
Por
Anónimo
Algo inesperado
En el “GIRLS CLUB” estuve trabajando prácticamente dos años, trabajo que hacía compatible con mis estudios universitarios y con ser la sumisa de Javier y sus amigos.
Legué a convertirme en la chica más solicitada del Club, tanto para los que buscaban una chica para que les hiciese una mamada o para follarla por cualquiera de sus tres agujeros e incluso también para los que únicamente buscaban una chica con la que hablar, que son más que lo que se piensa.
A partir de este momento no voy a narrar las muchas sesiones que tuve con Javier o los numerosos encuentros que tuve con mis clientes, quizás lo haga de forma independiente en el futuro. Voy a narrar aquellos encuentros que me causaron un fuerte impacto, ya que siempre había intentado evitarlos, aquellos que, por casualidad, a veces no tanta, me llevaron a encontrarme con personas que me conocían en mi vida habitual, pero que desconocían mi vida de chica de compañía.
Cuando ya llevaba casi dos años trabajando en el “Girls Club” una noche, mientras estaba sentada en la barra, alguien pronuncio mi nombre a mi espalda:
– Buenas noches, Lorena.
Lo primero que pensé es que sería un antiguo cliente, pero cuando me gire me llevé una desagradable sorpresa. En más de una ocasión había pensado en aquella posibilidad, quizás compañeros de Universidad, quizás algún conocido de mi tierra que venía a la capital por razones de trabajo y buscaba una chica para pasar la noche. Pero quien tenía ante mí, no pertenecía a ninguno de aquellos dos grupos, era Carlos uno de mis profesores.
Estaba claro que para él era evidente lo que yo era, estando en aquel local, además mi indumentaria lo confirmaba, tacones de aguja, un slip y un top bastante cortito y de un tejido ajustado en el que se marcaban perfectamente mis pezones. Decidí comportarme como si aquello fuese lo más normal del mundo saludándole:
– Hola Carlos, que sorpresa verte por aquí.
– Si para mí también lo es verte aquí.
– Y ¿qué vienes buscando? ¿Una chica para ligar?
– Lo que vengo buscando es una puta.
– Pues aquí hay unas cuantas.
– Si ya veo, pero nunca me hubiese esperado encontrarte a ti entre ellas.
– Bueno, creo que no soy la única estudiante que se dedica a esto.
– No, no eres la única, pero las que tenéis una cultura y una formación como tú soléis trabajar como putas de lujo y no como putas baratas en un local como este.
– ¿Entonces no entro entre tus preferidas?
Mientras apoyaba su mano izquierda en mi pecho y con su pulgar masajeaba mi pezón me contestó:
– Todo lo contrarios, poder follarme a una de mis alumnas preferidas mientras la trato como una puta resulta muy morboso.
Mientras empecé a acariciarle su polla por encima del pantalón le dije:
– Por cincuenta euros puedes disfrutar de mi todo lo que quieras ¿Subimos?
– Será un placer, pero antes quería consultarte otro tema.
– Tú dirás.
– En realidad he venido porque queríamos organizar una despedida de soltero y había oído que aquí tenéis reservados donde se organizan este tipo de fiestas.
– Si, pero para eso tienes que hablar con mi jefe, ya sabes, cuantos seréis, cuantas chicas queréis si tenéis alguna petición especial…
– ¿Está ahora?
– Si, ven conmigo te acompaño.
Nos dirigimos al despacho de Jesús, di unos golpecitos en la puerta, y al otro lado se oyó la voz de Jesús.
– Adelante
Pasamos los dos y procedí a las presentaciones:
– Buenas noches, bueno os presento, Jesús mi jefe con quien tienes que hablar, Carlos que quiere organizar una despedida de soltero.
Jesús se levantó de su sillón rodeó la mesa y tendió la mano a Carlos diciéndole:
– Encantado y será un placer organizarte la despedida que quieres.
– El placer es mío – contesto Carlos.
– Bueno, os dejo para que habléis – dije.
– Perdona – intervino Carlos – ya sabes que luego quiero pasar un rato contigo.
Mirando a Jesús le preguntó:
– ¿Se puede quedar? No me gustaría que luego estuviese ocupada con otro cliente.
– ¿Os conocéis?
– Si, es alumna mía.
– ¿Sabías que trabajaba aquí de prostituta?
– No, no sabía que trabajase aquí y mucho menos que fuese puta, me he enterado al entrar y verla en la barra.
– Está bien, Lorena te puedes quedar. Menuda sorpresa te habrás llevado.
– En la vida me hubiese imaginado encontrarla aquí.
– Bien, y en que habías pensado.
– Vamos a ser seis y habíamos pensado en una chica que hiciese un striptease, y luego que estuviese a nuestra disposición toda la noche mientras comemos y bebemos algo.
– Mira os recomendaría esta oferta – le tendió un folleto – el precio es por persona, bebida y tapas en abundancia, la chica que elijas estará a vuestra disposición toda la noche, striptease, bukake, penetración por todos sus agujeros, correrse donde queráis incluida su boca, que se lo trague, atarla vendarla los ojos en fin lo que queráis, lo único que la penetración vaginal y anal tendría que ser con preservativo. La boca se la podéis follar a pelo.
Carlos leyó el folleto y dijo:
– Aquí pone que hay que dar un adelanto del veinte por ciento, ¿puede ser con tarjeta?
– Si, sin problema.
Tras Carlos realizar el pago del adelanto con la tarjeta, Jesús preguntó.
– ¿Cuándo será?
– Dentro de quince días, el día cuatro.
– Sin problema, ahora sólo queda elegir a la puta, ¿quieres echar ahora un vistazo a las que están en el salón? También puedes venir otro día y te las presento a todas, te puedo enseñar fotos, lo que tu prefieras.
– No hace falta, ya tengo elegida a la puta. Quiero que sea Lorena.
– Me lo imaginaba, has dicho que querías estar con ella, hoy invita la casa y sin límite de tiempo, desde luego tú, Lorena, cobrarás tu porcentaje.
– Muchas gracias – dijo Carlos.
– No hay de que, Lorena le dices a Begoña que el cliente está invitado y sin límite de tiempo.
– Si jefe.
Salimos del despacho, Carlos me pasó su brazo por el hombro y empezó a juguetear con mi pezón. Subimos al primer piso y le comenté a Begoña lo que me acababa de decir Jesús dirigiéndonos a continuación a una de las habitaciones libres.
En cuanto entramos en la habitación Carlos se colocó detrás de mí, pegándose a mí y haciéndome notar su erección en mi trasero al mismo tiempo que con sus manos acariciaba mis pechos por encima del top, poco a poco una de sus manos fue bajando hasta llegar a la cintura de mi braguita tipo slip, deteniéndose en ese punto y diciéndome:
– Vamos a ver lo que esconde esta braguita.
Introdujo su mano en el interior de mi slip hasta llegar con sus dedos a mi rajita que la recorrío de extremo a extremo, introduciendo ligeramente sus dedos.
– Así me gustan las putas que estéis bien depiladas.
Rápidamente movió sus manos agarrándome por la cintura y haciéndome girar hasta quedar frente a él. Fue deslizando sus manos hacia arriba hasta encontrarse con el top, deslizándolo hacía arriba y diciéndome:
– Levanta los brazos, zorra.
Finalmente, me lo quitó y lo tiro al suelo, en ese momento comenzó nuevamente a tocarme los pechos, ya sin el obstáculo de la prenda, a pellizcarme los pezones, fue acercando su boca y empezó a lamerlos con su lengua, a continuación, a darles pequeños mordiscos y tirar de ellos alternativamente mientras los tenía prisioneros entre sus dientes.
Seguidamente se arrodillo ante mí, volvió a poner sus manos en mi cintura y las fue deslizando poco a poco hasta encontrarse con la cintura de mi braguita que comenzó a deslizarse hacía abajo junto con sus manos hasta llegar al suelo. En ese momento acercó su boca a mi coño y comenzó a comérmelo a continuación se puso de pies y mientras se desnudaba me dijo:
– Túmbate en la cama bien abierta de piernas.
– En la mesilla tienes un preservativo póntelo por favor.
Así lo hizo, tenía una tremenda erección, su polla mediría unos diecisiete centímetros y era gorda, se tumbó sobre mí y me fue penetrando hasta introducirla completamente y mantenerse durante unos instantes en mi interior a continuación empezó a sacármela y metérmela, pero repentinamente se paró la sacó de mi interior y quitándose el condón me dijo:
– Quiero correrme en tu boca y que te lo tragues.
Nos levantamos los dos, él se puso de pies, yo de rodillas y cogiéndosela con mis manos empecé a chupársela suavemente, mientras él permanecía pasivo, pero al cabo de no mucho tiempo fue él, el que tomó la iniciativa comenzando a follarme la boca, provocándome, como me ha sucedido con tantos otros, unas arcadas tremendamente incomodas que están a punto de provocarme el vómito, finalmente siento la calidez de su semen dentro de mí y él se derrumba extenuado a mi lado.
Me rodea con sus brazos mis hombros, me mira y me dice:
– Buena chica te lo has tragado todo.
– Es lo que me has pedido.
Me sonríe y me pregunta:
– Desde cuando eres prostituta.
– Desde que empecé en la universidad, después de verano se cumplirán dos años.
– Tengo que marcharme.
Se vistió y cuando se marchaba me dijo:
– Ya nos veremos en clase y dentro de quince días será divertido volverte a follar y ver cómo te follan los demás.
– Nos vemos – le conteste como despedida.
Carlos se marchó y yo me fui a la ducha, tras ducharme me volví a poner mi slip y mi top, me calce los zapatos y baje de nuevo al local, seguramente aquella noche aún tendría que complacer a algún otro cliente.
2 respuestas
-
Cоmpré lenceríа sexy nuevа. ¿Quiеrеs vеr? – http://analsex4.fun
-
Stop jerk off. I know a site where thousands of single girls are waiting to be fucked. Look at them: http://xnice.fun/rt
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.