Estaba en primero de secundaria, casi todas mis amigas que tenían novio, ya habían cogido o cuando menos habían fajado desnudas.

Cuando tuve mi primer novio, un chico de mi salón llamado Héctor, que ya se cambió de escuela, fue el primero que me dio un beso en la boca y me hizo sentir su lengua, sentí tan rico que casi me derrito.

Después varios días de novios y en que en varias ocasiones nos habíamos besado muy pegaditos, incluso llegue a sentí su verga bien dura que la untaba en mi cuerpo, que tuve que pedirle en varias ocasiones que nos calmáramos.

Pero un día me acompaño a mi casa, ya le había contado que mi mama regresaba de trabajar a después de las 7 y que mi hermano mayor regresaría de su práctica de futbol después de las 6, así que me pidió que lo invitara a pasar.

En cuanto entramos dejamos los útiles sobre la mesa, de inmediato me tomo del brazo, me hizo girar y nos empezamos a besar muy apasionadamente.

Poco después subí mis brazos y se los pase por el cuello y el me tomo de la cintura, pocos segundos después empecé a sentir que subía sus manos hasta que las puso sobre mis crecientes senos y los empezó a sobar y a apretar sobre el suéter de la escuela.

Mi respiración era agitar y sentía que no podía dejarlo de besar ni impedir que tocara mis senos, pero poco después, me empezó a desabrochar los botones de la blusa blanca de la secundaria que traía fuera de la falta.

Lo intente detener sujetando sus manos pero sin separar sus labios de los míos, me pidió que lo dejara, sentí su aliento y lengua en mi boca, que me calentó más, así que se lo permití.

Baje los brazos para cooperar mientras me abría la blusa, cuando termino, empezó a tocar mi piel a la altura de mi cintura y poco a poco las fue subiendo hasta volver a tocar mis senos sobre mi pequeño brazier.

Recordé que mis amigas me decían que cuando te hacían eso les deberías agarrar la verga, así que acerque mi mano a su entrepierna, en cuanto sentí algo duro que sabía que era su verga, la empecé a acariciar y a darle algunos apretones.

En cuanto el sintió que se la agarraba, levanto mi brazier dejando expuestos mis senos, se separó, me los miro, se agacho y alternadamente me los empezó a besar, a chupar y por momentos me mordisqueaba la tetilla, sentía tan rico, que apachurraba y sobaba su verga con más fuerza.

Poco después continuamos besándonos sin que yo le soltara la verga y sin que él me dejara de acariciar los senos.

Me pidió nuevamente en la boca que se la sacara, sin responderle, y después de unos segundos en que tome valor, con mis dos manos desabroche su cinturón, desabotone su pantalón y le baje el zíper.

Casi de inmediato metí mi mano y empecé a tocar su delgada pero larga y dura verga sobre su calzón, sentí su respiración más agitada, me dejo de besar y al oído muy quedito me pidió que metiera mi mano por debajo de su calzón.

Su susurro al oído me hizo estremecer y sin responder nada, con una mano separe el resorte del calzón de su cintura y me ti la otra mano.

Jamás había tocado una verga, la sentí tibia y suavecita, no sé como pero se la empecé a jalar como si supiera, él se éxito muchísimo y me volvió a besar muy fuerte.

Continuo apretando y sobando mis senos pero ahora con más fuerza sin llegar a lastimarme, el movimiento que teníamos hizo que cayeran sus pantalones, momento que aproveche sin soltar su verga y con la otra mano bajar un poco más su apretado calzón y así podérsela jalar más fácilmente.

Después de unos segundos soltó mis senos, bajo sus manos deslizándolas sobre mi costillas y mi cintura, hasta que las puso sobre mis nalgas, las empezó a acariciar y poco a poco me fue subiendo la ridícula falda de cuadritos de la secundaria, hasta que sentí como sus manos calientes, las metía por arriba de mi pantaleta hasta que toco mis nalgas desnudas.

No dejábamos de besarnos, por momento hasta lamia su lengua mientras sentía su aliento entrar por mi boca, está ardiendo.

Pocos segundos después, sentí que bajo un poco más mi pantaleta y muy lentamente empezó desplazar una de sus manos con la intención de tocar mi vagina.

Cuando llego, hice mi cadera hacia atrás asiéndole saber con eso mi negativa, pero nuevamente en la boca me dijo, déjate, déjate, quise decirle que no, pero estaba tan caliente que ya no sabía ni lo que hacía.

Empezó por pasar sus dedos alrededor de mi vagina que apenas mostraba los primeros vellos púbicos, poco después uno de sus dedos lo empezó a meter en mi rajadita, me dio pena porque sentía como me empezaba a escurrir un extraño líquido de mi vagina.

Cuando encontró mi agujerito, me empezó a meter el dedo lentamente, lo separe bruscamente y mirándolo a los ojos le dije que aún era virgen, él me dijo que así no la perdería.

Me volvió besar y de inmediato puso su mano nuevamente en mi vagina y volvió a intentar meterme su dedo, yo le volví a agarrar la verga y continúe jalándosela muy fuerte.

Casi de inmediato logro penetrarme parte de su dedo, empecé a sentir como jugueteaba dentro de mi vagina, yo abrí mis piernas un poco para que pudiera meterlo un poco más ya que estaba sintiendo bien rico.

Así estuvimos por unos segundos hasta que me soltó y yo lo solté, me quito la blusa junto con mi suerte y lo los aventó a la mesa, desabrocho mi falda y la dejo caer.

Se me acerco nuevamente, me abrazo y mirándome a la cara sentí como quería quitarme el brazier y lo logro casi de inmediato.

Me volvió a besar en la boca, poco después el cuello siguió con mis senos, luego en la pansa y empecé a sentir como me bajaba la pantaleta, levanto uno a uno mis pies hasta que me la quito.

Pego su cara a mi vagina y me empezó a besar alrededor de la rajadita, lo tengo claro porque nunca sentí que su lengua intentara penetrar mi vagina.

Se separó, miro mi cuerpo casi desnudo de no ser por las largas calcetas de la escuela, después de unos segundos que aguante su mirada, me empezó besar nuevamente y acariciaba todo mi cuerpo.

Poco después me dijo al oído que si lo hacíamos, de inmediato le dije que no, aunque me moría de ganas, me insistió varias veces mientras nos besábamos y nos tocábamos, y le seguía respondiendo lo mismo.

Se separó de mí, se quitó la camisa, los pantalones y sus calzones bien rápido, fue cuando le vi por primera vez su verga parada y que tenía bien peludos huevos, eso me excito mucho.

Seguíamos parados mientras nos volvimos a abrazar y besar, pocos segundos después, el volvió a meter su dedo en mi vagina y yo le volví a jalar la verga como toda una experta, untábamos nuestros cuerpos aunque fueran de lado pera no tener que dejarnos de tocar.

Seguía insistiendo en que lo hiciéramos, y yo le seguía diciendo que no, que aún era virgen, pero siguió insistiendo hasta que me dijo, solo te meto la puntita con eso no perderás la virginidad y yo toda excitada le dije, me prometes que solo la puntita, de inmediato me respondió que sí.

Así que me recosté en el sofá, él se subió sobre mí y nos empezamos a besar, yo sentía como su dura verga no encontraba mis labios vaginales, así que baje la mano tome su verga y me la puse cerca de mi vagina y le dije, recuerda que solo la puntita.

Puse mi cara a un lado de la suya, y me la puse en la entrada de mi vagina sin soltarla, cuando sentí su cabecita que apenas entraba en mi vagina, el empezó a moverse para meterla y sacarla.

Gozaba tanto, que no sé cómo paso, pero en pocos minutos ya casi me había metido la mitad de su verga, me pidió que se la soltara y que lo dejara gozar mi cuerpo, eso me alago, así que se la solté y muy despacito me la fue metiendo, pocos minutos después ya la tenía toda adentro.

Se empezó a mover más fuerte, sin saber, empecé a mover la cadera como si fuera una experta, estuvimos haciendo el mete y saca por varios minutos hasta que sentí su reparación un poco más agitada y me dijo me estoy viniendo.

Me espante, pero de inmediato sentí un líquido caliente que me llenaba, los dos nos dejamos de mover, nuestros cuerpos sudaban mucho, me la saco y se paró, le vi la verga que aun la tenía parada y dura.

Me ayudo a pararme y me beso pero ahora muy tiernamente y me dijo, ya ves como no pasó nada, ahora ya eres mía.

Después de que nos vestimos lo acompañe a la puerta y se fue, toda la noche pensé en lo sucedido y me entro el temor de quedar embarazada, que gracias a dios no paso.

Después cada vez que lo hicimos ya usábamos condón, además me enseño a mamar verga hasta que terminaba en mi boca.

Me he vuelto toda una experta y como él se cambió de escuela, ahora lo hago con otros compañeros de la escuela, aunque mi reputación ahora no es muy buena.