Nos encontrábamos disfrutando unas maravillosas vacaciones de invierno y en nuestro recorrido llegamos a un paradisíaco lugar en las montañas, un spa japonés en un bosque con varias piscinas de agua termal… Debo confesarles que el agua caliente hace su efecto en mí…

Así empezamos a probar las diferentes piscinas con diferentes niveles de calor y mi morbo iba aumentando hasta llegar a una piscina especial donde se encontraban varias mujeres mayores, era un grupo de 5 amigas que al ver a mi hombre mientras entraba a la piscina se quedaron mirándole y dos de ellas  empezaron a hablar, eso me puso más caliente, me gustó como ellas morbosearon mi novio delante mío y el ni por enterado…

Así las cosas lo invité al turco y empecé a besarlo muy cachonda,  y lo llevé a vivir una de mis fantasías, nos fuimos quedando solos y el morbo se sentía cada vez más cuando baje mi mano para sentir su verga dura, mi hombre que es un gran amante y un hombre de gran creatividad, no ha sido muy dado al exhibicionismo, algo que a mí si me pone a mil, así que en ese momento sentí un poco su timidez pero no me importó y saqué su verga de la pantaloneta de baño, me levanté un poco, corrí la tanga del bikini y allí mismo me tragué su deliciosa verga en medio del humo y el calor del lugar, me movía, me levantaba y sentía como él iba pasando de la timidez al disfrute con la adrenalina de saber que en cualquier momento alguien podía pasar esa puerta y sentir todo el amor y el morbo que allí teníamos, mientras yo me moví hasta procurar nos una deliciosa corrida e incrementar mi fantástico espasmo de placer con el semen que se mezclaba con el sudor y el calor en ese turco… Fue un momento increíble, fue nuestro primer paso al exhibicionismo, algo que nos era ajeno y en lo que hemos encontrado un gran disfrute mutuo…