Por
Anónimo
Convertí a una granjerita inocente en la zorra del pueblo
Encontré a Jenni en un sub de sexting. No es por presumir, pero soy muy bueno sexteando, así que no era raro que me llegaran varias solicitudes. Pero esta llamó mi atención. Era tímida, y decía no saber mucho de esto. Cuando, emoecé a preguntarle por sus gustos y fetiches, me preguntó qué era un fetiche. En ese momento supe que de verdad no sabía nada.
Empecé poco a poco a explicarle todo. Fetiches, posiciones, partes del pene y de la vagina, cómo funcionan los orgasmos, medidas de seguridad para el sexting, etc. Estuvimos hablando varias semanas, introduciéndola poco a poco en el sexo.
Jenni me explicó que ella es de una comunidad religiosa (piensen en algo como los amish). Un pueblito rural ultraconservador. No había clases de educación sexual, ni de anatomía. A las mujeres se las educaba para ser esposas, o más bien sirvientas. No se les motivava a ir a la universidad, y su mayor prospecto era casarse con algún jóven de la comunidad antes de los 25 y formar una familia.
Eso no me pareció bien, así que empecé a explicarle todo lo que pude de anatomía, salud sexual y prácticas seguras, del consentimiento y la masturbación. Traté de convencerla de ir a la universidad, sin resultado. Su mamá era ultracontroladora, y en su familai, el acceso a internet era limitado y fiscalizado; y hacía esto a escondidas de ella, mientras se iba a trabajar.
Un día, me dijo que tenía una invitada, su prima, a la que le había contado sobre mi. Ella hizo preguntas, yo se las contesté. Y así, las dos se convirtieron en mis «alumnas».
A la larga, una vez cubiertas las bases, Jenni empezó a pedirme que le mostrara porno de diferentes fetiches. Pareció calentarse especialemente con las orgías, los bukkakes y el cumplay. Le mostré de todo, le enseñé a masturbar hombres, a chupar penes más rico, y a manejar a varios hombres a la vez.
Incluso hubo una vez que estaba tan hormonal y se puso tan caliente que se tomó fotos desnuda y me las mandó. No las guardé, le juré que no lo haría. Pero esas imágenes no se van a borrar de mi mente. Era güerita, tirándole a castaño. Era delgadita, pequeña, pechos pequeños y caderas medianas. Y lo mejor, su vagina, sin rasurar y hermosa. Sus vellos rubios cubriendo sus labios húmedos y calientes. Me dijo que se estaba masturbando muy rico, que si le parecía bonita. Le dije que cualquiera tendría suerte de tenerla como esposa. Bonita, amable, inteligente, y con una ventaja sobre sus compañeras: experiencia.
Me contó que su «pastor de juventudes» la había llevado a su oficina. Que la sedujo, y que ella le había chupado el pene. Hasta le preguntó si de verdad era vírgen, porque chupaba muy rico. Que cuando eyaculó, le manchó la blusa y le cayó un poco en la boca. Su primera vez probando semen. Después, descubrió que su pastor cogía con su mamá, aunque a ella nunca la profanó. Ese día fue como si algo se destapara en ella, algo se activó.
Iba con su pastor a chupársela cada domingo y se escapaba al granero del vecino para masturbarse excitando a los caballos para ver sus penes enormes.
Hasta que un chico en la iglesia le tiró la onda. A partir de ahí, ellos empezaron a verse, a coquetear. Al cabo de un rato, empezaron a coger. La primera vez que cogió, me escribió. Estaba perdida, súper caliente. Decía que había cogido por primera vez, y que ahora no soportaba sentirse vacía. Que quería sentir un pene dentro de ella con. Ese día casi no dormí, alimentando su sed de semen y verga con porno.
Dejamos de hablar unos meses, pero luego me contó que el chicó que la desvirgó tenía hermanos, y que iban seguido a su casa para cogérsela uno a uno. Eran cinco, y a veces se les unía la prima, cada una cogiendo a uno, hasta que los 5 quedaban satisfechos.
La última vez que hablamos, me dijo que ella y el más grande de los hermanos, su primera vez, se habían enamorado, y que él la iba a escoger como pareja, cuando regresara de un peregrinaje en el mundo exterior.
No he sabido nada más de ella. Sigue aquí en Reddit, buscando quién le de su dosis nocturna de sexo, pero no sé si alguna vez piensa en mi, el responsable de convertir a una granjerita y a su prima en putas.
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Habla sin miedo, sin juicios. Solo curiosidad compartida.


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