Por

Anónimo

agosto 29, 2022

616 Vistas

agosto 29, 2022

616 Vistas

Cuernos Policiales - (Anécdota Larga)

0
(0)

Me encontraba yo en pleno apogeo de mi libido y en esa época me tenía que dar amorts propio diario porque nomás´ no aguantaba tanta calentura todo el tiempo. Situación que, entenderán, me hizo surfear por todo el mar de internet para encontrar algún buen material que me ayudará a desflemar a mi juguetón chamaco.

Entre tantas puertas abiertas que podía encontrar dentro de tan lúgubre lugar, logré dar con un chat misterioso en el que podías entablar charla con cualquier persona y de cualquier lugar a través de una amistosa interfaz que te permitía elegir desde la edad hasta la zona geográfica en la que te encontrabas.

Para ese entonces yo tenía una fijación extreeema en las mujeres mayores por lo que opté por entrar a una sala de «mayores de 40» y de puro hispanohablante.

PUM!! Se abrió una ventana llena de textos de todo tipo; desde chistes hasta halagos de los más lujuriosos que podrías encontrar.

Yo, con tal de hacerme el «maduro» jaja, me hice llamar cómo «Jorge 42».

  • Yo creo que 42 no se ve tan «viejo», pero tampoco creo que se vea tan «joven»-, pensaba con toda seguridad de que ese nickname atraería, por lo menos, a varias mujeres que tuvieras las mismas ganas de saciar sus más impuros pensamientos.

Ahí me venían recorriendo la lista de nombres de los mañosos y mañosas que se encontraban en dicha sala y, de la nada, se abrió una ventana más por encima del chat principal.

  • Hola, de dónde eres? -, pregunto una tal «Renata 42» sin mucho embrollo.

  • Hola, amiga. Soy de México, y tú?

  • Yo también! Por fin encuentro a alguien de mi país -, respondió esa señorita con cierta alegría o eso supuse en el momento.

La charla continuó de manera normal por una media hora en la que yo mentía hasta sobre mi horóscopo ð�¤£ hasta que mi libido me obligó a soltar la bomba.

  • Oye, y a todo ésto, qué es lo que buscas por aquí? No te voy a mentir, la verdad es que yo busco sextear, y si se pudiera, tal vez mostrarnos por «cam» -, exclamé con la seguridad de que la mujer en cuestión se largaría del ese chat privado en cuánto leyera mi declaración, pero lo tenía que intentar, no?

  • Pues no es algo que esté buscando, pero me caíste bien. Dale! Vamos a otro chat -, respondió la señorita del otro lado de la pantalla y yo acepté con bastante nerviosismo por no saber lo que encontraría en el momento en que nos comenzaramos a ver por la cámara.

Por fin, llegó el momento y yo estaba sudando de nervios y excitación en partes iguales.

Ella encendió su cámara antes que yo y ,para mi sorpresa, del otro lado de la pantalla se encontraba una mujer de bastante buen ver.

Tez ligeramente morena, labios rojos cual cereza, ojos marrones y cabello ondulado de color castaño que llegaba a la altura de sus hombros. La neta es que si estaba guapa esa mujer.

Naaaambre´… Yo no sabía si prenderme o huir por la situación tan irreal, pero decidí seguir el juego porque mi excitación le partía la madre a mi razonamiento en ese momento.

Encendí mi cámara y… MADRES!!! Llegó mi primer error. Olvidé bajar el ángulo de la cámara y se veía toooda mi jetota de morro caliente jajaja.

  • Ya valió barriga, señor verga. -, pensé por un segundo.

El recuadro dónde podía ver a esa madura de ojos marrón se convirtió en un negro tan negro cómo la mía jaja (bromi).

Los nervios que invadían mi cuerpo me hicieron olvidar apagar mi cámara y sólo me quedé ahí esperando a ver si ella escribía algo o de plano se largaba ALV.

  • Por qué no me dijiste que estabas más chico?! -, escribió esa morena madre de 2 crías.

Ya se me había caído el teatrito por pendejo y no me quedó de otra más que decir la verdad.

  • Disculpa. La verdad tengo «tantos» años y tengo una fijación con las mujeres maduras. No te voy a recriminar si quieres irte, pero la verdad es que estás muy guapa y no me gustaría que eso sucediera. -, respondí con una marea de sentimientos variados dentro de mi ser.

Sorpresa No. 1!!!

  • No hay problema, podemos seguir con ésto, pero eso se tiene que avisar desde el principio!. – exclamó esa jugosa milf y volvió a encender su cámara.

A la fecha tengo la sospecha de que ella se sintió lo suficientemente halagada con mi comentario y por eso se atrevió a seguir con ese lujorioso juego.

Su cámara se volvió a encender y comenzamos a charlar de todo y nada durante una hora más o menos.

La verdad es que yo traía la maciza más dura que una piedra y ya no aguantaba más tanta pinche tentación por lo que opté por comenzar a halagarla más lujuriosamente y…

Sopresa No.2!!!

  • No quieres ver más? -, preguntó la dama de cabello castaño.

  • Si me muestras más, yo también hago mi parte. – , respondí con toooda caballerosidad jaja.

Sorpresa No.3!!!

Ésta madura mujer se levanto de la silla dónde se encontraba y comenzó a mostrar su bastante curvilíneo cuerpo, pero sin remover ni una sola prenda.

Yo veía con asombro ese buen par que colgaba de su pecho, pero lo qué más me prendió eran esos enormes y deliciosos jamones que poseía en su retaguardia.

IMPRESIONANTI!!! Diríamos por éstos rumbos. Esas nalgas eran dignas de matarme a sentones en la cara y yo quería ver más!! Aunque tampoco mentiré, la mujer en cuestión tenía esos gorditos clásicos en cualquier madre de su edad, pero yo piso parejo y hasta disfruto de esa carne extra

  • Si te enseño lo que traigo abajo, me muestras más de ti? -, fueron las palabra que salieron de mi teclado hacia su pantalla.

  • Va, muéstrame. -, fue la corta respuesta de esa nalgona dama.

Pues ahí me tenían enseñando el cheeto más lleno de venas que el brazo de un albañil y, no para echarme flores, pero la neta considero que tengo un buen trozo de salchicha colgando entre las piernas.

La señorita, mientras me observaba dándome mis estirones de cuero, comenzó a remover el vestido blanco y rayas negras de su cuerpo para quedarse sólo en ropa interior.

No maaaaamen lo ricas que se veían esas enormes nalgas mientras ella las hacía rebotar de manera que me incitaba a desearle todavía más.

  • Quieres que me quite todo? -, escribió esa mujer mientras observaba cómo mi mano subía y bajaba de mi fornida mazacuata.

  • Siiiiiiii!!! -, fue lo único que pude responder de vuelta con una sola mano.

Ella se despojó de todas sus prendas y me dejó ver esos pezones medianamente cafés con un lunar que se se colocaba discretamente por debajo de su pezón derecho y procedió a darse vuelta y abrir esos gigantes glúteos con ambas de sus manos que apenas y podían abarcar una pequeña parte de tanta carne premium para dejarme observar ambos orificios que me invitaban hasta a lamer la pinche pantalla del monitor jaja.

La madre de 2 pequeños pibes se sentó de nuevo en su silla, abrió sus piernas y las subió en el mueble dónde se encontraba su PC.

Yo podía observar esos jugos que tanto me gustan resbalar por esa rosa carne que llevaba tiempo buscando entre tanto chat y opté por también sentarme y bajar el ángulo de mi cámara para que ella pudiera seguir viendo mi más que baboso miembro siendo asesinado a ahorcadas.

  • Quieres que me toque? -, se tomó el tiempo para escribir esa jugosa señora.

  • Siiiii, por favor! -, contesté con el impetú al máximo.

Ella comenzó a masturbar esa deliciosa fuente de miel mientras yo me daba mis masajeadas de mantecada y ninguno de nosotros escribía nada.

Ambos hacíamos nuestra chamba y yo lo estaba disfrutando cómo nunca!

Comencé a sentir que mis coquitos ya querían dejar salir mi semilla de la vida y tuve que detenerme para avisar.

  • Ya casi! -, fue lo único que escribí para después proseguir con mi trabajo.

  • Tú vente! -, respondió clara y concisa la mujer de pezones erectos.

Naaaambre… No me tenían que decir dos veces porque en cuestión de segundos mis chamacos comenzaron a salir a chorros y disparados con tal fuerza que algunos llegaron a dar justo contra esa pantalla testigo de tan depravada actuación.

  • Vente tú también! -, escribí después de tan rica deslechada y ésta nueva aventura comenzó a agitar su clítoris cómo si no hubiera mañana.

Yo sólo permanecí estirando mi miembro mientras observaba tan dulce escena por parte de esa madura fémina, misma que tenía de protagonistas a sus dedos y su clítoris.

  • A la madre lo deliciosa que estás! –

  • Imagina que te la estoy chupando. –

  • Qué ganas de cogerte ahí mismo. –

Y más eran el tipo de cartas de amor eran las que escribía mientras ella agitaba cada vez más rápido su botoncito de gomita hasta que dejó caer sus piernas al suelo y comenzó a contraerse peor que lombriz de agua puerca jaja.

Neta yo no me creía lo que estaba pasando y sólo me quedé observando cómo se corría tan lujuriosa mujer.

Pasaron unos 5 minutos en los que ella, después de correrse, comenzó a vestirse y yo también.

  • PTM! De seguro ya se arrepintió y por eso anda tan en chinga. -, pensé por un momento mientras me vestía.

Ambos terminamos de colocar nuestras prendas anteriormente removidas por la lujuria y nos volvimos a sentar en nuestros respectivos lugares.

  • No te gustó? -, pregunté directamente.

  • No, no es eso. Me encantó y deberíamos volver a repetirlo, pero la bronca es que ya falta poco para que llegue mi esposo.

Ya sé! Primer RED FLAG!

  • Aaaah! Estás casada? –

  • Si, pero es cómo si no lo estuviera. Casi ni lo veo y es bien controlador. La verdad es que ya necesitaba ésto desde hace tiempo. -, respondió la dama en turno con toda honestidad.

  • Ok, entiendo, pero antes de que te vayas, puedo pedir tú número para charlar algún día? -, pregunté con toda tranquilidad y sin medir las consecuencias de ésto.

  • Si, te lo paso, pero, cuando llames, te va a contestar mi hija; tú sólo pregunta por mí. Te digo que mi esposo es bien controlador y no me deja tener celular. -, contestó esa mujer madura.

  • Ah, chinga! Ese wey debe ser un pinche enfermo. -, pensé por unos segundos mientras ella me brindaba ese número de celular.

  • Ok, sí quieres ya te dejo para que no tengas problemas y te marco otro día. -, fue todo lo que respondí.

  • Si, pero márcame antes de las 6 pm. -, me sugirió esa mujer de inmensos glúteos.

  • Vale, yo te busco antes de esa hora -, repliqué y cerré esa ventana que me permitió ver tan suculento manjar.

Los días pasaron y yo no sabía si buscarle o no. La neta es que todo ese show del vato controlador y seguramente hasta violento, me daba muy mala espina, pero yo no quería perderme de otro show cómo el antes vivido así que un día opté por marcarle, pero desde un teléfono público y no desde mi número personal (les digo que no estoy tan pendejo jaja).

Llamé al número brindado y, en efecto, contestó una niña cómo de unos 6 o 7 años, pregunté por «Renata» y pude escuchar esa voz que pertenecía a tan susodicha mujer.

Obviamente, lo primero que hice fue hacerle saber quién era el que marcaba y ella hizo preguntas para asegurarse de que era el mismo de aquel día.

Pasé el examen y ésta deliciosa madura comenzó a relajar su tono de voz.

No se las hago larga. Hablamos de un chingo de cosas y dentro de ellas me soltó la SEGUNDA RED FLAG!

  • Oye, y porque tu esposo no te deja tener celular? -, pregunté ya más en confianza.

  • Es que es bien celoso y piensa que le voy a andar engañando si me deja tener celular. Además, es policía y ya te imaginarás lo «enojón» que es. -, respondió Renata sin muchos ánimos.

  • No mames! Qué pedo con ese cabrón! -, fue lo que pasó por mi mente en cuánto escuche esas palabras y, la neta, si sentí culero por la morra.

  • Pues si quieres mejor ahí la dejamos. Tampoco quiero que te vayas a meter en problemas por mi culpa. – , exclamé con toda buena intención.

  • No, yo si quiero seguir con ésto, pero tiene que ser siempre antes de las 6 pm. – replicó esa esposa de un HDP.

  • Bueno, si tú quieres, pues va. -, fueron mis últimas palabras antes de ponernos de acuerdo para el siguiente show y proseguir con nuestra despedida.

  • No mames, qué pedo con ese pinche culero enfermo. -, pensaba por momentos mientras regresaba a mi hogar.

Los días y hasta semanas pasaron. El mismo show por chat continuó sin ningún problema y las llamadas antes de las 6 pm también. La verdad es que si me gasté una lana en esos pinches teléfonos públicos jaja.

Jugos por aquí y por allá, por mi parte jalones de pellejo y por su lado ensartadas con diferentes tipos de objetos fueron parte de ese juego en el que andaban «engañando» a un culero policía con un morro más chico que él durante bastante tiempo hasta que la fémina de nalgas del tamaño de un sol optó por intentar «algo más» después de casi un mes.

Durante uno de esos juegos de webcam, la señorita preguntó lo que hasta ese momento a ninguno de los dos se nos había ocurrido preguntar.

  • Oye, de dónde eres exactamente? -, preguntó esa mujercita.

  • Pues soy de «tal lado», y tú? -, respondí, obviamente, mintiendo a medias ya que sólo brindé una ubicación medianamente cercana a mi hogar.

SOR-PRE-SA!!!

  • Pues yo soy de «tal lugar». -, replicó esa madura mujer dejándome más que pendejo por tanta «suerte».

Resulta que ella vivía no muuuy lejos de dónde yo vivía. Misma ciudad y en, tiempo, yo creo que unas 2 horas eran lo que nos separaba uno del otro.

  • Seas´ mamón!!! A ver si no me meto en un pedote. -, pensé por unos segundos al leer esa respuesta.

  • Y si nos vemos un día? -, preguntó Renata.

  • Va, pero dónde nos vemos? -, respondí con unos nervios que pocas veces he sentido en mi vida.

  • Pues para que mentir. Vamos a «x» hotel, tal día y a tal hora». Cómo ves?. -, Renata replicó sin tapujos y yo no me pude resistir a tan enorme suerte y tentación.

  • Va, me late. Ahí nos vemos ese día. -, respondí con bastante emoción, pero con un ligero hueco en el estomago causado por el miedo de la situación.

Pasaron unos pocos días y yo le daba vueltas y vueltas al tema.

  • Debería ir? –

  • Y si me secuestran o un pedo así? –

  • Y si ella no llega? –

A la madre lo mucho que lo pensé entre sentimientos de profundo miedo y excitación. Al final decidí acudir a la cita planeada, pero no sin antes con un plan bien estructurado o al menos eso me parecía en mi mente chaquetera jaja.

Llegó el día en que encontraría ese placer tan anhelado o una muuuy pinche horrible experiencia.

Cómo buen clase mediero, salí justo a tiempo para abordar mi lujoso y envidiable viaje en camión y poder llegar así al lugar y a la hora acordada.

PTM el miedo que sentía en el estomago durante ese no tan corto viaje.

Por fin, llegué al mentado hotel que ya conocía desde hace tiempo, pero tenía que poner en marcha mi plan antes de que ella se presentara.

Ambos ya habíamos acordado cómo reconocernos en cuánto nos encontraramos. Ella iba a llevar puesto el mismo vestido blanco con rayas negras con el que la había conocido y tacones negros. Yo iba a ir vestido con un pantalón de mezclilla, tenis blancos y un suéter de «Freddy Krueger» que me mamaba usar en ese tiempo (obviamente eso fue mentira).

Al llegar al lugar acordado, yo andaba vestido de una manera totalmente diferente a la acordada y me alejé bastante de ese hotel que, posiblemente, me vería lograr tal hazaña. Ésto lo hice con toda intención de poder observar a lo lejos el momento en el que ella arribara al punto de encuentro y andar al tiro por cualquier cosa extraña que pudiera yo observar.

Mi espera, afortunadamente, no fue tan larga y, a la distancia, pude vislumbrar ese vestido que me prometió sentir el Edén en tierra de indios.

Ahí estaba ella!!! Un poco más chaparrita de lo que imaginaba, cerca del hotel acordado y con esas nalgas que ya me quería devorar.

Yo permanecí a la distancia por unos 10 minutos observando el show e intentado ver si hacía algún movimiento en falso o lo que fuera; ver algún vehículo que le acompañara o cualquier cosa que me indicara que iba por mal camino.

Ella, obviamente, no tenía celular así que no había forma de hablarle y ver su reacción en ese momento.

El pinche miedo me invadía hasta las gónadas y pasados unos pocos minutos después, alcancé a ver una patrulla que se estacionó ligeramente cerca de mi.

  • PTM! Ya valí verga! -, pensé con el cuerpo lleno de adrenalina mientras dos polis bajaban de ese vehículo, pero resultó que no venían por mi. Esos dos weyes que me sacaron un pedote sólo iban a tragar unas tortas en un puesto detrás mío jaja.

Ya no sabía qué hacer. Por esos rumbos pasaban patrullas a diestra y siniestra. Algunas se estacionaban cerca del hotel y otras tantas sólo pasaban tan rápido que seguramente uno de esos conductores ya se andaba cagando, pero ni eso pudo más contra mi razonamiento.

Ver esas pocas patrullas estacionadas cerca de mí pudieron más con mi libido.

  • ALV… No me la voy a jugar ni de pedo. -, pensé después de unos 15 o 20 minutos de haber estado ahí parado a la distancia mientras veía a la fémina que pudo haber sido la mejor cosa que me pudiera haber sucedido.

  • Ni pedo, mejor me abro ALV -, pasó por mi mente y me abrí en chinga de ese lugar para regresar a mi hogar para después optar por bloquear de todos lados a esa nalgona dama y no volver a charlar con ella nunca más.

En fin…

¿Que te ha parecido este relato?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este relato.

Una respuesta

  1. helenx

    Stop jerk off. I know a site where thousands of single girls are waiting to be fucked. Look at them: http://xnice.fun/rt

Deja un comentario

También te puede interesar

Webcam

anonimo

30/04/2013

Webcam

A mi mujer y a mí, nos hicieron el amor

anonimo

13/03/2017

A mi mujer y a mí, nos hicieron el amor

mi esposa y sus amantes por emlo

anonimo

28/01/2014

mi esposa y sus amantes por emlo
Scroll al inicio