COMO PERDI MI VIRGINIDAD ANAL   Autor   MAPMAKER

Me encantaba que me poseyeran de espalda; asumía la posición mostrando mi concha brotada para conseguir una penetración total; disfrutaba sentirme ensartada al máximo mientras los testículos golpeaban mi clítoris; apoyaba mi pecho sobre el lecho mientras impulsaba mis caderas hacia atrás; los orgasmos me sobrevenían uno tras otro haciéndome perder la razón.

Disfrutaba sentirme sometida, gemía como una posesa mientras el sudor bañaba mi cuerpo; el olor a sexo me enardecía haciéndome perder el control;  empezó a extraerme el miembro completamente para embutírmelo con violencia; a veces lo extraía y punteaba  la entrada de mi culo como si fuera accidental; esa acción me enardecía pero no quería que me penetrara porque era virgen por ahí.

Pero en uno de esos movimientos sentí sus poderosos brazos inmovilizando mi cuerpo y el embate de su verga en la entrada de mi ojete; trate de evitarlo pero estaba desfallecida de tantos orgasmos y me resigne a ser desflorada.

La presión de la cabeza de su miembro buscando entrar en mi ano  se hizo insoportable, resbalaba hacia el canal de mis glúteos o hacia la entrada de mi concha; sus dedos entreabrieron mis nalgas mientras acunaba rudamente la hinchada punta; poco a poco fue cediendo mi apretado anillo ante el  despiadado embate.

Los pliegues de mi esfínter cedieron ante el poderoso ataque, el dolor me acometió al sentir la acampanada cabeza atravesando mi virginal culo; ya vencida la resistencia avanzó triunfante invadiendo todo mi túnel rectal hasta que sus testículos golpearon  mi panocha.

Entonces comenzó rítmicamente a pistonear mis entrañas convirtiendo la despiadada desfloración en oleadas de placer increíble que me llevaron a alcanzar un orgasmo fantástico; sentía mis entrañas contraerse convulsivamente a medida que estertores recorrían mi columna hasta manifestarse en la entrada de mi palpitante vagina.

Sus embates aumentaron de velocidad a la vez que aprisionaba mis caderas para introducirme su verga hasta el fondo; un sonido ronco salió de su garganta  evidenciando la tremenda erupción de esperma que salió de su poderoso miembro; el calorcillo de su leche inundó todos los rincones de mi febril túnel causándome espasmos orgásmicos.

Al ceder la rigidez de su miembro, la retiro de mi culo; sentí el líquido viscoso salir de mi entreabierto ano y escurrir por la parte interna de mis muslos; me desmadejé sobre el lecho ahíta de tanto culear.