La miré excitado, y pensé “!quiere ver mi verga!”. Le dije “¿quieres ver mi verga, Maggy!” Me contestó: “¡siii!”

Y le pregunté para satisfacer mi curiosidad: “¿por qué?” Y me dijo: “por qué… ¿para que quieres saber?” “Tengo curiosidad” le dije, “curiosidad de que” me contestó, me había atrapado, no supe qué decirle, la curiosidad era saber si había hablado de mi verga o de las cojidas con su hija, porque mi ex a veces me decía mi mamá me dijo que no la dejamos dormir, que gritaba mucho, o que la cama golpeaba la pared y no la dejaba dormir.

Me bajé el pantalón y salió mi verga rebotando con una gota de semen asomándose, la miró y me dijo: “¡Qué rico!” Y la agarró y la empezó a mover. Y tomó la gota de semen con un dedo y lo llevo a su boca: “!mmmm delicioso!” Me recordó a su hija, le encantaba esa gotita. Le dije “¿te gusta?” Me dijo “¡me encanta! Y tú también!” “¡¿Ah si!? ¿Y eso?”

Se acercó y me empezó a chupar la verga, ¡aaaah que rico! ¡Como saben chupar las vergas las maduras! Parecía que estaba desesperada, deseosa, se la comía tan rico, se la metía toda en su boca y se sentía su garganta y daba arcadas y se le salían las lágrimas y saliva y después se enfocaba a solo chupar la cabeza y con su lengua la raspaba ¡era delicioso! Alternaba entre esos y otros movimientos muy rico, y me miraba con esa mirada de estar disfrutando comerse mi verga, no quería que ese momento terminara, pero yo quería darle un beso negro, pero me acomodé para hacer un 69, en esta posición se la comía toda más seguido y le entraba más hasta la garganta, daba arcadas pero continuaba sin sacársela, y yo le chupaba el clitoris y los labios menores pero más su clitoris y empecé a meter los dedos y con otro dedo lo puse cerca de su ano, en ese momento lo movió y me movió la mano e hizo un ruido como de no, pero lo volví a colocar un poco más suave y ya no dijo nada, seguía chupándole y empecé a mover mi dedo en su ano también, y a meterlo poco a poco, en ese momento gimió, seguí hasta meterlo completo y dijo: “¡qué rico!”, lo dejé un rato ahí, y después empecé a mover la mano de manera que tanto los dedos en su vagina, como el del culo se empezarán a meter y salir, me empezó a chupar más duro y empezó a gemir y apretar el cuerpo, se metió toda la verga hasta su garganta y casi me vengo “¡que sensación tan rica!”

Se sentía como si me apretara la cabeza con su garganta, y para no venirme me salí, pero seguí chupándola, me dijo no la saques, le dije “¡ la chupas muy muy rico! Si sigo me voy a venir” me dijo. “No te vengas aún, te quiero adentro de mi” yo también eso quiero pensé. Me acomodé mi cabeza entre sus piernas y seguí chupándola, y metí mis dedos para ver si la hacía tener un squirt, empezó a gritar y me decía “¡Así, asi, sigue! ¡Que rico! ¡No te detengas!”

Yo seguí y le dejé “si sientes como si fueras a orinar no te detengas no te preocupes” solo asintió con la cabeza. Seguí y me dijo “¡¡Siento que quiero orinar!! Le dije “¡orínate! No te detengas!” Y gritó de placer, le salió muy poco a comparación de otras, le chupe un poco y me dijo: “¡no me toques! ¡Déjame!” La miré y estaba temblando toda y seguía con su orgasmo, y gimiendo y se quedó quieta con los ojos en blanco.

Espere un poco y en cuanto vi que dejó de temblar la empecé a tocar ya no dijo nada. Y dije orita es cuando, ella seguía con su orgasmo porque tenía la cabeza arqueada hacia atrás, y le abrí las piernas y empecé a cojermela, volteo y me miró con una cara de placer y ojos perdidos en el orgasmo, me empezó a besar y gemir, y me decía: “¡qué rico! ¡No pares!” Me encanta ver a las mujeres en esta fase, esa mirada de placer, de putas tan lindas que se ven, se ven hermosas, todas se ven hermosas en ese momento. Y tuvo otro orgasmo, empezó a temblar toda y los ojos en blanco , yo esperaba a que empujara y me sacara, pero no lo hizo, así que seguí moviéndome y me dijo: “¡No, no te muevas, espera!”

Se la metí toda y me esperé. Ya cuando dejó de temblar empecé a embestirla otra vez, más duro, le saqué la verga y me dijo: “no la saques!” Le dije: “¿Qué? ¿Qué quieres?” “Que me la metas!” Me dijo, le dije “¿quieres que?” “Que me cojas! Que me metas tu verga!” Le dije: “te gusta mi verga!” “Me encanta!!!” contestó, le dije: “eres una puta!” Me dijo : “¡Siii!” Le dije “¡ahora eres mi puta!” Me dijo: “¡si soy tu puta, cojeme ya! Hazme lo que quieras! Soy tuya! Solo tuya! Soy tu putita!” Así como la tenía de misionero le levanté más las piernas y se la coloque en el ano, me dijo: “¡No, por ahí no!” Le dije: “¡Si, eres mi puta!, te cojere el culo!” Me dijo: “¡No porque duele!” Le dije: “te la meteré despacio!”

Solo asintió con la cabeza, y dije orita es cuando, se la empecé a meter despacio y la miraba como su cara iba cambiando de dolor y placer al inicio, A placer y dolor poco a poco hasta que entró toda, y me esperé, su cara reflejaba más placer que dolor y se la iba a empecer a mover cuando ella dijo: “¡ya, cojeme!” Eso me prendió, fue mi perdición, nunca lo esperé de ella, ya que ella me había dicho (en un relato anterior) que a ella no le gustaba por el culo y no lo haría, me prendió tanto que no dure ya mucho, además de que su culo se sentía calientito y apretado, no pude más y me vine gimiendo y ahora temblando yo, ¡Que rico orgasmo! Me desplome encima de ella. Y la empecé a besar ahora yo.

Nos quedamos así un momento y me dijo: “¡Que rico cojes! ¡No se porque te dejo esta pendeja!” Yo no le dije nada al respecto, solo le dije: “te gusto mucho!” “¡Siiii! Tienes una verga muy rica y la chupas muy rico! Y eso que me orine nunca me había pasado y sentí muy rico!” “si me di cuenta” le dije. Me levanté y me vestí, y ella se levantó para ir al baño, le miré su cuerpo tan parecido a mi ex y a la vez tan diferente, la seguí con la mirada hasta que salió, me terminé de vestir y la esperé a que regresara.

Le dije “ya me voy” me dijo “¿me vas a cobrar el masaje?” Me reí le dije “ya me pagaste una parte, después vengo por la otra” esperando a ver que respondía “cuando gustes con mucho gusto te lo pago” la abracé y la bese en la mejilla y le dije bueno después vengo a visitarte Maggy.