La materia que doy en la universidad es algo avanzada y por lo tanto mis alumnos tienen cerca de 21 años, son grupos donde la mayoría son hombres.

Todo empezó un día en qué decidí empezar a tener comunicación con los grupos por medio de mi número personal a través de WhatsApp. Los agregué a un grupo y más o menos mantenía el orden en él. En una ocasión uno de ellos me estuvo mandando mensajes para preguntarte acerca de dudas con sus calificaciones y tareas. Cómo la conversación estaba siendo algo tediosa y larga decidí quedarme de ver con el al final de la clase en el salón. Ahí estuvimos aclarando dudas y aproveché un tiempo libre que tenía para quedarme con el explicándole un tema pasado. Hasta ese momento no le había prestado atención, era lindo, me trataba con respeto y me miraba de una forma muy penetrante, tengo que aceptar que durante ese tiempo que estuvimos juntos a solas yo empecé a agarrarme mucho el cabello para hacerme notar, me acercaba a él y le llegue a tomar la mano para señalar algo en su cuaderno. Tenía un olor riquísimo, la loción le quedaba muy bien, estuvimos alrededor de dos horas y poco a poco fuimos agarrando confianza. Incluso platicamos de como había llegado a la universidad como profesora tan joven. Tuvimos química porque incluso coquetee un poco con el, cosa que el notó al instante y supo coquetear conmigo. Mi próxima clase de ese día entro al salón y nos despedimos de manera normal.

Días después empezamos a hablar por Whatsapp, al principio fueron temas de la escuela, sin embargo, solo pasaron unos cuantos minutos para empezar a hablar cosas personales, le platique que estaba soltera a lo que el respondió que ‘no sabía cómo una profesora tan guapa podía estarlo’. Yo le dije que no se le olvidará que yo era su profesora. A lo que el respondió «usted nunca se me olvida, creame», ese comentario me prendió muchísimo. Yo le respondí «usted tampoco se me olvida».

Seguimos hablando de otras cosas, pero al día siguiente en la noche me mando un mensaje, yo estaba en el gym y sabiendo que me lo quería comer le mandé una foto de mi con un top blanco y un shorts de licra que llevaba en ese momento, el me contestó «es muy peligroso mandar esas imágenes por la noche profesora🔥». El tipo sabía cómo prenderme definitivamente, yo me hice la santa y le dije «ahora uno ya no puede mandarle fotos a su alumno favorito porque lo malinterpretan».

Deje de contestar por un rato y cuando ví los mensajes me había confesado que era una mujer muy hermosa y que quería estar conmigo, yo sé leer a los hombres que saben comer callados, por lo que le dije que mañana me esperara a la salida.

Tal como lo acordamos a la salida nos vimos en el estacionamiento, afortunadamente era algo tardé y la universidad estaba vacía, por lo que fuimos a su auto, al principio estuvimos platicando relajados, definitivamente había química entre nosostros.

Yo llevaba una blusa de tirantes blanca con una chamarra de mezclilla y una falda negra, el se veía riquísimo, tenía una camisa blanca y pantalón gris.

El me agarró la pierna y nos vimos fijamente, acto seguido me abalanze hacia el a besarlo y a subirme encima. Podía sentir como su verga se ponía duro y yo me acomode la falda para sentirlo lo más que podía, nos empezamos a calentar más y más hasta que le pedí que se bajara los pantalones, el no lo dudo ni un minuto y me penetro tan riquísimo que me hizo cabalgarlo muy intensamente. La verdad no hay muchas posiciones cómodas para hacerlo en un auto, por lo que a los pocos minutos preferí empezar a ayudarle a qué se viniera con un oral.

Cuando terminamos nos fuimos a un hotel cercano, como se imaginarán ahí pasamos hasta altas horas de la madrugada. Lo repetimos un par de veces más en mi departamento hasta que el empezó a tener una relación con una chica de la universidad. Hasta el momento nadie sospecha nada y definitivamente es algo que repetiría.