Mi Vida Como Dama De Compañia
Mírenme aquí, una bogotana echada pa’lante que pasó de atender turistas en un hotel en NY a ser la puta favorita de tipos con porongas que parecen mangos. Todo empezó con un político gringo que me ofreció $150 por una noche… al principio dije que no, pero cuando vi ese billete, mi moral se fue al carajo más rápido que mi tanga cuando veo una BBC.
El casting que me cambió la vida
Llegué a esa agencia especializada en hombres con «problemas de tamaño» (ja, ojalá todos los problemas fueran así de ricos). El hijueputa del casting tenía una verga de 20cm que ni en mis sueños más calientes había imaginado. Cuando la vi, sólo atiné a decir: «¡Uy parce, eso es pa’ repartir!».
La mamada: casi me disloco la mandíbula tratando de chupar esa mondá
El polvo: me la metió en 4, de lado, y cuando llegamos al misionero sentí que me estaba abriendo como un sobre
El premio: $250 por dejarme llenar de leche como ponqué relleno
Clientes que son paquetes completos
Ahora soy snowbunny oficial: mi especialidad son los negros con esas BBC que parecen bastones de beisbol.
Shawn: 23cm de pura carne negra. La primera vez usamos su propio semen de lubricante porque ni con aceite entraba esa hijueputa.
El detalle: cuando me penetraba, sentía esa vergota golpeándome la matriz como si quisiera saludar.
El resultado: quedé con el vientre hinchado de tanta leche espesa que me dejó adentro.
Ventajas del trabajo
Dinero pa’ dar y prestar (y pa’ remodelar mi casita en Bogotá)
El divorcio de mi marido infiel me dolió menos que la última cogida con Shawn
Ahora mis hijos estudian en colegio bilingüe gracias a que sé montar una BBC como jinete profesional
Consejo pa’ las nuevas
«Si van a vender el culo, véndanlo caro. Y si les toca un negro, pidan refuerzos.»
        🔞 Recomendado 18+:
        🔞 Te mereces compañía hoy: entra y conversa.
      

 



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