Soy camarera de profesión y hace ya algunos años, estando trabajando en un restaurante del puerto, mi compañera Mamen y yo, hicimos amistad con algunos pescadores que venían todos los días a tomar algo en la barra del bar.

Lolo era un pescador que se sentía muy atraído por mi compañera, bueno.. en realidad le gustan todas, pero Mamen era la única que le seguía el juego. Mamen es poca cosa, bajita, extremadamente delgada y fea, pero es muy risueña. El a pesar de estar casado, todos los días le decía piropos, y ella que era soltera y sin pareja, se ponía nerviosa y le daban ataques de risa. Entre ellos había una gran carga de energía sexual.

Aquella mañana estábamos súper contentas, era nuestro último día de trabajo antes de las vacaciones y no trabajábamos al público, estábamos limpiando y recogiendo todo ya que el restaurante estaría todo un mes cerrado.

Terminamos al medio día y Lolo nos invitó a tomar algo en el restaurante que había al lado del nuestro. Cuando llegamos, Lolo estaba con otros tres amigos mas, nos sentamos todos en una mesa y pedimos nuestras consumiciones. Recuerdo que me tome dos vermut muy seguidos porque tenía mucha sed. Lolo enseguida nos invitó a comer y la verdad es que lo pasamos muy bien.

Aquel día Lolo tenía que ir a un yate que el cuidaba. Aparte de su trabajo de pescador también cuidaba y hacia todas las revisiones y mantenimiento de algunos barcos del puerto. Todas las semanas tenía que arrancar el motor y salir del puerto para que los motores no se oxidaran con el agua del mar. Y nos propuso si queríamos acompañarle.

El barco era una pasada, enorme, tenía de todo. Salimos del puerto y cuando nos hubimos alejado de la costa paró los motores y nos preguntó si queríamos tomar algo. El dueño de ese yate se veía que tenía mucho dinero, todas las bebidas alcohólicas eran muy caras y de buenas marcas, pero yo opté por seguir tomando Martini para no mezclar, porque la verdad es que ya estaba bastante embriagada.

Lolo puso música y nos pusimos a bailar, a reír, pero cada vez el acercamiento entre Lolo y Mamen era más evidente. Lolo abrazo a Mamen y comenzó a besarla con pasión, con muchas ansias, podía ver sus lenguas retorciendo se dentro de la boca del otro. Me sentí muy excitada por aquella situación. La agarro por los glúteos y la subió a su cintura dirigiéndose hacia la barandilla, en ese momento quise pasar mis dedos por mi clítoris que palpitaba de deseo, pero Mamen se escapo de entre sus brazos y muy nerviosa riendo mucho nos propuso bañarnos en el mar.

He de decir que era el mes de febrero, concretamente el día 13 y hacia mucho frío, pero con tanto alcohol que habíamos tomado estábamos muy valientes. Nos lanzamos al agua en ropa interior, yo sentí el agua como cuchillos de hielo pero esa sensación me encanta ya que el agua fría y el hielo me ponen muy cachonda.

Lolo y Mamen se dirigieron hacia la plataforma que el barco tiene detrás, ella recostada boca arriba y el sobre ella la comenzó a besar de nuevo pero ahora más lento. Fue deslizando su mano hasta sus pechos, introdujo su mano por debajo del sujetador y comenzó a tocar sus pechos recreándose en sus abultados y duros pezones. Yo lo imite y comencé a acariciar los míos pellizcándolos y dándoles tirones. Siguió bajando su mano por su húmedo y plano vientre hasta llegar a su vulva. Comenzó a acariciar su clítoris, se llevo los dedos a la boca, escupió sobre ellos y comenzó a restregó la salida sobre el clítoris de Mamen. Ella comenzó a jadear, su respiración y sus gemidos me ponían muy cachonda, así que imité a Lolo y puse mis dedos en mi clítoris hasta introducirlos dentro de mi coñito que estaba muy calentito, aquella sensación de frío y calor me dio muchísimo placer. Me acerqué a la plataforma para sujetarme y poder masturbarme mejor, pero Lolo me hizo un gesto señalando la vagina de Mamen y me subí a la plataforma. El se situó detrás de la cabeza de ella y puso su pene sobre los labios de ella que sacó su lengua y empezó a hacer círculos sobre su glande para después comenzar a succionar y lamer sus testículos, Lolo comenzó a respirar más fuerte, Mamen se llevó las manos a los pezones en introdujo su lengua en el ano de el repetidas veces. Lolo gemía.

Mamen arqueaba sus caderas ofreciéndome su sonrosado coñito, cogí un cubito de mi copa y se lo deslicé por ese duro y erecto clítoris, sus gemidos eran fuertes y ahogados ya que la polla de Lolo se había acomodado en su garganta y parecía estar muy agusto ahí, ella aún con su boca llena, sacaba su lengua para restregarla por los huevos de el.

Puse mi boca en la punta de su clítoris y lo pellizqué con mis labios, introduje dos dedos en su vagina que estaba chorreando de fluido vaginal, deslicé mis dedos adentro y afuera lentamente al tiempo que mi lengua lamia aquel sabroso e hinchado clítoris. Seguía masturbándome muy excitada por el rico sabor del coño de Mamen y el orgasmo se me acercaba. Bajo ningún concepto me quería correr, así que cogí el cubito que anteriormente había utilizado en el clítoris de Mamen y me lo introduje en la vagina, el agua fría chorrada por mis muslos y proseguí con el coño de Mamen.

Lolo estaba muy excitado, su polla seguía en la boca de Mamen y sus embestidas eran cada vez más rápidas, podía ver como sacaba su polla por completo y la volvía a meter entera. Mamen debe tener una garganta muy grande ya que esa gran polla no se la puede tragar cualquiera y ella todavía podía sacar la lengua para estimular sus testículos.

El hielo depositado en mi vagina seguía deshaciéndose, y deseaba rozarme con el clítoris de mi amiga así que me puse en postura de tijeras y me la follé. Se sentía tan rico el roce de los dos coños. El placer era insuperable. Mamen dejó de lamer la polla de Lolo para centrarse en el enorme placer que sentíamos en ese momento y tomó las riendas. Me subió sobre ella, nuestras rodillas estaban flexionadas las mías sobre las suyas, nuestros clítoris se rozaban perfectamente y comencé a cabalgar sobre ella. El agua fría que salía de mi coño hacía que nos deslizáramos mucho mejor, entonces Lolo vino por detrás y me la metió en mi frío y mojado coño, un silbido ahogado salió de su boca al notar algo duro y helado en mi vagina entonces comenzaron las fuertes embestidas. Nosotras nos dejamos llevar por los movimientos de Lolo. Mordisquee los pezones de Mamen hasta que el orgasmo se apoderó de nuestros cuerpos y comenzamos a convulsionar descontroladamente.

Lolo sacó su pene de mi vagina y eyaculó sobre mi culo, jadeaba en mi oído y su cuerpo convulsionaba sobre mi espalda. Mamen se sentó sobre mis glúteos y restregó su pubis para extender todo el esperma.

Fue muy excitante, una experiencia única. Lo disfruté mucho. No me importaría volver a hacerlo, aunque después de aquello seguimos con nuestras vidas como si no hubiera pasado nada.