
Por
Anónimo
Mi hermano me usa para masturbarse
Sus ojos se detienen más de la cuenta, sobre todo cuando paso frente a él con shorts o pijama. No me molesta… pero tampoco puedo fingir que no me doy cuenta.
A menudo lo provocaba usando ropa más reveladora, diciendo que hacía calor y quería estar cómoda. Sabía que esas miradas no eran casuales, pero disfrutaba un poco esas cosas. Era mi manera de provocarlo sin ser evidente
A veces dejaba alguna prenda en el baño a propósito, sabiendo que el las usaba para masturbarse.
Por las noches, como compartimos habitación, empecé a notar que él hacía cosas raras mientras yo fingía dormir. Pequeños movimientos, suspiros que no encajaban con el silencio de la noche. Me quedaba inmóvil, preguntándome hasta dónde llegaría ese juego silencioso.
Por las noches, además de esos movimientos extraños, empecé a notar un olor raro en la habitación, un olor que no podía ignorar. Era como una evidencia de lo que él hacía mientras yo fingía dormir.
Empecé a notar algunas de sus prendas interiores, bragas, sujetadores e incluso mi pijama dejadas por ahí, pegajosas y duras al tacto. Esa evidencia silenciosa confirmaba lo que mi intuición ya sospechaba.
Una noche fingí estar dormida para ver qué hacía realmente. Él se acercó a la cama, se bajó los pantalones y empezó a masturbarse frente a mí, creyendo que estaba dormida. Me destapó un poco y me quitó el pijama para ver mi culo y al hacerlo empezó a pajearse más rápido, sentía su respiración agitada y escuchaba el ruido de su paja, se corrio en mi culo y también dejó un poquito de semen en mis bragas, me dio unas pequeñas palmadas con su pija que la verdad aún se notaba dura y también algo grande. Me limpio mediocremente y se fue a dormir. Quedé muy sorprendida, algo excitada, y no me disgustó en lo absoluto. No sabía si estaba dispuesta a llegar a más o hacer algo por ahora, simplemente seguiría provocándolo y fingiendo no darme cuenta.
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.