Intente hacerlo con mi vecino pero su padre nos pillo y…

Me llamo Nely y tengo 19, aquí os cuento algo que me ocurrió hace un par de meses y de lo cual no me siento muy orgullosa, pero creo que es bastante excitante y me apetecía compartirlo con vosotros.

Mi vecino del piso de abajo (25) tiene un ligero retraso mental, no demasiado, pero digamos que no es el más listo de la clase�por otro lado siempre ha sido muy mono de cara y últimamente se ha puesto muy fuerte, lo cual le deba un toque de brutote que le hacía bastante atractivo, pero claro, con su problema y con ese padre que tiene, siempre enfadado�cualquiera se acercaba!

Ya había notado en otras ocasiones, subiendo con ellos dos en el ascensor, que el chico no apartaba la mirada de mis pechos, lo cual era un poquito incomodo, y más cuando su padre se percataba de la situación y le daba alguna que otra reprimenda delante de mí, pero la verdad es que al chico no le importaba en exceso porque siempre volvía la mirada a mis pechos aunque fuera de reojo. La verdad es que a demás de incomodarme, era bastante excitante, y me quede, más de una vez, pensando en cómo sería dejarle jugar con mis tetas�estaba bastante segura que nunca había estado con un chica y eso me ponía aun mas.

Hasta donde yo sabía su madre los había dejado bastante tiempo atrás y se había ido con su nuevo novio lejos de la ciudad, y su padre no había rehecho su vida en absoluto, de hecho creo que ninguna otra mujer había pisado esa casa en todo ese tiempo, hasta aquella noche.

El padre del chico había llamado a nuestra puerta para pedir si alguno de nosotros, mis hermanos o mi madre�o yo, podía quedarse con el chico, puesto que se le había presentado una urgencia en el trabajo y debía acudir rápidamente, tardaría solo una hora y seria un enorme favor ya que no tenía tiempo de llamar a una cuidadora y a Sergio (que así se llamaba) le daba miedo quedarse solo.

De ese modo me toco a mi ir a hacer compañía a Sergio, aunque no me disgustaba demasiado y en el fondo sentía que tenía una oportunidad de hacer alguna fantasía realidad aquella tarde�no sé, tal vez provocarle un poco a ver si se avergonzaba o no.

Su padre se fue dándome las gracias y diciéndome lo mucho que me lo agradecía. Sergio estaba muy callado viendo la tele, aunque creo que no estaba prestando atención a lo que veía, solo quería mantener su mirada lejos de mi, le incomodaba. Yo, por mi parte y teniendo en cuenta que solo estaríamos solos un hora, me senté a su lado con intención de comprobar un par de cosas con el. El me lanzaba fugaces miradas y volvía al televisor. Yo me había puesto una camiseta de licra blanca bastante pequeña que tenía en el armario de dos temporadas atrás, cuando aun era una niña, pero ahora que mis pechos habían crecido de forma generosa, esa camiseta me quedaba a reventar, y claro, al ser una chica delgada, los pechos destacaban sobremanera en mi, dando lugar en el último curso del instituto a que algunos me llamaran �la tetas�, cosa que no me molestaba en absoluto.

Me acerque a él en el sofá y con un par de escusas de coger alguna cosa de su lado, me fui rozando con el de forma que mis grandes pezones se comenzaron a dibujar a través de la fina tela, y el chico ya no disimulaba en absoluto y me miraba con los ojos desorbitados, eso me puso super cachonda, así que me acerque a su oído y le susurre que si quería tocarlas y el cabeceo en un gesto afirmativo contundente. Cogí su mano izquierda y la guie a mi pecho derecho�comenzó a apretarlo, amasarlo, moverlo arriba, abajo, a los lados, círculos. Encontró el pezón y lo pellizco hasta que me dolió, pero me gustaba tanto�su otra mano atrapo mi otro pecho y ahora su movimiento era simétrico, acompasado con las dos tetas en sus manos. No decía nada, ningún sonido, solo se oía mi respiración agitada en combinación con el televisor, y vi como un bulto descomunal se levantaba en su pantalón, repito, descomunal, era enorme y esa visión hizo que me excitara aun más. Hice que me soltara los pechos, no sin esfuerzo, para poder quitarme la camiseta y ensenarle lo que tanto le gustaba tocar. Le pregunte si había visto unos alguna vez y cabeceo de forma negativa, solo en la tele, respondió. Eso me calentó, era parte de mi fantasía y quería aprovecharla, así que fui levantando la camiseta solo de un lado poco a poco, luego del otro, de forma que la mitad de mis tetas quedaba descubierta justo hasta los pezones. Mis bragas ya estaban mojadas con solo ver la cara de Sergio desencajada con los ojos desorbitados, así que comencé a pellizcarme los pezones y hacer círculos con ellos viendo sus ojos hipnotizados. Me termine de quitar la camiseta y sin más palabras se abalanzo sobre ellos para chuparlos, lamerlos, morderlos, los tenia totalmente hinchados y palpitantes, totalmente mojados, cuando mi mano se aventuro hacia su pantalón, tratando de liberar aquella polla increíble, con la presión que ejercía sobre la bragueta incluso me resulto difícil desabrochar el botón, pero cuando lo hice, su pene salió hacia arriba como impulsado por un resorte�era increíble, imposible que eso hubiera estado ahí preso sin ninguna mujer que lo disfrutara antes. Y era todo para mi, podía hacer lo que quisiera con el, y nadie tenía porque enterarse. Su polla era enormemente gruesa, cabezona y llena de venas hinchadas que la recorrían de arriba abajo, su gran glande estaba amoratado y húmedo de tanta presión como se agolpaba en el. Perdí de vista mi pequeña fantasía y como cegada por lo que tenia delante agache mi cabeza para poder meterme aquel aparato en la boca y sentir su sabor y suavidad hasta la garganta, una y otra vez, y otra y otra�.estaba como poseída por aquel pene por estrenar y mamaba como si me hubiera poseído una puta entrenada. Mis mejillas se iban encendiendo por el esfuerzo que tan gustosa estaba haciendo�

En ese momento la puerta se abrió y su padre apareció ante mi como una aparición. Se puso a gritar que que demonios estaba haciendo con su hijo, que como me atrevía, que era una guarra, que se lo iba a contar a toda mi familia para que supieran lo que tenían en casa�yo seguía postrada sobre la polla de su hijo, con mis pechos al aire, mirándolo fijamente, cuando de pronto se cayó, y comenzó a mirarme de arriba abajo, sin pestañear, en ese momento creo que cruzo por su cabeza lo que iba a ocurrir a continuación.

Se bajo la bragueta y de allí salió un miembro también considerable, de algún sitio lo tenía que haber heredado Sergio, pero no comparable al de su hijo. Lo acerco a mi cara y me dijo que si me gustaba chupar ya sabía lo que tenía que hacer�yo que continuaba tan excitada como antes, ya que la sorpresa no redujo en absoluto mi calentón, me la introduje en la boca con gusto mientras el chico observaba el espectáculo en primera línea y su pene comenzaba a recobrar lo que había perdido con el susto que nos había dado el hombre. Lo que estaba contemplando era como su padre introducía su pene en mi boca sin miramientos y como salía y entraba de mi boca totalmente abierta y mojada hasta la barbilla. Entonces el padre me libero de sus acometidas con un gran gemido y me puso de pie, me bajo el pantalón y las bragas que en ese momento estaban totalmente mojadas, y al verlo sonrio.

Me dijo que era el momento de cabalgar a Sergio hasta que quedara saciado. El chico seguía sentado en el sofá con la polla al descubierto y esperando su turno, que ahora también era el mio de comerme aquella polla por otro agujero. Pero aquel hombre me agarro desde atrás por lo brazos y me hizo ponerme de rodillas sobre Sergio, lo habría hecho sola, pero creo que al padre le ponía pretender que me obligaba, me sentó de golpe sobre el chico, con los pechos a la altura de su cara, y su polla penetro en mi cono de forma violenta teniendo en cuenta su tamaño, pero al estar yo tan lubricada no fue muy doloroso y rápidamente sentí que mi vagina estaba totalmente llena, y tirante. Así comencé a cabalgar sobre el, mientras el padre me mantenía los brazos a la espalda como si me fuera a resistir, además que aquel hombre al que se la había chupado un minuto antes estuviera mirando era como un fantasía erótica hecha realidad. Mis tetas rebotaban al compas de mis movimientos, de modo que el padre se hizo cargo de ellos esta vez y lo hizo incluso mejor que el otro. Apuntaba mi pezones hacia su hijo, que de cuando en cuando les propinaba un lametazo o una chupada, ese hombre era un cerdo.

De pronto me soltó las tetas de las que su hijo tomo el relevo, para que no rebotaran sin control y note que algo me rozaba el hombro�era de nuevo el pene del viejo que venía erecto a por otra mamada, así que sin más preámbulos gire la cabeza e hice lo que era de esperar, con una mano me afiance a sus huevos ya que yo seguía siendo empalada en la tremenda polla, y succione y succione, ya no me sentía en la realidad, parecía un sueño o una peli porno. Entonces sentí un aullido que venia de debajo de mi, del que estaba entre mis piernas y como un calor húmedo me invadía el cono y salía de mi a borbotones. Como si hubiera estado esperando el momento, su padre convino con otro enorme gemido y se corrió si preguntas en mi boca, llenándola de la misma sensación que en mi vagina. Se retiro y me hizo ponerme en pie de nuevo, quedando asi liberada de las dos pollas que me penetraban pero totalmente mojada por todos lados, la corrida del chico rodaba por mis piernas hasta los tobillos y la del viejo rodaba ya hasta mi ombligo, solo con lo que no había capaz de tragarme.

Cogí mi ropa y me fui al baño, en cuanto me arregle lo que pude, corrí a mi casa sin despedirme y me quede pensando en lo ocurrido ahí abajo. No sé cómo puede meterme en semejante situación, la vergüenza me pudo una temporada, pero ahora pienso en lo bien que lo pase y que es posible que algún dia vuelva a bajar por allí�.