Francisco… Fue el segundo militar con el que me metí, lobo me dijo que un amigo de él me quería conocer nada más que él estaba en otro lugar, a una hora de mi ciudad; le dije que le pasará mis datos y que me metiera interés por conocerlo.

Nos mandamos mensajitos, cachondeo a lo grande, y quedamos en vernos, obvio yo tenía que ir al lugar donde lo habían asignado porque él no podía salir. El me pagó el viajecito y fue a buscarme y todo�

Llegue a la terminal de ese municipio, y ahí lo encontré uniformado (me excitan los hombres gruesos, altos y uniformados), me estaba sonriendo, tiene una boca grande, cabeza rapada, ojos expresivos color café, tez apiñonada, muy sexy; agarro mi bolsa de equipaje porque me dijo que me quedara con él el fin de semana, así que lleve solo 4 mudas de ropa y mis cosas básicas. Nos fuimos riendo por todo el camino, mirándonos picaronamente, con morbo pero tranquilos porque uno de sus cabos iba manejando, ósea, no estábamos solos� y eso me excitaba más�

Llegamos al batallón, y me metió a escondidas, el dormía aparte, tenía un especie de departamento chiquito aparte, no dormía con nadie más, así que ahí me tenia escondidita.

Sacó una botella, porque bromeaba acerca de emborracharme y quererme coger así, yo le dije que no se valía porque a lo mejor y ni me acordaba de nada. Me bebí dos o tres vasitos de vodka y me hice la borracha, le decía que tenía calor así que me quité mis pantalones y me quede en tanguita negro, el estaba sentado frente a mi riéndose de las tonterías que yo le decía; él me decía que le enseñara el trasero, que me pusiera frente a él y me encorvara enseñándole mis nalgas. Así lo hice, el solo se dedicaba a delinear mi culo con sus manos, me apretaba las pompas y restregaba su cara en ellas, eso me excitó muchísimo y el percibió mi excitación.

Se paró de su asiento y frotó su miembro contra mi trasero, mientras me agarraba fuerte de el cuello y me besaba brutalmente, me decía que iba a ser su putita todo el fin de semana, y que ahora quería que esta putita (ósea yo) se la mamará rico o le iba a dar sus buenas nalgadas, le dije que aunque se la mamará rico quería sentir esas nalgadas� él se empezó a reír y me dijo: así que te gusta que te traten mal mi putita, y le dije: no, me gusta que me traten brutalmente rico, que es diferente papi.

Me voltee y me agache, le desabroche el cinturón, le baje el pantalón y abrí su bóxer, ahí estaba su largo pene reclamando mi boca, me la metí a la boca, sintiendo todo lo grueso de su pene, su cabeza hinchadita, me lo metí hasta sentir que no me entraba ya más nada, le lamia sus huevos metiéndomelos a la boca, se había rasurado para mí; el igual me cogía por la boca, me agarraba la cabeza y me cogía bien rico la boca, riquísimo, no dejaba de verlo directamente a los ojos, eso lo excitaba, me golpeaba con su pene en mis mejillas, en mi boca, y me volvía a coger.

Me levanto y me aventó a la cama, poniéndome de perrito y agarrándome los brazos para que no me soltará me la metió de golpe en mi cosita, solo grité una vez pero me excitó tanto que simplemente dejé que me destrozara como quisiera. Me daba unas embestidas enormes, yo chorreaba de placer, no paraba de gemir, sentía que me la metía hasta el estomago de lo fuerte que me daba.

Y de pronto me la metió de golpe igual en mi culo, yo solo gritaba, lo quería detener porque me dolía, sentí que me había roto el culo, quería rasguñarlo pero no podía, el me seguía agarrando fuerte de los brazos, el solo se reía y me decía que era su puta y que me tenía que dejar hacer lo que él quisiera. Le dije que me dolía mi culo, que me las iba a pagar, me saco su pene, me volteo y me dijo que dejara de chillar, que solo quería que los dos gozáramos y para que lo perdonara se agacho y me empezó a dar uno de los mejores sexo orales que me han dado, simplemente me chorreaba en su boca, no podía aguantar tanto placer una y otra vez y él me seguía jugueteando, chupando y mordiendo mi clítoris�.metía su lengua hasta mi culo, lo lamía y regresaba a mi vagina�

Hasta que me hizo venir de nuevo, se detuvo, me miró y me dijo; ¿ahora si me dejarás culearte de una buena pinche vez? , me puso un cojín debajo de mis caderas y así como estaba, alzo mis piernas, las puso en sus hombros y me dio por mi culo mientras apretaba mis pechos y pellizcaba mis pezones, así toda lubricada y por las buenas pues ya me decidí a gozar. Ahora si lo sentí riquísimo, sentía como su gorda cabeza entraba a mi culito y como todo su fierro penetraba en mi, sentí su leche caliente derramarse en mi culo, mientras mi corrida salpicaba su sabana.

Me dijo que tenía que salir para checar a las tareas de sus cabos, que regresaría en unas horas, pero que se iba a estar dando sus vueltas para ver si no quería yo nada más, que quería verme desnuda en su cama, así que mientras el salía de su mini depa, yo Salí del cuarto y fui a su baño que quedaba en la salita, me di un rico baño, me limpie y me deje perfumadita para cuando él me quisiera volver a agarrar. Estaba bañándome cuando en la ventana empecé a escuchar voces, eran tres cabrones que estaban viendo como me bañada, me decían que si les abría el depa, que si quería más acción, que estaba para ser cogida por todos.

Yo me excité pero no sabía si francisco quería compartirme en ese momento así que me hice la loca, me seque enfrente de ellos y me salí del baño.

Como no había nada de comer, me puse a beber lo que quedaba del vodka, cuando vine a ver yo ya me había empedado solita, así que me tiré a la cama mientras francisco llegaba, desnudita, a nalga volteada.

Me despertó el sentir a alguien que me estaba besando el trasero, pensé que era francisco, pero como andaba medio borracha todavía no me fije, le restregaba mi trasero en su cara, hasta que empezó a hablar y me di cuenta que este hombre tenía la voz más gruesa, como pude me paré y me voltee a verle la cara, era un hombre alto, como de 40 o 45 años, con barba, de hombros y espalda grueso, y se notaba el ejercicio, me dijo: francisco me envió a ver si no necesitabas nada, y pues se nota que necesitas una cogidita de nuevo así que yo te la daré.

Me gusto su voz, y su físico así que ni modo, yo quería cogidita y el estaba dispuesto a dármela, así que yo flojita y cooperando; le sonreí y le dije que sí que quería hacerme me dijo que yo solo me dejara, que el haría todo, me puso de nuevo boca abajo y empezó a recorrer y morder mi espalda, mis pompas las mordía bien rico, abrió mis nalgas y se dedicó a lamerme el culo, yo solo me retorcía de placer, me puso de perrito y me lamia mi vagina, los labios de arriba abajo y me cogía con su lengua; me volteo y me beso profundo, beso mi cuello, beso y mordió mis pechos, mordía mis pezones, yo estaba erizada, todo me gustaba de lo que me hacía.

Me levantó y me puso sobre el escritorio de francisco y me recostó mientras me masajeaba mi clítoris con sus dedos, me metió su pene, estaba riquísimo este hombre maduro, agarraba mi entrepierna y me apretaba, no podía dejar de ver como gozaba metiéndomela, decía que tenia hirviendo mi panochita depiladita, reventaba de placer una y otra vez, sentía que me iba a desmayar si me venía de nuevo, el me dijo que se iba a venir, que donde quería que le dejara su leche� yo le dije que en mi cara; sentí el calor de su semen en mis mejillas y en mis labios, y así me dejo lechiada, así que me fui de nuevo al baño y me volví a dar un regaderazo para quedarme limpiecita, cuando regresé al cuarto el ya no estaba y me había dejado una nota a lado de un plato con comida diciéndome, francisco te mandó tú comida, gracias por dejarme cogerte un rato, hasta luego niña rica.

Me había cogido un wey que solo me había ido a llevar comida se aprovechó de mi borrachera para cogerme jajajajaja, ni modo, fue rico. Comí lo que me mandó literalmente francisco y me volví a dormir, eso de coger me deja molida y tenía que recuperar mis fuerzas.

Ese fin de semana me la pasé riquísimo me follaron entre dos, y el ultimo día me dieron mi despedida entre cinco.