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Anónimo

octubre 6, 2020

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LA VISITA DE JOSÃ? EN SEPTIEMBRE

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La visita de José en septiembre

 

Desde hace años tenemos con mio mujer una relación abierta, y en esta relación nos abrimos a compartir el sexo con un amigo; mi mujer ha sido la ganadora, pues hemos sostenido un trio de dos hombres y ella para darle placer al infinito y de paso abrir nuestras mentes a situaciones jamás imaginadas. José es un buen ejemplar masculino, ojos verdes, alto medio canoso, delgado, desnudo vemos que posee grandes huevos y una porción de pene considerablemente largo y ancho. José vive en otro país cercano al nuestro y dos veces al año puede viajar a su tierra natal: España. Pero siempre antes se deja caer unos días en nuestra casa, son los días en que mi mujer se convierte en un banquete para calientes…y una putita.

El 11 de septiembre José llego a Chile, hizo cuarentena en la casa de unos amigos en el campo. Luego de finalizada la cuarentena apareció por casa. Mi mujer a quien llamaré Matilda, estaba como siempre nerviosa, botas, pantys negras, blusita negra transparente, calzón negro minúsculo. Esa mañana le afeité el pubis asi es que su vagina lucía preciosa.

El encierro la hizo engordar pero la verdad es que le ha hecho muy bien, su culo está delicioso, redondo y carnoso y sus tetas que siempre han sido pequeñas ahora están grandecitas y atractivas.

Todo listo: Matilda fue a dejar a nuestra hija a casa de sus abuelos y de regreso estábamos esperándola con José con champaña y chocolate.

Dos copas y a las manos, Matilda tirada en el sofá sobre nuestro invitado, Jose metiendo mano por debajo de la falda. Luego de unos 30 minutos mi mujer extrae la gruesa vara de carne de nuestro amigo y se concentró en la mamada. La lengua, la succión, el mordisco suave eran eróticos, se pasaba el pene por la cara, el cuello, las tetas. La verga de José esta coronada por un glande cabezon y bien dibujado, en eso nuestras vergas erectas se parecen, algo cercanos a los 21 centimetros , anchas, cabezonas y muy llena de venas.

Finalmente, y ya completamente desnudos los tres. Jose se sentó en el sofá y Matilda se sentó sobre el dándole la espalda; de esa forma sujeté la cabeza de mi mujer para que me mamara la verga mientras se la culiaba nuestro invitado. Estuvo rico. Me mamó los huevos y disfrutó de mi pene. Mi esposa mama como experta, de hecho es su mayor fortaleza (y le agrada mucho tragarlo todo, jejee)

Fui por pañuelos, agua mineral y gel lubricante. Fuimos al dormitorio, nos acostamos, Matilda se me monta y me cabalga mientras José se da una ducha, luego  José se recuesta y mi mujer lo monta para dejarme el trasero despejado. Ya habíamos hablado de darle una culeada doble y simultánea. Mi amigo la penetra por la vagina, siempre mamándole las tetas y mordiéndole los pezones, se besan y se dicen groserías, a mi mujer  le ha crecido el culo, está tetona José se lo decía mientras se la follaba “¡que grueso culo amor…!”.(todo tuyo respondía ella). Por abajo el espectáculo era grosero, una gruesa tranca cabezona entraba y salía del choro dilatado y depilado de mi mujer. Cuando mi amigo la penetró profundamente me comencé a acomodar, me acomodé entre las piernas de mi mujer, separé las nalgas puse gel en el hoyito anal y me comencé a hundir entre las nalgas, su raja se abrió y su hoyo anal se dilató. Dos vergas la atravesaban en medio de gritos de placer. “Quiero más pico, me gusta la verga, denme verga, me gusta que me dejen culeada weones, necesitaba que me culearan dos vergas…ahora soy la puta, soy la putita caliente…” gritaba entre medio de jadeos orgásmicos. Pasaron 15 minutos, yo estaba exhausto; por dentro sentí que la verga de José se comenzó a hinchar hasta que eyaculó dando gritos ahogados de placer. Yo estaba cansado. Entonces me salgo, Matilda se acuesta, me limpio la verga con un pañuelo y gel,  descanso unos minutos tomo agua recupero fuerzas y me meto de nuevo esta vez por la concha. Al penetrar el semen de José saltó como un chorro, el moco resbalaba por el trasero y las piernas de mi esposa. Era abundante, luego confesó que hacia 20 días que no eyaculaba. Era mucho, la cama, el cuerpo de mi mujer, mis manos y todo quedó lleno de semen, pero ayudó a lubricar la vagina asi es que entré y sali varias veces. Rápidamente. Entonces José pide de nuevo. Nunca se le bajó la verga. Estaba dura y firme. Mi esposa le pide mamársela antes, asi es que se saborea el pene de nuestro invitado lamiéndolo como un dulce; esta vez yo voy abajo, me culeo a Matilda por la vagina y por atrás entra José. Matilda tiene otro orgasmo muy fuerte, queda como muñeca de trapo tirada sobre mi mientras José se la sigue culiando por el ano yo la sostengo pues con las arremetidas su cuerpo se va resbalando. José acaba de nuevo gritando “exquisito agujero apretado” dice al bajarse. Queda tendido sobre la cama, yo no pude acabar, no tenía fuerzas.

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Dormimos los tres, pero yo estaba caliente. Esa noche cerca de las 4 de la madrugada desperté caliente y aprovechando que mi mujer dormía con su culo hacia mi, la penetré para desahogarme, no duré nada. Fue delicioso. Al despertar esa mañana mi esposa le regaló una buena mamada a nuestro invitado. Tomamos desayuno y José partió a su tierra.

 

 

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