Yo soy rubio y alto, siempre les he resultado muy atractivo a las mujeres, desde niño tenía a un séquito de niñas a las que les gustaba, recibía cartas de amor y cosas asi. Pero siempre he sido retraído al extremo, muy nervioso y con problemas para socializar, no puedo ni mirar al rostro a una persona cuando les hablo. Ahora tengo 24 y he sido diagnosticado con un nivel moderado de TEA.

Durante mi adolescencia pasaba toda la semana solo, llegaba del colegio y no tenía nada que hacer, en casa no había nadie, porque mis padres salían a trabajar, no teníamos internet y solo había una televisión que captaba solo algunos canales. Mis padres nunca quisieron contratar Internet porque decían que no era para niños y cosas así. Eso ocasionaba que me aburriera mucho, no sabia que hacer durante la tarde para entretenerme.

Cuando descubrí la masturbación fue mirando revistas de moda de mi mamá, a veces aparecían mujeres en ropa interior o traje de baño y me calentaba mucho mirándolas. Bueno, sabía de la masturbación porque en conversaciones con amigos a veces salía el tema, pero cuando comencé fue mirando revistas donde salen mujeres hermosas con faldas cortas, ropa interior, etc. Comencé con la manía de recortar fotos de revistas que encontraba en casas de familiares y me llevaba las fotos de mujeres en ropa interior en los bolsillos.

Resultó que un día, una prima que ya había terminado el colegio y ya tenía como 18 años le dejó a mi mama una bolsa con su ropa de colegio y otras cosas, con la finalidad de que mi mama la vendiera. A mi me gustaba mucho mi prima, era muy linda y como estaba solo en las tardes, pues una tarde me puse a mirar la ropa.

En la bolsa había la típica falda corta que usaban mis compañeras de curso, esa falda gris con cuadritos, había dos faldas. Les tome el olor, imaginando que eso usaba mi prima. También había un traje de baño de una pieza y un vestido corto blanco con flores rosadas, de esos con tirantes para los hombros y un poco de escote, habían también pantalones y poleras.

Terminé masturbándome con el traje de baño, sobando mi pene por donde yo creía que se apoyaba la vagina de mi prima en el traje de baño. 

Al otro día, no aguante la tentación de mirar la ropa de nuevo. Mis padres tenían un espejo grande en su habitación y mientras miraba la ropa me vi en el espejo y no se porque me puse frente al espejo y puse el vestido blanco de falda corta frente a mi. Me di cuenta que era como de mi talla.

Pasó la idea por mi cabeza de probarme el vestido y eso me causo como mucho morbo y cosquillas en el pene. Me desnude completo y después comencé a ponerme el vestido, me costó bastante, no sabía si se ponía por arriba o por abajo. Sentí que el vestido me apretaba un poco las caderas.

Luego me mire al espejo y no lo podía creer, me veía hermosa. Era una chica plana, pero las caderas se me veían increíbles. Hice unos giros para que la falda se moviera y girara, o me giraba mostrando el trasero y empezaba a subir la falda de a poco de forma sensual. Sentí una excitación que nunca antes había sentido, creo que una cosa es mirar mujeres sexis en una revista y otra ser tu sexy, es una sensación totalmente distinta, me provocaba tanto morbo que mi cuerpo tiritaba.

Se me levanto el pene y se notaba mucho, ya que se me levantaba la falda. Me probé también el traje de baño, este me apretaba mucho el trasero y se me metia entre las nalgas, me pregunte como era que las mujeres soportaban que la ropa se les meta en el culo.

Con el traje de baño se me notaba mucho el pene y me molestaba que se metiera en el culo, por lo que no me gusto.

Pero las faldas del colegio, esas si me mataron. Siempre me calentaban mis compañeras de curso y siempre andabamos tratando de verles las bragas. Ahora tener en el espejo allí a una mujer que podía hacer todas las posiciones que yo quisiera fue lo máximo.

Me puse en cuatro patas y si ocultaba mi pene entre mis piernas, se me veía el culo hermoso, no me gustaba que se viera mi pene. La verdad nunca me había dado a la tarea de mirarme el culo. Me masturbe mirándome el culo, con unas ganas locas de follar a la mujer del espejo. El ano se me veía rosadito.

¿Cómo se sentirá que te metan el pene en el culo?. Yo sabía que los gays lo hacen por ahí. Intenté meterme un dedo, pero no entraba. Eyacule y deje la falda que tenía puesta toda manchada, así que la oculte en mi habitación.

Con el tiempo, oculte la ropa de mi prima en mi pieza, las faldas del colegio y el vestido blanco. Nunca nadie se dio cuenta.

No se cuanto tiempo habrá pasado, pero con unos amigos del cole nos juntamos en una casa a hacer una tarea. A mis amigos se les ocurrió la genial idea de ver porno, para mi estaba super bien, solo tenía oportunidad de ver porno cuando alguien más lo veía.

Vimos varios videos en internet, pero uno que me dejó marcado fue el de 3 mujeres, estaban en cuatro patas y a las tres las estaban penetrando por el culo. El video era un festival de gemidos, pero una de las chicas hablaba español. -Que rico follas mi culo- decía entre gemidos -Me estas rompiendo mi culito-. A las mujeres las penetraron en varias posiciones, pero siempre por el culo.

Uno de mis amigos, el Mario, el más revoltoso del curso le dijo a Felipe, al cual lo molestaban porque decían que era gay -¿Porque no nos prestas el poto?- causando que los dos se agarraran a golpes.

Todos nos reíamos, pero yo sentí que me ponía rojo como tomate. Me dio una sensación rara de miedo de que me hubieran dicho eso a mi. Si me lo hubieran dicho a mi -¿Me habría puesto rojo?- -¿Se notaría que me he vestido de mujer?- -¿Me descubrirán?.

Después no me podía sacar el video de la cabeza. En el video también me di cuenta que uno de los hombres tenía una botella con líquido como aceite y lo esparcía en su pene. Claro, era el lubricante. Tampoco podía sacarme de la cabeza la sensación rara que me dio. ¿El Mario me penetraría si me viera vestido de mujer? ¿Se calentarian mis amigos mirándome vestido de mujer igual como yo me caliento mirándome en el espejo?. A veces me iba a acostar en la noche e imaginaba al Mario penetrandome como en el video, hasta tiritaba imaginandolo.

En el colegio, después de la clase de educación física, creo que fue la primera vez que empecé a mirar a mis amigos desnudos, fue difícil porque me aterrorizaba que se dieran cuenta que les miraba el pene y también me aterrorizaba que se me fuera a parar el pene. Me sentía todo el rato con el corazón a mil por hora. Desde ahí cada vez que teníamos que bañarnos después de educación física era muy complicado para mi.

Un fin de semana mis padres fueron a comprar verduras, cuando volvieron algo desvío mi mirada, era un pepino, pero era un pepino como con el tamaño de un pene, de esos verdes y lisos. Pase por la cocina varias veces observando, después de algunas vueltas tome el pepino y me lo lleve a mi habitación, lo deje bien escondido bajo mi ropa. 

Ya en la noche, cuando todos se habían acostado, salí corriendo de mi habitación con el pepino en mis manos, entré a la cocina y embarré el pepino con aceite. Luego corrí de vuelta a mi habitación.

Me recosté de espalda en la cama y abrí mis piernas, intentando llegar con mis rodillas hasta lo más arriba que pude. Estaba desesperado. Con mis dos manos afirme el pepino, lo puse en la entrada de mi ano y empuje.

Entró como si nada, muy fácil, creo que por el aceite, tenía la mitad del pepino adentro, me sorprendió lo fácil que entró. Me dio como el reflejo de apretar el pepino con mi ano y cuando lo hice el pepino salió disparado y me dio como risa. Tome de nuevo el pepino y comencé a penetrarme con él, era rico, no tan rico como masturbar tu pene, pero se sentía relajante.

Empecé a hablar bien bajito, imitando un poco el video -Que rico me follas… Mario- -¿Te gusta mi culito?. Con una mano empecé a masturbarme el pene y con la otra me metia el pepino, tuve un orgasmo muy rico e intenso.

Creo que desde ese momento ya no me masturbaba o pensaba en mujeres, si no que pensaba siempre en que me penetren, en penes y cosas así. Empece a tener la fantasia loca de estar vestida de mujer y tener a todos mis amigos teniendo sexo conmigo, asi como en el video, que me esten penetrando en cuatro patas mientras otro me mete el pene en la boca.

Ya en la semana, cuando me quedé solo después del colegio, me vestí de mujer, con el vestido blanco de mi prima. Y sobre el sillón, con las piernas abiertas comencé a meterme el pepino, me gustaba mucho la sensación del pepino entrando y mi ano como dilatándose. También me ponía en cuatro y miraba en el espejo como entraba y salía el pepino.

Empecé a robar ropa, por ejemplo, cuando íbamos donde mi prima o algún familiar, entraba a sus piezas y me robaba faldas, bragas o vestidos. Tenía un lugar especial en mi cuarto donde guardaba todo. También las revistas de moda, empecé a mirarlas con otros ojos, me gustaba imaginar cómo me vería yo con esa ropa.

Tenia un problema, queria mucho tener sexo con alguno de mis amigos, pero no sabia como llegar a eso. ¿Si se los pedía y me decían que no? ¿Si después le contaran a todo el mundo lo que yo les pedí?. Seria como una perdida de reputacion gigante, perderia amigos, perderia todo.

Siempre inventaba situaciones en mi mente, pero que nunca podía llevar a cabo porque me parecían imposibles.  

Un día, hubo bastante revuelo en el lugar donde vivo. Había ocurrido un hecho delictual, a un chico que estaba esperando bus lo asaltaron, pero no solo eso, sino que los asaltantes se lo llevaron y lo violaron en un terreno abandonado. Resulta que el chico era gay, de esos que se comportan de forma un poco femenina y por eso decían que lo habían violado. Eran tres asaltantes y lo violaron los tres.

Siempre que pensaba en eso me excitaba mucho, pero me sentía mal conmigo mismo. ¿Cómo me va a excitar que me violen?. ¿Y si el Mario me violara?. Siempre me imaginaba oponiendo algo de resistencia al principio, como para no quedar mal, pero después ya gimiendo como loca.

Ya cuando cumpli 19 años, tuve sexo por primera vez con un chico que conoci en una fiesta, pero eso eso lo cuento para otra ves.