junio 13, 2012

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Mi las violaciones de mi vida

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Los Comienzos

Siempre fui un niño muy inquieto y muy despierto, mis primeras experiencias sexuales las recuerdo cerca de los 10 años, cursaba el cuarto grado y ya me encantaba ponerme la ropa interior de mi hermana que tenía unos 16. Constantemente me quedaba solo en casa ya que mis padres viajaban mucho y me quedaba al cuidado de mi hermana, que apena veía que mis padres se iban y ella salía con sus amigos y no regresaba en todo el día.

Yo esperaba con ansias ese momento, apenas estaba solo y corría a la recamara de mi hermana y me ponía sus bragas, un sostén relleno con calcetines, una de sus blusas un cinturón grueso muy ceñido y sus zapatos altos, de modo que el culo asomara por la blusa. Me encantaba fantasear en que era una puta y en que era penetrada por muchos hombres.

Yo sé que siendo más pequeño fui violado por el conserje de mi escuela, y me encantaría poder contárselos pero mi mente lo tiene bloqueado, y por más que lo intento no consigo recordar los detalles, lo que si puedo recordar es que de alguna manera eso me gusto.

Así pues vestido de puta comencé introduciéndome objetos en mi culito, plumas, lápices y así cada vez cosas más gruesas.

Con el tiempo comencé a invitar a dos amiguitos de mi clase a jugar en esos días y pronto los había convencido de participar en mis juegos, uno me introducía los objetos en tanto al otro le chupaba su pequeña pinga de diez años. Y después cambiábamos, hasta me pagaban con billetes de monopolio. Para entonces ya también me maquillaba. Era toda una puta.

Un día mis padres me avisaron que nos mudaríamos de casa y que saldrían todo el día a buscar una casa nueva.

Apenas se fue mi hermana como siempre corrí a mi juego favorito, jugar a ser puta. Lo que mis padres olvidaron decirme es que un pintor se encontraba en casa haciendo arreglos para vender la propiedad.

Me encontraba metido en mis juegos, de cuclillas con una zanahoria en el ano (Me he introducido más de 200 objetos distintos, desde plumas hasta martillos, de frutas y legumbres s vibradores)

Cuando escuche un ruido, era el pintor que colgado de una cuerda me miraba morbosamente desde la ventana. Cuando lo mire sonrió y supe en ese instante que de eta no me iba a escapar y un miedo enorme me sobrecogió.

Se balanceo hasta el balcón de mi hermana y entro a la recamara; me puse de pie de inmediato, aun con la zanahoria en mi culo asomando por entre la braga de encaje que no me había bajado sino hecho de lado, estaba temblando El era un joven de unos 26 años calculo, yo apenas tenía diez.

Se quito el arnés y los pantalones sucios de muchos colores de no se cuantos trabajos de puntura.

Se saco la verga y me pareció enorme, yo conocía ya la polla del conserje pero eso lo tenía bloqueado en esos tiempos más que ahora. Así que solo conocía propiamente la de mis compañeros de escuela que además me encantaba mirar cuando orinaban y a más de uno de ellos se los había convencido para que me dejaran que se las chupara. Pero esto era distinto ese pene era realmente enorme para mi de unos 17 cm de largo y con esa cabeza que parecía un casco de soldado nazi, así lo veía yo, mi corazón latía a mil por hora de miedo y excitación.

Me tomo fuerte por el cabello y me introdujo ese enorme animal en la boca de un solo golpe, aggg.. sentí que me ahogaba, y comenzó a bombear en mi boca, mientras me decía. Eres una perra puta, no te da pena tan chiquito y tan putito, eso me comenzó a excitar y comencé a mamarle fuerte, estaba decidido a demostrarle a ese señor que podía ser la mejor puta del mundo.

Le chupaba tan frenéticamente que me dijo, espera putita que no quiero terminar tan pronto. Eso era nuevo para mi pues los niños de 10 años no eyaculan.

Se quito y me ordeno que me pusiera como perra en la cama de mi hermana y yo sin mas obedecí.

Me puse en medio de la cama ofreciéndole mi tierno culito. Pe grito además de puta pendeja ponte en el borde de la cama cabrón. Camine en reversa sobre la cama hasta que quede con las rodillas en el mero borde. Me quito la zanahoria que yo ya había olvidado, y me bajo las bragas hasta las rodillas, se unto una crema que mi hermana tenía en su cómoda, y que yo usaba continuamente como lubricante en mis juegos.

Se acerco y de un solo golpe me la metió hasta los huevos, chille de dolor, y sentí que me desmallaba, me desvanecí pero el me tenia fuertemente agarrado de la cintura y comenzó a envestirme con una rabia que nunca había sentido, el dolor pronto comenzó a convertirse en placer, comencé a reponerme y a entender todo lo que pasaba, veía mi pequeño pene que en esos años no mediría más de 5 centímetros revotar en mi vientre, miraba como los calcetines dentro de sostén se zangoloteaban al ritmo de las envestidas y pensé. Soy una puta, comencé a mover mis caderas torpemente, y me di cuenta de que ya no tenía miedo, me sentía como la mejor puta del mundo. El me daba de nalgadas, me jalaba el cabello y me repetía una y mil veces que era una puta, yo gemía de placer y sentía como algo me chorreaba por las piernas, podía ver de lado en el espejo toda la escena, yo vestido de mujer sobre mis codos y rodillas mientras mi verdugo me penetraba ferozmente, sacaba toda su enorme y jugosa verga y la metía de un solo golpe.

Me sentía realmente lleno, de pronto lo sentí apretarme y fue la primera ves que recuerdo sentir esa sensación cuando el esperma entra en tu cuerpo caliente y sabes que hiciste un buen trabajo, estuvo así unos minutos y yo me meneaba y le apretaba la polla a mi violador con los espasmos de mi ano palpitante.

Se quito y me deje caer en la cama con el culo al aire, le pregunte ¿Cómo te llamas?, y me contesto, te vale madres y mas te vale que no le digas a nadie o te mato cabrón.

Yo en realidad no tenía planes de contralo a nadie, hasta ahora claro. Se vistió y me dijo, nunca pensé que un niñito como tu pudiera estar tan rica, le dije �gracias practico diario�

Tomo una brocha y me la metió violentamente y de un solo golpe por el ano mientras me decía, �para que te acuerdes de mi� y se Salió a seguir pintando. La brocha entro todo el mango sin problema, pues estaba muy dilatado y chorreaba su semen por mi culito.

Me quede así dormido vestido de puta, con las bragas a media pierna con la brocha en mi ano y sus jugos pegajosos en mis piernas.

Me puedo imaginar como mi segundo violador me veía desde la ventana con esa brocha en el culo sabiendo que me acababa de violar.

Cuando me desperté el ya no estaña, me quite la brocha, me vestí limpie todo y después me bañe.

El pintor ya no regreso al otro día, para mi desgracia, entro en pánico pienso yo y no regreso. Aun guardo la brocha y de ves en cuando, cuando estoy solo por las tardes, me acuesto con el culo desnudo, me meto la brocha y me duermo un rato.


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4 respuestas

  1. adolfo

    Joder que me he quedado bien caliente quiero leer mas

  2. wess159

    muy buena historia ya quiero leer la continuacion..!!!

  3. nindery

    Еstоy completаmente desnudo. ¿Quiеre vеr unа imagеn? – http://analsex4.fun

  4. helenx

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