Siempre tuve la suerte de ver en los ojos de las personas lo que realmente reflejaban o escondían tras ellos, Camila (como llamaré a mi inquilina) no era la excepción. Era una persona de buen físico pero sin resaltar tanto sus atributos como mujer, llevaba 38 años consigo, pero lo que más me gustaba eran sus ojos, celestes con una caballera castaña intensa con un ondulado notable, además era madre de dos hijos y convivía con su esposo. Era algo alta a comparación de su esposo, aunque ya habían tenido problemas desde siempre, seguían manteniendose unidos. Mi casa es algo grande y el lugar que ocuparon ellos era la casa donde habitaban familiares anteriormente, tuve cierta incomodidad desde que llegaron porque claro, era una familia más y con ello aumentaban los gastos en cuanto a ciertas cosas por lo que mi relación con ellos solo se limitaba a saludarlos.
Su esposo salía con sus hijos durante toda una semana a una casa alejadad de la capital donde ellos tenían familia y siempre acudían a reunirse, pero Camila no siempre iba. En el tiempo que transcurrieron los acercamientos ya sea por cosas del destino o que forcé, pasaron cosas que pudieron denominarse como «normales» pero me dejaban pensando si en algún momento yo podría realizar mi fantasía de estar con alguien mayor que yo, puesto que una vez, cuando ella se encontraba sola, tuvo un accidente en el cual se vio la necesidad de pedirme ayuda si o si porque de lo contrario podía pasarle algo grave.
Ella se encontraba duchándose y sobrecalentó mucho la terma de la ducha que para cosas del destino tenía una ventana que tenía salida hacia mi patio donde se encontraba la lavandería y yo estaba colocando y tendiendo mi ropa limpia para mi semana, la terma reventó por descuido de ella e hizo que los cables se juntasen un poco por lo que con la salida del agua ocasionó un leve corto circuito que llegó a través del agua en su cuerpo y la hizo asustarse y sin pensarlo pidió ayuda pensando que se encontraba mi hermana ahí, cuando me acerqué a su puerta, estaba sin llave y pude ingresar rápido y apagar la llave de la corriente de ellos, toqué la puerta y me dijo con voz temblorosa que pase rápido, a lo que nerviosamente dudé unos segundos y entré, grande fue su sorpresa cuando me vio a mi y no a mi hermana, vi su espalda desnuda y rápidamente cerré la llave del agua, su reacción fue de levantarse del rincón donde estaba y sin importarle que la viera desnuda, fue abrazarme, sentí sus pezones erectos en mi pecho y inconscientemente me exité, pero sin tratar de aprovecharme del momento, la cubrí con una toalla y le ayudé a salir del baño y fuimos a su sala, ella estaba en shock y al sentarse dejó entre ver sus piernas y mientras le servía un vaso con agua, pude ver aquellos labios que tenían las gotas que desaparecían deslizándose en ella, no pasó nada más, no llegamos a más porque no era el momento, pero ella me hizo prometer que no dijera nada del accidente, a lo cual accedí y ella con los ojos un poco sollosos me abrazó y me agradeció por salvarle la vida, claro que por mi mente sólo veía sus pechos en cada descuido que ella se daba con la toalla.
Luego de ese episodio pasó mucho tiempo para volver a encontrarme en una situación parecida por lo que un día escuché sin querer comentarios de que ella escondió cosas de valor de un familiar, pero es lo que decían y en realidad nadie sabía si era cierto o no, los comentarios venían de familiares que vivían a otras casas de las mías y bueno, sin querer un día escuché a uno de sus hijos decir que había encontrado algo dorado y como jugando lo trajo a mi casa para jugar en el patio y al verlo, ideé lo más que pude para distraer al chico y olvidase eso, era una joya de oro con forma de escarabajo, me costó sacar unos juguetes para obtenerlo, pero lo logré.
Pensaba en qué hacer con el, yo quería el dinero, pero un día sin querer, mis inquilinos se iban de viaje y Camila se quedaba de nuevo, pero esta vez, la notaba asustada y preocupada, escuchaba que limpiaba la casa desde que empezaba a amanecer, pensé que hacía limpieza, pero en realidad ella estaba buscando algo que le faltaba y había estado conversando durante regular tiempo, cuando me di cuenta de ello, pensé en muchas opciones, quería pedirle dinero, me urgía comprar algo y era la ocasión perfecta para ello, aunque después de fumarme un faso, tuve la idea de estar con ella, cumplir mi fantasía a como de lugar, tenía todo a mi favor para conseguirlo y me iba a jugar el todo por el todo.
Me levanté temprano y ordené todo como pude, llevaba esa idea tan marcada en mi mente y solo quería saber que pasaría después, ignorando cualquier consecuencia que trajiese ello, traté de cruzarme con ella, hasta que se dió el momento, yo les compartía internet y le desconecté el cable para que viniese a tocar mi puerta y fue así, al salir la vi a ella y me preguntó si yo tenía red, por lo que le dije que pasara para ver las conexiones, pasó y yo había dejado el cable levemente salido para que no parezca tan evidente que planeaba algo, hasta que ella lo vio y me dijo que estaba algo suelto, por lo que le pedí disculpas y luego le pregunté porque hacía movía tanto los muebles de su sala ya que mis perros ladraban mucho por eso, a lo que me contestó que buscaba algo, y mientras ella se disponía a regresar a su casa, metí la mano en mi bolsillo y sacando la joya le dije: «encontré esto» , a lo que ella me preguntó :

– Ella : De dónde lo sacaste?
– Yo : Lo tenían mis perros en el garaje 
– Ella : Eso es lo que estaba buscando 
– Yo : Pues yo lo tengo hace tiempo y iba a venderlo hoy
– Ella : ¡No puedes!, eso me pertenece
– Yo : Si te lo devuelvo no ganaré nada, y no es esa mi intención…
– Ella : ¿Qué es lo que quieres decir?
– Yo : Esto no te pertenece, tu lo escondiste y el karma te lo paga así, encima me pides que te lo devuelva como si yo no supiese de quien es…
– Ella : *Se quedó sorprendida y no supo que responderme*
– Yo : Puedo acusarte por esto, pero no soy así, yo quiero ganar algo por este enorme favor 
– Ella : Qué quieres que te de ?
– Yo : Quiero tenerte en mi cama…
– Ella : Estás loco o que te pasa?…
– Yo : O es eso o tu te enfrentarás a las consecuencias de tu mentira…

Camila no sabía como reaccionar ni que decir en los primeros minutos, sólo miró el escarabajo, luego me miró fijamente y se acercó a besarme fuertemente, tumbándome en el sofá a lo que yo la alejé de mi y le dije que lo haríamos a mi manera, agarré su mano y la llevé a mi habitación, la senté y la empecé a desvestir a lo que ella me miraba con odio y hacía algo de fuerza para que no le quitase la ropa tan rápido, cuando le quité por fin sus bragas, me volví a encontrar con esos labios bonitos y depilados a lo que sin pensarlo metí mi lengua y ella reaccionó y le dije que no se moviera con voz firme, ella hizo caso y empecé a recoger sus labios hasta que mis dedos comenzaron a entrar en ella.
Comenzaban los leves gemidos por parte de ella, hasta el punto de acariciar mi cabello con su mano y luego de eso, me puse de pie en la cama y me bajé el pantalón y le dije que empezara, me dijo que nunca lo había hecho, la acerqué a mi y se lo puse en la boca y empecé a introducirlo y sacarlo de ahí, le dije que se quedara quieta, al principio iba bien, hasta que le dio un poco de nauseas y comenzó a toser por lo que paré rápidamente porque quería que disfrute, pero no quería que lo sepa. la acosté en la cama me puse encima de ella y comencé a hacérselo intensamente, por lo que no faltó mucho para que ella comenzara a gemir al punto de olvidarse de todo y pedir que siguiera, estaba cumpliendo mi fantasía, lo había concretado, sus labios chocaban con los míos a cada momento, estaba dentro de ella y ella me correspondía, intenté cambiarla de posición, pero me dijo que quería llegar al orgasmo entre gemidos y solo llegaba así, por lo que me excité mas y empecé a embestirla con lo que pude.
Puse una almohada pequeña para que la mordiese porque estaba gritando mucho y me decía que le gustaba mucho y ella comenzaba a acaciarme, llegó y entramos en un ambiente diferente, se dejó girar un poco, y teniéndola de lado, comencé a darle, sin querer en un momento me equivoqué de lugar y le dolió un poco, ella misma agarró mi miembro y se lo introdujo, mientras me miraba diferente, me miraba con hambre, frunciendo el ceño de una manera sensual, hasta que ya no aguanté más y me vine en la entrada de sus nalgas, me miraba con placer y me dibujaba sonrisas mientras se tocaba ella misma, me dijo que nunca lo había hecho de esa manera y que todo pasó muy de la nada y le terminó gustando aunque no creía que fuese así, nos bañados juntos, tuvimos un pequeño encuentro en la ducha de nuevo, algo rápido como un «rapidín» y al salir y secarse, hablamos de lo sucedido y una vez mas prometíamos no decir nada, pero con la condición de hacerlo una vez más algún día, todo continuó normal, como si nada hubiera pasado, manteníamos el secreto guardado, ambos salimos ganando, cumplí mi fantasía y quedaba pendiente un encuentro más, aveces es necesario pensar muy bien las cosas para aprovechar oportunidades como esas, tenía la necesidad de contarlo porque ya falta poco para volver a tener nuestro encuentro tan esperado, aunque todos seguimos con nuestras vidas, siempre podemos aprovechar al máximo las situaciones, saludos a todos y espero que les haya gustado mi experiencia, saludos.