Por

Anónimo

febrero 13, 2018

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con un maduro...por dinero

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Mi nombre es Javiera, tengo 38 años, soy bajita, muy blanca, timida, separada y dos hijos. Desde que me separé hace 5 años, me he dedicado fielmente a mis hijos. Soy secretaria en un ministerio y me va bien pero gano poco. Vivo en Santiago de Chile, esta historia es verídica y la cuento para desahogarme. A mi ex marido no lo veo nunca y rara vez aporta algo de dinero a sus hijos, por lo que llevo todos los gastos. Mi vida es cada vez mas aburrida y estresante. No tengo muchos amigos, tampoco sexo, novios, ni dinero. Cuando mi hijo quiso estudiar medicina a una buena universidad en mi país, me llene de alegría solo que sin dinero no pude complacer su motivación. Lo hablé con un amigo muy querido, yo le digo tío pues es muy amigo de mi papá, tiene 68 años. Le tengo confianza.

Mi tio Ramón me dijo entre risas y bromas, que yo con lo hermosa que era, “..podia ganar dinero en publicidad, modas…por último con ese cuerpo te paras en una plaza y te haces millonaria por las noches…jaaaaa.” no me gustó su broma y su esposa lo retó. Me fui casi llorando a casa. No soy muy alta, de modelo nadie me contrataria y no tengo personalidad para eso. Y pararme en una esquina, jaaaa no creo que ningún hombre pague por una prostituta como yo, chica, sin sabor, blancucha y ademas con tetas grandes desproporcionadas para mi altura y peso.

Pese a eso ceo que no soy fea, ya dije que soy media rubiecita, mi cuerpo es delgado pero bien armado, mis piernas estan bien hechas y aunque no trato de lucir nada, los hombres siempre me miran el trasero y los pechos que estan bastante crecidos, pero de ahí a ser puta, jamás.

Con la idea en la cabeza y desesperada por dinero, hablé con Ramón nuevamente y le pedi un préstamo. Le dije que mi situación era extrema, que necesitaba plata, que el futuro de mi hijo estaba en juego. Que no le dijera a nadie, seria un secreto entre nosotros.

Te presto lo que necesites me dijo, y luego de una hora de hablar me pasó cerca de 500 dolares. Quedé feliz, matriculé a mi hijo en la universidad y comenzamos una nueva vida. Un mes después, Ramón me pidió que hablaramos de como le iba a devolver el dinero. La verdad es que yo en mi desesperación había pensado incluso en prostituirme. Pactamos cuotas mensuales de 100 dolares. Transcurridos 4 meses me di cuenta que no podía pagar…. y ya estaba necesitando más dinero. Lloré y lloré. Ramón dijo que podía esperar un mes mas pero que no me podía prestar más.

«Mi querida niña, me dijo Ramón, yo jamás he regalado dinero, tengo la convicción de que el dinero hay que ganárselo, esa es mi ley, asi es que me lo tendrás que devolver». Desesperada esa noche lo llamé y le pedi que nos vieramos al dia siguiente, le ofrecí pagar mi deuda.

Esa noche no dormi pues decidí ofrecerme a Ramón. Por la forma en que lo he sorprendido mirándome el trasero y la mirada que les da a todas las mujeres se que es un caliente. Su esposa ya es mayorcita, gordita, arrugada y creo que por una tarde de sexo podría regalarme el dinero.

Me puse un vestido negro cortito muy hermoso. Confieso que me veia bien, mis tetas, mis piernas y mi trasero se lucían bien.  Cuando Ramón me vio quedo con la boca abierta. «No tengo dinero para pagarte, le dije, tomame y damos por pagada la deuda, aceptas?. No es tan fácil, me dijo, te pasé 500 dolares y con ese dinero alcanza para por lo menos 3 sesiones de sexo, lo lamento me devuelves el dinero o nos vemos tres veces esta semana. Pensé que una puta costaba más caro, me equivoqué. Busque en internet y efectivamente una escort cobra entre 75  a 200 dólares y son increiblemente bonitas, la verdad es que me sentí muy arrogante y estafadora.

Me subí al auto, fuimos a un hotel, en el camino mi tio metio su mano por mis piernas y me manosió por completo jugando con mi chuchi. Veremos Javi si vales los 160 dolares por sesión, me dijo acariciandome los muslos y rozando mi entrepiernas. Miré por la ventana y lloré.  Hasta el momento debo decir que eres deliciosa, agregó Ramón, pero deberás relajarte. Entramos al hotel, yo estaba aterrada, Ramón, me toca, me trata de besar y yo le pedi que no lo hiciera. Partimos mal mi niña, me dijo, me tocó al trasero, me subió el vestido y senti su mano acariciarme atrás groseramente. Luego me bajó el cierre de mi vestido y cuando vio mis senos quedo atónito. «hermoso par de gomas amor, impresionantes pezones» me dijo, y agregó, «siempre te miré con ganas de tomarte, pero nunca imaginé que fueras tan rica» se inclinó y comenzó a chuparme los pechos, me dejé en silencio. Sentía su lengua asquerosa rozar mis puntitas rosadas y anchas, luego sentí su mano frotando entre mis piernas. Me llevo a la cama, vi que se desnudó con toda calma, no quise mirar, luego se acercó me bajó el calzón y abrió mis piernas, me aterré cuando lo pude ver desnudo: era un hombre mayor, un viejo, pelos canosos, abdomen prominente, su piel suelta y arrugada pero con un miembro gigantesco!!!, lleno de venas, grueso y un tremendo glande carnoso, la verga apenas se movía de lo rígido, grueso y duro. Este weon me va a parti pensé en silencio. Me tapé la cara, Ramón se inclina y me chupa entre las piernas, yo seguía con mi cara tapada y aterrada. Me toca los senos, pasa su mano por mi trasero y sus dedos se meten en mi vagina. Aunque confieso que después de tantos años sin sexo y noches completas masturbandome, senti un gran alivio cuando la lengua de Ramón rozó mi clitoris. Enseguida Ramón me pide que me calme. «Seré rápido y no te va a doler, calma» me dijo. No sabia que un señor mayor podía tener ese tipo de miembro y  una erección tan dura. Se me sube, siento el peso de su cuerpo, siento su respiración fuerte y exitada y sus gemidos en mi oreja y de pronto noto que me va entrando una cosa gigantesca, me dolió, era un pene grueso casi animalesco. Le pedí que parara, le dije que me dolía que me estaba partiendo. Aguantalo carajo me dijo ya casi te lo metí entero, de pronto, se resbala y me lo mete hasta el fondo, topándome el útero. Jesús…me dije esto es impresionante. El pene de mi ex marido era fácilmente la mitad de este pedazote de carne sexual. Le dije que se quedara quieto un ratito. Obedeció, luego empezó a moverse entrando y saliendo hasta que el dolor desapareció. Me dijo un par de cosas al oído y enseguida me comenzó a morder los pezones mientras hundía y sacaba su pene. Se movía como animal, se movia en círculos y su cuerpo me aplastaba el pecho y su pubis masajeaba mi clítoris. Confieso que comenzó a ser agradable. Cada vez mas rico, pasaron los minutos y lo abracé, estaba agradecida de mi amigo. De pronto y casi de manera incontrolable me recorrió una electricidad, se me retorcieron los dedos de los pies y  tuve un orgasmo, fue corto, pero muy intenso. Parece que apreté mi vagina pues Ramón grita, se agita y eyacula, recien ahí me di cuenta que no usamos condón. Me abrazó, fue tierno conmigo, dormimos unos minutos y le di las gracias. Me dijo que yo era exquisita y que mis pechos eran un manjar sexual. Me gustó el piropo, nunca mi ex marido me dijo algo así. Bueno, tampoco mi marido tenía un miembro como este.

Quedamos para el jueves y la sesión se repitió casi igual: se me montó, me penetró, me dio duro moviéndose, me chupo los pechos y acabamos juntos. Luego el lunes, muy parecido, solo que me hizo acabar con su boca y su lengua mamandome la vagina. Esa tarde me relajé y me entregue por primera vez de manera sincera.

Esa tarde después de su orgasmo, me dijo que me echaría de menos pues la deuda estaba pagada. «Eres una delicia sexual Javi, no sabia que una mujer tan sexual se escondía en tu apariencia de niña frágil. Eres una bomba erótica». Me senti alabada y le agradecí. La verdad es que yo solo me había dejado penetrar. Me preguntó si necesitaba mas dinero y era obvia mi respuesta. Si quieres me dijo, nos juntamos una vez por semana, de esa forma tendrás cerca de 650 dólares al mes sin mayor esfuerzo y a la pasada te desahogas y cuidas tu sexualidad.

Acepté.

El sexo con Ramón -ahora mi cliente- comenzó a ser bastante agradable. Me recogía en una calle cerca de mi trabajo los días miercoles y nos ibamos a un hotel en las afueras de la ciudad. Comencé a soltarme en la cama, me compré ropita erótica y vestiditos provocadores. Ramón me regaló un disfraz de niña y uno de enfermera y teniamos sexo fantaseando. Comencé a mamarle el pene de manera más relajada y profesional. Llevábamos ya mas de un mes, cuando entramos al hotel y me pidio que me quedara de pie. Me desnudó, me lamió entera, se bajó el pantalon; yo me afirme de la cama y senti que me llenaba mi vagina por detrás. Ramon sujetandose de mis caderas me dio sexo mucho rato, a medida que pasaban los minutos, se fue calentando más y mas hasta que me dijo, «te quiero culiar por atrás, regalame el agujerito prohibido»…no, le dije , eso no esta en el trato. Honestamente no sabia que a un hombre le pudiera agradar entrar por la parte mas sucia del cuerpo humano…! Me rogó, al final se me ocurrió cobrarle el doble. Si me lo metes por el poto te cobro 300 dolares. le dije. Ramón aceptó, puso los billetes encima de la cama, quedé tendida sobre el dinero, levanto mis piernas, ubicó su miembro en mi trasero y fue empujando con suavidad, me fui abriendo y sentí que me invadía su cosa dolorosamente por mi estrechez anal. Me salieron lagrimas de dolor, estaba asustada. Me lo tuvo metido mas de 10 minutos. Confieso que fue mi primera vez y confieso que fue exquisito. No conocia mis inclinaciones sexuales. Apreté y Ramón eyaculó gimiendo como animal; tuve que partir al baño, ya que una especie de diarrea me comenzó a salir sin poder controlarla.

Las sesiones siguientes fuimos probando otras variedades, como follar a lo perrito o en cuatro, cabalgar encima, tirar de pie en la ducha, montarme y permitir que caminara por la pieza mientras me lo ensarta. Y finalmente un 69 donde por primera vez trague semen en cantidades.  Sentir que un hombre eyacula en  mi boca fue muy erótico.

Una de esas tardes mientras estabamos en mi departamemnto, Ramón descurbio un consolador de goma que yo guardaba en el armario. Lo llevo a la cama y mientras me daba sexo vaginal me comenzo a meter la goma en el ano. Estabamos jugando pero ser doblemente penetrada fue exitante, al punto de tener 3 orgasmos casi seguidos. Yo estaba extrañada y Ramón también. Entonces esa tarde Ramón me sugirió algo verdaderamente pervertido: tirar con dos hombres. Pero ese será otra historia.

…..

 

 Ha sido para mi una agradable manera de hacerme de recursos para financiar los estudios de mi hijo, ahora voy al gimnasio, me cuido mucho, duermo mejor y lo principal es que tendré un hijo profesional. Viva el sexo, es lo mejor que hay en la vida, sobre todo cuando se recibe dinero a cambio. jaaaa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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2 respuestas

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