Aquella tarde llegue a casa, había acabado una tarde llena de exámenes y habia quedado con Joan, el es un gran amigo desde aquella época, y habíamos quedado para tomar algo y difrutar de aquel viernes que serviría para celebrar el fin de aquella semana cargada de exámenes, habia sido una dura tarde, debido a las asignaturas que no eran de mis preferidas, Joan era un chico que me gustaba mucho pero aun era joven para mi, me gustaban los chicos mas mayores, aun así era muy atractivo, en las tardes de educación física podía apreciar su estilizado cuerpo, bien marcado en su zona abdominal, el lo sabia y no dejaba ninguna ocasión para dejar que se vieran y pudiésemos disfrutar de ellos, Joan mide un metro ochenta y cinco en la actualidad, entonces ya debía medir aproximadamente igual que ahora, llegue a casa cansada por la dura tarde, agobiada por la tensión de las pruebas, y al pasar por la puerta de Luci, me sorprendí, no estaba sola, mi hermana no esperaba que llegase tan temprano, y de su habitación, salían unos jadeos realmente excitantes, gemidos ardientes, mezclados por los gritos de Luci, pase de largo, notando como en mi interior sentía como algo se contraía, haciéndome sentir como una especie de nudo en el estomago, de repente senti deseos de tocarme y disfrutar de la excitación que aquellos jadeos me habían producido, entre en mi habitación, dejando mi carpeta sobre la mesa de estudios justo delante de mi ventana, y levante mi falda tumbandome en mi cama, tocandome por encima de mis braguitas, realmente sentía una excitación, una sensación despertaba en mi cuerpo, algo nuevo para mi, yo ya me habia masturbado en alguna ocasión, pero sentía aquellos gritos a través de la pared, y no.podia dejar de tocar mi sexo, notando como mi prenda interior se humedecía de un modo exagerado, mis pezones se herguian duros, debajo de mi blusa, como si quisieran atravesar la tela de mi sujetador, y mi mano recorria mis pechos a la vez que mi otra mano no paraba de tocar aquel chorreante sexo, que no dejaba de fluir liquido fruto de mi pasión, deseaba ir a la habitación de mi hermana y fuese quien fuese me hiciese lo mismo que a ella, realmente estaba gozando la muy cachonda, y no contaba que yo estaba allí, ella es mayor que yo, en cuatro años, y no creía que fuese conveniente aparecer ante ella y su amigo pidiendo que fuese mi.primera vez, a pesar de que deseaba con fuerzas que así fuese…decidi acercarme a la puerta, en aquel momento me habia quitado las braguitas completamente chorreando de la excitación y masturbación del momento, a pesar de no llegar a sentir ningún tipo de sensación exagerada, que tanto oía de unos y otros, estaba muy caliente, empuje un poco la puerta para observar como gozaba Luci, y mi sorpresa fue que el amigo, era Alex un chico que hacia meses me volvía loca solo al verlo pasar por mi lado, era guapísimo y siempre pensaba en el cuando sentía deseos de auto satisfacerme, aquella imagen de mi hermana tumbada debajo de aquel cuerpo desnudo, tan excitante para mi, lleno de músculos trabajados, obsevando su trasero empujando con fuerza golpe a golpe, haciendo gritar con cada golpe, y gemir a mi ardiente hermana que también me sorprendía, no conocí hasta entonces esta faceta de Luci,escondida en el lateral de la puerta podía observar el placer que se daban dos jóvenes completamente salvajes y ardientes, no notaban para nada que estaban siendo observados por mi, yo me introducía mis dedos anular y corazón, notando la calida y húmeda cueva de pasión que tenía entre mis piernas, mojando con cada movimiento mas mis dedos, sentía una gran necesidad de llegar a aquello que todo el mundo hablaba y yo nunca había sentido, y de repente en mi mente senti que Joan iba a ser quien me diera aquel placer que tanto deseaba tener, volví a mi.habitacion y lo llame.

– Joan, hemos quedado a las ocho, no?.

– Si.

– Te va bien de quedar ahora en media hora.

– si, porque no.

El vivía un par de calles por detrás de mi casa y yo sentía un deseo irrefenable de sentir aquello que había visto en la.habitacion de Luci, y ser yo la.protagonista de aquella escena que tanta excitación me había despertado, a pesar de desearlo con autentica locura, sentía temor porque nunca había estado con un chico, completamente desnuda, sentía nervios mezclados con aquella tremenda temperatura, cuando Joan salió de la puerta de su casa, yo ya estaba justo delante esperandolo, aquello lo sorprendió, no esperaba encontrarme allí.

– que haces aquí?, ahora iba yo a tu casa.

– Tenia ganas de estar contigo, hay alguien en tu casa?

– No, por que?

– me invitas a tomar algo en tu casa?.- estaba siendo demasiado descarada y lo notaba, pero deseaba arrancarle la ropa y sentir su piel tocando la mia, estaba muy caliente, deseosa de sentir todo su cuerpo fundiéndose con el mío.

– si, vamos.-, Joan intuia mi estado, pero a pesar de ello no entendía aquel cambio tan brusco en mi, nunca había hecho ver que lo deseara, de ese modo al menos.Lo notaba algo cortado, supongo por la inexperiencia de nuestra edad.

Yo sentía un deseo que me costaba de retener, aun así me controlaba, subimos a su casa y entramos en la cocina.

-que quieres tomar Laura?

– algo frio, Joan.

Mientras Joan cogia la botella de refresco para echarla en el vaso, me acerque a el abrazando su cuerpo, justo por detrás de su espalda, el sin inmutarse se giro y al instante, me hizo sentir mayor enlazando su boca a la mis, y introduciendo de un modo lento, suave, húmedo y excitante su lengua en mi boca, la cual reacciono enlazando mi lengua a la suya, como si de dos serpientes se enfrascaran en una dura pelea, se retorcia, luchando por conseguir ganar la posición, sus manos recorrían mi espalda, detuviendose en mi nuca y moviendo sus dedos con una maestría inesperada por mi, realmente Joan no era la primera vez que se encontraba en aquella situación, mis pezones endurecían por segundos de nuevo y mi rajita de nuevo dejaba mis braguitas recién puestas en un estado empapado, las manos de Joan me quitaban la blusa botón a botón sin despegar su boca de la mia, consiguiendo deshacerse de ella en un instante, la blusa caía al suelo, y mis pechos duros y herguidos deseosos de sentir las manos de aquel chico que deseaba me hiciese suya, mis nervios desaparecían segundo a segundo, a pesar de aquella enorme excitación, sentía temor por pensar en si al llegar el momento me haría sentir algún tipo de dolor, pero lo iba a pasar me daba igual y deseaba que aquello fuese mi.primer contacto con el sexo real, Joan por debajo de mi faldita, puso la mano sobre mi sexo húmedo y ardiendo, deseoso de el, y sin titubear se deshizo de mis braguitas dejándolas caer al.suelo, sin bragas y completamente desnuda en mi torso, se puso justo en mi espalda y de una sutil manera me condujo al salón que estaba justo a continuación de la cocina, me apoyo en la pared justo detrás de un enorme sofá, dejandome en una posición como si pretendiese cachearme, dejandome llevar por el, Joan me decía, cierra los ojos y dejate llevar, estate tranquila, y veras como el placer saldrá de ti,de un modo espontaneo como de la nada, y sentiras una fantástica sensación explotar en tu interior, yo nerviosa pero impresionada por la seguridad de aquel guapo chico que conocía del instituto no pude dejar otra cosa, que dejarme llevar por el momento, allí apoyada contra la pared, ardiendo en mi interior como una bestia en celo, podía sentir sus manos deslizarse por mi espalda, de un lado a otro , siguiendo el recorrido de mi columna vertebral, sintiendo como el vello de mi cuerpo se herguia sintiendo escalofríos de placer por ello y harmonicamente mis pezones cada vez mas duros, deseaban recibir caricias que no tardaron en llegar, sus labios recorrían mi espalda, en constantes y cortos besos, como si un vestido de besos me estuviese fabricando, y notando como su lengua marcaba tramos de mi espalda, sintiendo un enorme placer sin llegar a nada mas que caricias, nunca hubiese.imaginado la pericia de Joan en el sexo, me tenia fascinada, sus manos rodearon mi torso sintiendo en mi espalda el tacto de su piel, y en mi trasero un enorme y duro bulto, en contacto directo, sin haber levantado mi falda nerviosa pero deseosa de que me introdujese su sexo, sus manos trataban con dulzura mis pechos duros y salvajes, y me estaba volviendo loca de placer, sentía como Joan quería esperar el momento adecuado para que todo fuese fantástico y lo estaba consiguiendo, de repente me apretó los pechos sintiendo una mezcla de placer y dolor, colocandome encima de aquel sofá boca arriba, mirandome a los ojos y agarrando con la punta de sus dedos mis pezones, yo estaba extasiada deseosa de lo que me quisiese hacer, ya gozaba con cualquier caricia, beso, abrazo, era suya por completo, deslizando su cabeza desde mi cuello, lamia muy dulcemente, mis pechos mordisqueando los pezones y haciéndome sentir fuera de mi, aquel placer, mezclado con las imágenes de Luci y Alex en la habitación de casa, ya me hacían estar por completo fuera de mi, quería mas, y el me lo daba sin hablar, se delizaba hacia mi sexo donde con un leve movimiento hizo que una pierna se me fuese sola a la parte alta del respaldo del sofá y la otra cayese por completo de el, dejando mi cueva pasional a su completa disposición, notaba su lengua, entrar y salir de mi vagina ardiente, y cada vez me sentía mas fuera de control, de repente introdujo dos dedos rozandome la parte interior justo detrás de mi clítoris que a su misma vez era absorbido por el, sintiéndome en aquellos instantes en un estado de placer inmenso y donde por primera vez en mi vida sentía el placer del orgasmo, no pude reprimirme y de un modo natural salió de mi un inmenso grito de placer que con total seguridad escucho toda la vecindad, pero ni tan siquiera podía pensarlo, yo no era dueña de mi cuerpo, disfrutaba y disfrutaba poseída por el glorioso placer del sexo, de repente Joan se puso en pie, dejando ante mis ojos, su miembro, era la primera vez que tenia uno frente a mi, había visto en videos, y alguna película, pero nunca real, era grande y grueso, o a mi en aquel momento me lo parecía, y sin mediar palabra alguna, lo agarre con mi mano conduciendolo a mi sexo, deseaba ser penetrada por el y no podía esperar mas, lo miraba a los ojos fijamente, el me miraba, gozando de mi estado de excitación, podía notar el placer que sentía por darmelo a mi, de un solo golpe y hasta el fondo me penetro, sin sentor dolor alguno, y empezo a empujarme cabalgandome a Una velocidad, realmente fascinante, golpeaba sis testiculos contra mi chorreante deco Una y otra vez, hastaque note como una verdadera explosión brotaba de mi.interior, produciendome un temblor descontrolado en todo mi cuerpo y con aquel segundo grito que nunca olvidaremos, ni yo ni.Joan, tuve una gran suerte de que el fuese mi primera vez.

Espero os haya gustado aquella primera experiencia, pronto pondré otra de aquella época siguiendo un poco la cronológica real, un dulce y húmedo beso…MUACS