Por

Anónimo

septiembre 30, 2021

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Mi cuñada y su vestido de escote

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LLevo cinco años con mi esposa, una mujer guapa, de una linda cola y buenos senos. Hace como un año que nos pasamos a vivir en un departamento en la misma casa que mi cuñada, una cuarentona soltera con un hijo, bien conservada. Cuando recién nos pasamos a vivir, la veía sin mayor importancia, pues como es mi cuñada no me imaginaba nada más y además siempre pasábamos con su hijo y mi esposa.

Pero a medida que pasaba el tiempo, y la veía junto con mi esposa, cuando estaban juntas de espalda, empecé a comparar sus traseros, sus piernas y sus caderas… Las comparaba y veía que mi cuñada tiene unas lindas piernas, más delgadas y hacen que resalte mejor su trasero. Sus senos eran tan grandes como los de mi esposa, pero como ella ya tiene un hijo se los ve un poco más caídos.

Todo iba bien, hasta que un día se dañó la tubería de agua general de ambos departamentos, así que entre mi cuñada y yo teníamos que repararlo. Mientras trabajabamos, como estabamos solo los dos podía verla sin miedo, ella con una camisa blanca olgada, que cuando se inclinaba se veía claramente sus pechos y su sostén. Y en eso que arreglabamos, ella tenía que sujetar la tubería, así que se inclinó hacia adelante y quedó como en la posición de perrito, que se notaba un trasero en forma de corazón, eso me prendió tanto que tube que ocultar mi erección. Esa noche fue la primera de tantas que le hice el amor a mi esposa pensando en mi cuñada. Pensando que son las tetas de mi cuñada las que beso, que es el trasero de mi cuñada el que me como en la posición de perrito.

Otro día, mientras mi esposa cocinaba la cena me dijo que le faltaba un ingrediente y que le pida a mi cuñada. Como era ya de noche, la encontré en pillama, con un camisón delgado que se le nonata claramente sus grandes pechos con sus pezones parados. No pude evitar verlos mas de lo normal que mi cuñada se dió cuenta y mientras buscaba en la cocina lo que le pedí, con sus manos trataba de tapar sus pechos. Me sonrojé y tomé el celular para fingir que estoy chateando. Eso me volvió mas deseoso de ella, pensaba que como está soltera, y sin novio, quizá tenga algo de chance, ya que debe estar necesitada. Y para mi buena suerte algo parecido sucedía. 

Recientemente, luego de un año de tener de vecina a mi cuñada, cuando venía a ayudar a mi esposa a veces estaba solo con un short, con blusas escotadas o con licras. Yo más cuidadoso, le vveía el trasero y las tetas cuando estaba seguro que mi esposa no se daba cuenta. Supongo que mi cuñada se daba cuenta, pero ya no se tapaba. Un día que ibamos a salir los cuatro, mi esposa estaba recién duchandose y mi cuñada llegó porque creía que ya estabamos listos. Se quedó en la sala de pié viendo su celular, mientras yo sentado en el sofá la veía toda bien arreglada, con su jean apretado, que resaltaba su trasero, su blusa apretadita que se notaba algunos rollitos que tiene pero más sus pechos, grandes y punteados. Estoy seguro que se dió cuenta pero ella seguía como si algo veía en el celular. 

En una cereminia de la escuela del hijo de mi cuñada, ella se vistió con un lindo vestido escotado, como era un día de sol yo estaba con gafas, así que la veía con toda la calma, sus lindas piernas más sensuales con tacones, su trasero más respingado y su escote, unos senos grandes y blanquitos hasta donde se veía. Tenía que pensar en otras cosas para no exitarme. 

El viernes que llegé del trabajo, mi esposa me dice que su sobrino está con nosotros porque mi culada se fue a una despedida de una compañera del trabajo, y que aún no llega. Pasadas las 10 de la noche, mi esposa me dice que mi cuñadita no encuentra uber en qué volver, pues luego de la despedida se han ido a toamr unas copas a la casa de una compañera bien a las afueras del centro. 

-Mi esposa: Ve a traerle a mi hermana, ya te paso la dirección.

-Yo: Ya está muy tarde, que se quede a dormir ahí. (Sin saber de lo que me hubiera perdido)

Me fui a traer a mi cuñadita. Para mi sorpresa, cuando le vi lleva puesto el vestido escotado. Se me cambió el humor que tenía. Las compañeras estaban ya borrachas, querían que me quede a tomar unas copas también, entre eso, las compañeras me dicen: ose aque usted es el famoso cuñado. Ese momento supe que algo les habría comentado de mi a sus compañeras y estas borrachas no se callaron. Nos depedimos y salimos casi a las 11pm.

En la carretera no había muchos autos, así que bajé la velocidad y empiezo a conversar:

– Yo: Y que tal la fiesta

-Mi cuñada: Bien. Era la despedida de la compañera, la dueña de la casa que salimos

– Yo: Y como así se ha tomado unas copas, usted que no toma. Acaso mal de amores?

En eso mi cuñada en tono triste me dice

-Mi cuñada: Si, estaba saliendo con un ex-compañero de trabajo. Pero me enteré que le han visto con otra chica «joven» saliendo luego del trabajo.

Como hizo un acento en la palabra «joven», yo le dije:

– Yo: Usted tambien es joven. (a pesar de ser 10 años mayor a mi). Si parece de mi edad. Y además es muy inteligente (ella es licenciada). Y con todo respeto, tiene sus atributos físicos que muchas jovencitas envidian.

Lo último la animó y se sonrió de manera nerviosa. Bajé más la velocidad hasta estacionarme al filo de la carretera, y continué hablandole.

-Yo: En verdad. Es muy guapa. Solo mírese que bien le queda ese vestido que las jovencitas quisieran que le quede así.

En ese momento se quedó callada, pero pensatiba. No lo dudé y me acerqué, mientras le veía a los ojos, hasta que la besé. No se retiró y me correspondió. Le dije que la deseo, y la volví a besar. Esta vez más apasionado y ella me correspondía de la misma manera. De a poco fui besando su cuello, hasta llegar a su escote. Comencé a acariciar sus pechos, y de a poco mientras los besaba bajé su escote con todo el brasier. Vi sus pezones y los besé apasionadamente. Y empecé a meter mi mano poco a poco pero rápido por su muslo hasta llegar a su vagina. Sentí que estaba húmeda y traté de acariciarla cuando mi cuñada me apartó.

-Mi cuñada: Espera. Detente. No podemos hacer esto. No debemos. Estoy traicionando a mi hermana.

-Yo: Te deseo, me gusta. Y sentí que a usted también le gustó.

La volví a besar, y le dije que vayamos a un lugar donde podamos estar solos. Me dijo que bueno. Así que a prisa nos quedamos en el primer motel que encontramos en la carretera.

Ya en el motel ella estaba callada y entró a la habitación rápido para que no nos vieran. Ya dentro la tomé por la espalda y le besé el cuello. Baje el cierre del vestido y le quité su brasier. Sus grandes pechos, blanquitos, los besé como más pude. Tomé su mano y la puse en mi pene, bien erecto. Ella empezó a hacerme una paja. De apoco le insinué a ver si quería hacer sexo oral. Me acosté y ella mirándome tomó mi pene y se lo metió en la boca. Al principio estaba recelosa, pero de a poco fue liberandose. Chupaba y lamía mi pene mientras decía que esta rico. Luego se montó, metiendo mi pene en su chochito, apretadito. Sus grandes tetas rebotaban mientras ella se daba unos sentones. Se agachó para que los besara. Ese momento la abracé y le empecéa dar duro, sonaba como nalgadas el choque de mis muslos con sus nalgas.

Luego, lo que más esperaba, le puse de perrito. Era lo que siempre había imaginado. Fue todo un placer escucharla gemir, pidiendo que le de más duro. Y mientras más duro le daba más gemía. Quería verle la cara, así que le di la vuelta, con sus piernas en mis hombros empecé a bombear. Su cara de placer, y besar sus pechos fue lo más exitante. 

Mientras descansabamos para el segundo raund, me dijo que no imaginaba que yo quería algo con ella. Le dije que la deseaba, que tiene unas tetas hermosas y unas piernas preciosas. Por si no había otra oportunidad, la llevé para la ducha, la tomé por la espalda, metí mi pene en su chochito mientras con las manos acariciaba sus pechos. Teminamos dentro de la ducha.

Mi esposa me escribió a ver si ya llegabamos. Le dije que aún no salíamos, que me invitaron a pasar y para no ser descortes acepté. Así que empezamos a vestirnos con mi cuñada. Ya cuando se puso el vestido, no aguanté las ganas y solo le alcé la falda y la puse en cuatro y de nuevo, la empecé a dar duro. Mi cuñada gemía como loca. 

-Mi cuñada: Que rico. Así me gusta. Que rico que se la pasa mi hermana.

-yo: A veces lo hacía pensando en ti. Estas muy buena. 

Al final llegamos al departamento, antes de bajarnos del carro le dije que esto se tiene que volver a repetir. Ella me dijo que no, que no podía hacerle esto a mi hermana. Pero despues de un mes, le escribí que quería hablar con ella, que tenemos que aclarar todo lo que pasó. Que no podido dejar de pensar en eso. Salimos por separado y nos encontramos fuera. La convencí que fueramos a un motel. Ella sin querer aceptó, pero ya solo el sedeo era igual, hicimos el amor todo el día, la besé por todas partes, en especial su chochito rasuradito.

Desde entonces cada mes vemos una forma de encontrarnos.

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Una respuesta

  1. helenx

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