Las palabras groseras de mi esposo me hacin una acomplejada mas que comence a caminar con mi cabeza hacia abajo mirando al suelo…no uqeria ver a nadie mas desde que me hacian creer que no era buena en la cama. Me miraba en el espejo y me buscaba mis defectos y no encontraba razon por qué mi esposo me hacia creer que yo era una mierda en la cama. Era la secretaria de unos doctores y ellos mismos me decian lo buena que estaba deseando ser mis maridos tan solo por un instante y eso mas me confundia…de saber que unos si y otros no. Eran las nueve de la mañana un dia de labor cuando alguien entra a la oficina que dejaba los resultados de examenes de pacientes de los doctores de la oficina y de una vez nos quedamos mirando, pero vi algo en él que me llamo la atencion. Me gusto porque él era todo un guazon. Él se marcho y sentia ganas de saber mas de él cuando le pregunte a uno de los doctores «El tipo que trajo los resultados de los examenes de los pacientes» El dr me respondia «Tu estas hablando de Raymond» dije si sin meditar y con paciencia lo espere para la proxima vez.

            Era un mediodia y Raymond aparecia como lo acostumbraba hacer, despues de hacer su diligencia en la oficina me preparaba para irme almorzar y todo jugeton me decia que me queria invitar a comer. Acepte de inmeiato y fue un momento muy fabuloso que me hacia olvidar las penas. Nos dimos los numeros de los telefonos y asi comenzaron la citas unas tras otras. Me sacaba a todos lados y me confundia porque mi esposo no era asi com Raymond, era todo lo contrario. Recuerdo una noche tipo site de la noche me llamo al celular y me decia «Aqui estoy en la esquina de tu casa, puedes salir» Senti una tension muy rica y con excusas le decia a mi esposo que iba para la tienda a comprar algo. DEspues de haberme dado la descripción de su van me fue facil encontrarlo y tocaba la puerta del van. La puerta se abria y Raymond me apresuraba a que entrara luego antes de que alguien mas nos pudiera haber visto. Me sentia como una chiquilla de quince años a mis treintaitres años de edad.

           Ya nos habiamos besado, pero esta vez era la primera vez que nos encontrabamos mas intimos y me decia que me queria coger de manera seca que le pregunte «Aqui?» y me contesto que era la misma mierda aqui o alla, pero con la manera que lo decia meccausaba gracia y me caia encima para quitarme las bragas y despertaba en mi la curiosidad de ver si era verdad lo que él queria hacer. No estaba jugando y me abrian las piernas con mi cooperacion y me la metia con una embestida muy fuerte que llego hasta lo mas profundo de mi ser. Pense que seria como mi esposo…un polvo de tres minutos, pero comence a ver su resistencia y hacía que mi cuerpo se encendiera en la pasion que él si me abrio el apetito de coger. Me hacía sentir mujer y me daba duro que me guto al maximo mas aun cuando pareciamos dos chiquillo escondidos en un van parqueado en una esquina de la calle.

          El polvo tomo seriedad entre los dos y me hacía moverme que ni yo misma me lo creia, pero comprendia que me estaban dando una buena cogida hasta que me sacaban toda la leche almacenada de muchos tiempos. Pensaba en el hijode puta de mi marido que con mañas me habia controlado diciendo que yo no servia en el sexo y el que no servia era él mas no yo. Me abria mas para Raymond para que me comiera bien y se hartara de mi panocha y me la comia muy bien. Le pregunte cuando se iba correr él en mi y me respondia hasta cuando él lo quisiera porque un culo como el mio era muy dificil de encontrar. Mas confundida que nunca, pero mas calmada por haber encontrado quien era el del error…mi puto marido.

Me estaba pullando como loco y me decia que eso era lo que a él le gustaba el mete y saca cuando le dije por primera vez «Papi apresurate a terminar que mi familia espera por mi en la casa, LLevamos tres cuartos de hora cogiendo. Te prometo a salir el sabado contigo y ahi si quieres me comes todo lo que quieras» Me acepto y se corria en mi coño y me tocaba para decirme «Tu coño me gusta mucho, nos miramos el sabado» salia de la van con un poco de nervios y mi esposo estaba dormido que bien hubiera seguido cogiendo mas con Raymond…me arrepentia no haber aprovechado mas el momento.

Ese sabado nos fuimos a un motel y ahi se armo la de Troya que me dieron por el culo por primera vez. Raymond me lo desviragaba y no me arrepentia de que el se comiere mi culo…fue muy rico. A mi esposo lo mande a volar por flojo y Raymond fue mio por casi siete años hasta que rompimos..lo sabia que asi ibamos a terminar porque prometimos a ser amantes sin compromiso mas sin embargo me presento a un amigo que me decia que era un cogerdor como él. Me cse con su amigo y Raymond poco a pco se alejaba de mi vida, pero esa berga maestra nunca la he podido olvidar. Ni mi esposo sabe donde esta y a veces me dice «Tu no puedes olvidar a Raymond verdad? le contesto «No, pero él ya no esta aqui en medio de nosotros. Hoy no sabemos donde esta cada quien y me siento muy segura de mi misma gracias a Raymond que me enseño a caminar con la frente en alto.