Era un martes por la mañana, tipo 10 AM, yo estaba desnuda en el patio con mis juguetes sexuales y toda la cosa grabando un video para mi OnlyFans y por sorpresa, veo un carro llegar y estacionar frente a mi casa. Me sorprendí muchísimo porque no estaba esperando ninguna visita, pero enseguida recordé que el jardinero si me había dicho que vendría a sembrar unas flores. Recogí todas mis cosas y entré a la casa para seguirme masturbando. Al acabar, salí de mi cuarto a la sala y a través de la ventana veo a mi jardinero de costumbre y a un compañero que nunca antes había visto. El chico me pareció muy atractivo, flaco, con tatuajes, barba… Así que me calenté otra vez y comencé a tocarme las tetas mientras lo veía a través de mi ventana rogando que volteara a mirarme. Yo me terminé de masturbar por segunda vez y luego de unos minutos, cuando ya estaban a punto de terminar su trabajo, salí y les ofrecí agua y al chico que me gustaba le di una nota con mi número de teléfono. Horas después, me llama y me dice que cuáles eran mis intenciones, que si quería coger con el y yo dije sip, si quiero, ven. El chico volvió todo bañadito, arreglado y perfumado. Entramos a mi cuarto y comenzamos a besarnos de inmediato. — Te vi tocándote las tetas mientras me mirabas. Que ricas se veían. Me dice. Y yo, toda excitada porque había logrado mi cometido, me mordía los labios y me reía. Comencé a sentir su verga con mi mano y me di cuenta que era bien grande y gruesa. De una le bajé el pantalón y me puse de rodillas y lo miré a los ojos mientras le decía lo rico que se le veía esa verga desde abajo. Comencé a masajear sus testículos y a la misma vez a hacerle la paja mientras que con mi boca le succionaba la cabeza del pene. — Te gusta? — Mmmm me encanta como te lo comes. Métetelo todo en la boca. Sí señor. Procedí a hacerle garganta profunda a esa verga monumental que tenía al frente, logró ahogarme pero eso me excitó mucho más. Así que seguí chupando por un rato hasta que me levanté del piso y le pedí que me cogiera en cuatro. Me puse en posición y enseguida sentí lo duro de esa verga mojada por mi saliva dentro de mi vagina y comenzó a penetrarme lentico, poco a poco. Luego iba aumentando su intensidad y yo, extasiada, le pedía que no parara, que siguiera dándome más duro y más duro. Obedeció y siguió metiéndomelo fuerte sin parar hasta que se salió de mi y acabó en mis nalgas. Ufff que divino ser cogida por un desconocido. Pensé. Le pedí que se pusiera su ropa y que se fuera, que hablaríamos después. Y así fue como sin ni siquiera saber mi nombre, dejé que mi jardinero disfrutara de mi vagina mojada.