Joder tío es que esta historia es de traca. Mi mejor amigo desde el cole se llama Antonio y tenía una mujer que se llama Laura con la que llevaba diez años y tres niños pequeños. El cabrón la dejó hace seis meses porque se liò con una pava del trabajo que tiene veinte años menos. Una puta con tetas de silicona y cerebro de mosquito.

Total que Laura se quedó destrozada con los tres críos y como yo soy amigo de los dos pues me puse a consolarla. Al principio era todo muy inocente mensajes de «animo» y «tu puedes» pero poco a poco la cosa se fue calentando. Empezamos a hablar todos los días por WhatsApp hasta las tantas de la noche y yo me di cuenta de que Laura aparte de ser una madre responsable es una mujer con unas ganas de vivir que te cagas.

Un día quedamos para tomar una cerveza y hablar de sus cosas. Fuimos a un bar perdido donde no va nadie y nos sentamos en la terraza de atrás que está en penumbra. Estuvimos como tres horas hablando y riéndonos y de repente me acerqué y le robé un beso. Joder tío esperaba que me diera una hostia pero en vez de eso me devolvió el beso con una lengua que no te imaginas. Sabe a fresa y a cerveza y la movía como una profesional.

En ese momento le metí la mano por debajo de la falda y le agarré el culo. Llevaba un tanga negro de encaje que se le metía entre las nalgas que están firmes a pesar de haber parido tres niños. Cuando metí los dedos noté que estaba empapada. Le dije «estás mojadísima nena» y ella me contestó «es que llevo meses sin que me toquen».

Nos levantamos y nos fuimos al aparcamiento donde tenía la furgoneta del trabajo. Atrás está llena de herramientas pero había espacio. La empotré contra la puerta y le bajé las bragas. Ella se abrió de piernas y yo me saqué la verga que la tenía dura como un palo. No usamos condón porque ninguno llevaba y total ella ya está operada. Se la metí de golpe y gritó pero de placer. Joder tío estaba tan apretada y caliente que casi me corro al instante.

Estuvimos follando en la furgoneta como animales. Ella se subió encima y me montó como si fuera un caballo mientras le agarraba las tetas que son naturales y caídas pero grandes. Después la puse a cuatro patas sobre una caja de herramientas y le di por detrás. Los golpes se escuchaban en todo el aparcamiento pero nos valía madres.

Cuando me vine le eché toda la leche dentro y se le salió chorreando por las piernas. Ella se limpió con las bragas y me las dio para que me limpiara la verga. Me las guardé de recuerdo. Esa noche llegué a casa con su olor en los dedos y no pude dormir de lo exitado.

Desde entonces nos vemos dos o tres veces por semana. A veces en mi casa cuando los niños están en el cole otras en la furgoneta o en algún sitio escondido. Le encanta que me corra dentro y siempre me dice «lléname Samu». Hace una semana me pidió que le enseñara a chupar verga porque con mi amigo nunca lo hacía. Le he estado dando clases y la tía es una alumna aplicada. Ahora me la chupa mejor que las putas de carretera. Se traga toda la leche y me pide más.

Lo mejor es que mi amigo Antonio no tiene ni puta idea. Cree que solo estamos «hablando» para que ella supere la ruptura. Si supiera que mientras él está con su niñita pija del trabajo yo le estoy dando a su ex como si no hubiera un mañana y encima ella grita mi nombre cuando se corre.

Laura me ha confesado que con Antonio el sexo era aburridísimo. Siempre la misma postura y cinco minutos. Con yo le doy en todos lados y le hecho dos o tres polvos seguidos. Hasta le he metido la verga en el culo y aunque al principio le dolió ahora le encanta.

El otro día me mandó un video mientras estaba en la bañera con los niños jugando en otra habitación. Se estaba tocando y susurrando mi nombre. Se vino en menos de un minuto. Le respondí con una foto de mi verga dura y me dijo que se había corrida otra vez.

La verdad es que no sé hasta cuando durará esto. Ella dice que no quiere otra relación seria y yo tampoco. Pero mientras tanto voy a seguir dándole duro a la ex de mi mejor amigo. Es una puta en la cama y cocina mejor que mi madre. Lo único malo es que a veces cuando quedo con Antonio me da por reírme porque estoy pensando en como su mujer me chupa los huevos.

Así que ya sabéis colegas. Si vuestro amigo deja a una mujer buena no perdáis el tiempo. Consoladla bien que igual termináis con la verga dentro y ella pidiendo más. Yo por lo menos no me arrepiento de nada. Laura está más feliz que nunca y yo me lo paso como un enano. Lo único que espero es que Antonio no se entere porque me mata. Pero mientras tanto voy a seguir disfrutando del cuerpo de su ex. Al fin y al cabo él fue el cabrón que la dejó por otra.