimo si me la metía. El me agarraba el cabello y me medio cogía con la boca igual, me decía que verme era como ver una buena porno, que le gustaba como se la mamaba.
De la nada le llegó a él un mensaje de texto, era de su esposa diciéndole que fuéramos al departamento de ellos, que allá nos estaba esperando ella con Daniel.
Me sonrió y mientras yo le seguía haciendo una jaladita, el estaba manejando hacia el departamento, era un departamento tipo casa, de dos pisos, con cochera cerradita.
Cerró la puerta del garaje mientras me bajaba del carro, lo espere y mientras entrabamos a la sala comedor me di cuenta que no era un departamento �normal�, que fue diseñado especialmente para ser usado para encuentros sexuales, no había sala, ni comedor, ni cocina, ni nada normal en una casa, había un jacuzzi dentro de lo que debería ser la sala, una plataforma donde habían dos tubos para bailar, y en el donde habían dos especies de bancas largas de cemento con mosaico con huequitos a los lados no sabía su utilidad pero ese depa me gusto.
Entramos al cuarto y su esposa estaba haciéndole sexo oral a Daniel, eso me éxito porque Daniel estaba todo encendido, Alejandro me volteo y me puso de rodillas a lado de la esquina de la cama y me empezó a coger la boca, ese pene me gustaba, de solo mirarlo sentía que me derretía, quería sentirlo en cada hoyito de mi cuerpo; su esposa nos veía con lujuria mientras se la seguía mamando a Daniel. Estaba viendo eso al mismo tiempo que me tocaba mi vagina bien lubricadita cuando Alejandro se vino en mi boca, al mismo tiempo que Daniel se vino en la cara de Marifer la esposa de Alex. Lo deje limpiecito quitándole toda la leche que le salto a sus huevitos.
-se han portado muy bien mamacitas, se merecen que las recompensemos por su labor (dijo Alejandro, volteo a ver a Daniel y levantándonos nos llevó a la sala, nos hizo desnudarnos y subir a su esposa y a mí a las bancas altas y largas que habían, nos puso boca abajo, de perrito y nos amarro a los huecos de cada una de las bancas, las piernas y manos separas).
Estábamos expuestas a ellos, a lo que nos quisieran hacer, Daniel empezó a masajear los pechos de Marifer, y a morderle el trasero, mientras que Alex me besaba la espalda, me mordía los hombros, rozaba con sus dedos mis pechos, mis pezones erectos los apretaba y pellizcaba, mordía mi trasero, separaba con sus manos mis nalgas y me besaba mi culito, yo solo me retorcía de placer, me daba de nalgadas fuertes, sentía como me dolía mi nalga donde había estado su mano. Agarró un vibrador y me lo puso en mi clítoris, lo tallaba y restregaba en él, yo solo gritaba de placer mientras el ponía su cara cerca de mi vagina besando mi entrepierna esperando que yo lo chorreara con mis juguitos, que no tardaron en salir, me corrí en su cara, yo solo me restregaba en ella, queriendo extender más ese inmenso placer que me estaba proporcionando. El me chupaba y me chupaba tanto que yo sentía que me iba a venir en cualquier momento de nuevo, se paró y me beso en los labios dándome a probar de mi venida, yo la acepte como su perrita gustosa.
Me desabrocho y me llevó al cuarto, le dejo la llave a Daniel por si quería desabrochar a su esposa. Me puso en la cama y me beso, me dijo que quería que yo fuera su querida, que quería seguir viéndome no importaba si estaba su esposa o no, ni tampoco Daniel.
Yo solo lo escuchaba mientras me metía tres dedos en mi cosita, tenía los dedos largos y cuando me los metía los movía adentro haciéndome sentir miles de osas ricas, le dije: papi hare lo que quieras pero penétrame, quiero sentirte papi, cógeme ya�.
-mami no tenias ni que pedírmelo, si ya te toca tu cogidita mami�
Y diciendo eso me puso de perrito, me halo el cabello hacia atrás y me la metió durísimo, no podía parar de gemir, este hombre me estaba partiendo literalmente mi cosita, y no era porque estuviera enorme, si no porque la tenia bien gruesa, no podía dejar de gritar cada que me metía su cabeza en mi cosita, era dolor seguido de placer. Me hizo venir dos veces antes de que me chorreara mis nalgas, me beso y me dijo que pensará en la propuesta que me había mencionado, de todas maneras tenía mi número así que no iba a perderme por ningún motivo, quería más cosas conmigo.
Me beso y me ayudó a pararme, me indico donde estaba el baño, era un baño largo donde habían 3 regaderas compartidas, en una se estaba bañando su esposa y en yo en la última, ella estaba riendo pero no me dijo más nada, nos vestimos y salimos.
Daniel y Alex ya estaba vestidos, así que salimos a la cochera, Alex y su esposa se subieron en su carro y yo me subí al carro de Daniel, cada uno salió y nos fuimos por nuestro lado, Dani me paso a dejar a mi casa, diciéndome que lo hiciéramos con más parejas, que él ya había contactado a otras dos�.
Hay Dani eres todo un cusco por eso te amé�jajaja
2 respuestas
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