
Por
Anónimo
DESVIRGUÃ? AL CHICO TÃ?MIDO DE CLASE
Soy Alba, una chica de 19 años de edad de pelo rubio y ojos marrones. Soy una chica muy atractiva y no es solo que lo diga yo, pues sin varios ya los chicos que han querido cogerme. Yo siempre quiero ser la primera y durante un año escolar hubo una competición entre mí y Carolina, una chica a la que también le gustaba mucho desvirgar a los chicos.
Ese año hubo un número impar de chicos, creo que eran 7 o 9, el caso es que comenzamos uno por uno, pero al momento de hacer las cuentas nos daba el mismo resultado a ambas. Eso no podía ser, así pues fuimos diciendo a cada uno de ellos para ver si habíamos contado mal. Pero nada más lejos de la realidad, nos faltaba uno solo, y no, no era el nerd de la clase, a ese nos lo hicimos juntas por más placer y morbo jeje. Nos faltaba Diego, el chico tímido de la clase.
Al ver aquello, supimos cual iba a ser nuestra víctima ese día y es que, quien lograra hacerlo venir iba a ganar, así pues dijimos que mejor sería volver el reto más difícil para ambas y más divertida la recompensa de Diego, aunque él no lo supiera. La idea que se nos ocurrió fue hacerlo en los baños femeninos y hacerle de todo hasta agotarlo sexualmente. Y así se pactó.
Fue Carolina la primera en intentarlo, pero él simplemente le ignoró por completo. Ella dijo que el próximo día traería su ropa más sexi para ser completamente irresistible, así fue como el nerd cayó ante ambas jeje. El caso es que era mi turno, sinceramente no sabía que hacer o que decir, pues no solo nosotras, sino que ninguna chica lograba algo con Diego. Por lo que, sin saber bien que hacer me senté a su lado y lo saludé.
Le dije que era Alba, una compañera de su clase, sé que suena estúpido eso, pero de cierta forma sirvió y es que logré mantener una conversación algo fluida de como minuto y medio con él. Pero el día acabó. Ninguna logró nada. Al día siguiente todos los hombres miraban a la misma chica: Carolina. Ella como bien dijo fue sexi a más no poder y se sentó en el pupitre de Diego. Y dijo “mira, me gustas chico, ¿qué debo hacer para salir contigo?”. El simplemente la ignoró por lo que ella se sentó en su polla a la par que subía y bajaba sobre esta. Él se quejó y la apartó.
En ese momento fue al baño corriendo y es que estaba a punto de venirse. Yo no lo sabía en ese momento, pero aproveché para ir al de chicas. Al salir me choqué con él por accidente. Le pedí perdón, él me dijo que no pasaba nada. Le pregunté que si se encontraba bien y él me dijo que sí. Aproveché el momento para hablar algo más con él y quedé con este en el recreo. Carolina ya estaba furiosa, no sabía que hacer para lograrlo. Así pues decidió hacerlo por la fuerza. Cuando sonó el timbre que marcaba el tiempo del recreo él se quedó en clase conmigo. Le dije de que me acompañe al baño un momento, a lo que él aceptó. Le dije que no me molestaba si el entraba, al contrario, me sentía cómoda a su lado, era mi primer amigo.
Aunque él en un inicio no quería por razones más que obvias terminó aceptando mi oferta cuando le dije que así podía vigilar que nadie fuese a sacarme fotos de mis partes o algo peor. Cuando salí le di las gracias por ello y en ese momento le robé un beso, a lo que él respondió dándome uno. Fueron varios los que nos dimos. Con el calentón que tenía le dije de que le podía hacer muy feliz. Diego se extrañó cuando dije eso, pero en el momento que lo encerré conmigo en uno de los baños, se la saqué y comencé a chupar supo a lo que me refería.
Diego lo gozo muy bien y se vino en cuestión de quince segundos, por lo que sí, era virgen. Tras eso me saqué el vestido y le mostré mis tetas. Él no sabía que hacer, pero su polla sí y es que se puso bien recta y erecta. Yo me reí y le dije que él no sabía que hacer, pero que estuviese tranquilo, pues yo era una experta en ello y que su polla parecía saber lo que debía hacer. Cogí su miembro y lo puse entre mis tetas para hacerle una cubana con lamida y todo. Si con mi boca duró quince segundos de reloj, con esto solo ocho. Aproveché la cercanía de mis manos y le hice una paja de veintidós segundos. Por fin lo estaba logrando, pero me sentía mal, era el único amigo que tenía y le estaba tratando como a los demás chicos. Como un trozo de carne al que sacar semen.
Cuando paré lo vi, estaba exhausto, tirado en el suelo con la polla llena de semen y tomando aire a bocanadas. Me preguntó tímidamente que porqué paré, le dije la verdad, que no me sentía bien haciendo eso. Diego se quedó sin saber que hacer o que decir. Al final me dijo que ya había empezado y que, al menos quería ayudarme a ganar la competición. Por lo que me dijo que sentara mi culo para extraerle leche. Se me hizo super mono que se refiera al semen con la palabra leche. Pero él me quiso ayudar y no lo iba a rechazar. Así pues usé mi culazo para extraerle toda la leche posible con este. Así al cabo de doce segundos cual taladro le extraje un buen chorro de semen. Él estaba agotado, sudando por ser su primera vez y a la par tan intensa. Le dije que no sabía si seguir o no, pero él dijo que lo hiciera por él. Le expliqué la verdad y es que quedaban dos cosas y una de estas era mi coño y que me podía quedar embarazada.
Diego ahí recapacitó, me pidió que abriera un bolsillo de su mochila y para mí sorpresa tenía una caja de condones intacta. Nunca le pregunté porqué, pero servía. Así pues se lo puse y le cogí con mi coño. Si él ya lo había gozado con mi culo con mi coño experimentó el cielo. Le hice acabar en mi coño dos veces. Solo me quedaba una cosa para ganar: usar mis pies. Le saqué el condón y me bebí el semen como si de leche se tratase, lo cual le calentó mucho y me sirvió para que se le pusiera dura y poder así agarrarlo con los dedos de mis pies. Se lo hice rápido, pues quedaban ya solo dos minutos de recreo. Él comenzó a quejarse de placer, pero para evitar que alguien nos escuche le tape la boca con un pie, mientras con el otro seguía hasta que al final le saqué la leche.
Allí estaba él, tirado en el suelo con su polla sacada y llena de semen, agotado por lo que le había hecho. No podía ni moverme. Le besé y le di las gracias a lo que él aprovechó y me la metió en mi coño. Se vino en cinco segundos y me dijo “sé que solo es una estúpida apuesta, pero ha sido increíble, gracias Alba ” y me volvió a besar. Salí de allí para ir a clase, me sentí mal por dejarlo allí. Pero no podía levantarle y tampoco podía pedir ayuda pues tendría que dar explicaciones. Al terminar las clases veo a Carolina victoriosa, le pregunté el motivo y me dijo que lo había hecho con Diego, no solo eso, sino que era su perro. Yo lo negué, pero al ir a los baños de mujeres le encontré atado y sin poder hacer nada en el suelo. Carolina lo había violado, fue por eso que no vino las tres últimas. Fuí a donde un profesor y me ayudó a hacer que mejorase. Decidí cargar con la culpa, por lo que fuí expulsada dos semanas.
Durante un fin de semana Carolina me envió una foto con Diego y el nerd en su cuarto, en su cama siendo dominandos por ella. No podía creerlo, se los estaba haciendo a los dos. Cuando lo supe llamé a la policía. Pero no hicieron nada pues se les hizo raro tal historia. Diego me abrazó cuando fue liberado y me dió un beso a la par que al oído me dijo “te amo Alba”. Yo me quedé en shock y sonrojada. Al día siguiente le dije que él a mí también y somos novios. Por su parte, el nerd y Carolina son novios. Las vueltas que dan la vida supongo.
Bueno, espero que les haya gustado mucho esta gran historia (real). Capaz algún día os cuente como cogimos con el nerd jeje.
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