Experiencia 1 :

-Subte B , un señor con ropa de oficinista, lo noto que se acerca a mí cada vez más, como queriendo ser disimulado pero su objetivo era claro, tocarme la cola disimuladamente y para esto el notó el tamaño de mi cola, como estaba yo ese día ? Así, de espaldas a muchos hombres pero el afortunado a mi costado derecho moviendo su mano sobre mi colita, :

Con las frenadas de cada estación el aprovechaba a poner su mano y cuando empiezo a mirarlo corre la mano y se hace el serio, que tarado! pensaba eso, pero siguió hasta que me cansé de dar vueltas y mirándolo a los ojos le puse la cola así agarrandome siempre para no caerme de alguna parte del vagón :

puta

Imagínense esos dos cachetes bien redondos, carnosos, hice que entendiera que estaba todo bien, pero lamentablemente ya la gente empezaba a descender del subte y se iba acabando el juego, esto iba a finalizar pero no sin antes comerme una buena metida de mano en la cola, siempre aprovechando que tenía un maletín.

Experiencia 2 –

Ese día llegaba tarde al trabajo, llevaba un jean bien ajustado , la actitud de putito deseador de pija no faltaba, logro ingresar a un vagón que por suerte primero pude ponerme parado en una posición que me permitió sacar la cola para afuera al extremo pero teniendo la excusa de que no me quedaba otra por todo lo apretado que estaba, no pasó más de un minuto que empiezo a sentir algo en mi cola, en la raya, particularmente era como lo siento, no lo siento, lo siento, no lo siento hasta que empiezo a sentir que eso que me apoyaba se sentía más duro, disimuladamente miro a mi apoyador y noto que es un hombre muy pero muy alto, como 1,90 fácil, delgado, cara de nada, la disimulaba re bien, mi cola? Super contenta!

En un momento esto cambiaría, ese hombre empezaría a apoyarme cada vez más brusco, más violento, como aprovechando el movimiento del subte para que cuando se va para adelante me pone su pija bien en el culo, saben lo que es bien adentro? toda su pija se notaba su tamaño porque ese hombre tenía una pija muy deseada por cualquier pasiva como yo, el lugar no era el indicado para hacer escenas sexuales, exhibicionismo, pero luego de varias paradas terminó bajandose, no sin antes hacerme una mirada cómplice y por supuesto yo terminaría corriendo al primer baño a acariciarme mi colita y masturbarme pensando en lo que me hizo en frente de todo tipo de gente.